El "gol" de Pablo
En el momento en que escribo estas l¨ªneas, llegan con nitidez hasta mi despacho la algarab¨ªa de la fiesta y los cantos con los que tantos donostiarras celebran en la calle la victoria de la Real Sociedad de San Sebasti¨¢n... Los goles de Carlos Bueno y de Xabi Prieto han posibilitado el tan anhelado ascenso a la Primera Divisi¨®n. Antes de nada, vaya una vez m¨¢s mi felicitaci¨®n a todos los miembros del equipo realista y a toda su afici¨®n por este ascenso. ?Gracias a todos vosotros por esa "inyecci¨®n" de sana ilusi¨®n que hab¨¦is aportado durante toda la temporada a la sociedad guipuzcoana!
Pero, como pod¨¦is suponer, el "gol" al que yo me refiero en el t¨ªtulo de este art¨ªculo, no se meti¨® en Anoeta, sino en muchas salas de cine a lo largo de la geograf¨ªa espa?ola. Me estoy refiriendo a la proyecci¨®n de la pel¨ªcula La ¨²ltima cima, del director Juan Manuel Cotelo, un documental de la vida del joven sacerdote Pablo Dom¨ªnguez, fallecido en accidente hace poco m¨¢s de un a?o, mientras descend¨ªa del pico del Moncayo, en Huesca.
Existen razones para hablar de anticlericalismo en nuestra cultura actual
La virtud de la pel¨ªcula consiste en servirse de esta historia real y concreta, ciertamente atrayente y conmovedora, para introducirnos a todos en el debate sobre la imagen de los sacerdotes en la sociedad actual... Las palabras del propio director al inicio de la pel¨ªcula son bien elocuentes: "Hoy en d¨ªa, si crucificas a un sacerdote, eres admirado... pero si hablas bien de ¨¦l, te crucifican a ti".
Creo sinceramente que existen razones para hablar de anticlericalismo en nuestra cultura actual. Me refiero, obviamente, a un anticlericalismo injustificado. Me llamaron especialmente la atenci¨®n algunos de los datos reflejados en una de las encuestas realizadas por la Fundaci¨®n Santa Mar¨ªa, en la que al mismo tiempo que se pon¨ªa de relieve la creciente desafecci¨®n de los j¨®venes con respecto a la Iglesia; sin embargo, se matizaba que la imagen de la Iglesia era mucho m¨¢s negativa en los j¨®venes que no ten¨ªan un trato directo con ella, que en aquellos otros que conoc¨ªan personalmente lo que estaban juzgando. Dicho de otra forma, est¨¢ alimentado por determinados estereotipos falsos sobre los sacerdotes, que se difunden indiscriminadamente. La ¨²ltima cima tiene el atrevimiento de romper mitos y moldes, present¨¢ndonos una imagen del clero "pol¨ªticamente incorrecta"; y para ello, se sirve del modelo fresco y atrayente de Pablo Dom¨ªnguez.
El estreno de la pel¨ªcula ha coincidido con la clausura del A?o Jubilar Sacerdotal que el Papa ha celebrado en Roma, acompa?ado por m¨¢s de quince mil sacerdotes cat¨®licos, llegados de todas partes del mundo. No deja de ser una paradoja que precisamente en el transcurso de este A?o Jubilar Sacerdotal, se hayan destapado en diversos lugares del mundo, los grav¨ªsimos pecados cometidos por algunos pocos sacerdotes, principalmente en d¨¦cadas pasadas.
Algunos podr¨ªan llegar a pensar que todas estas noticias hayan podido reducir a la nada los esfuerzos del Papa en la convocatoria del A?o Jubilar Sacerdotal. Pero, Benedicto XVI lo ha visto desde otra perspectiva. Sus palabras pronunciadas en la Plaza de San Pedro el viernes pasado, son dignas de meditaci¨®n: "Si el A?o Sacerdotal hubiera sido una glorificaci¨®n de nuestros logros humanos personales, habr¨ªa sido destruido por estos hechos. Pero, para nosotros, se trataba precisamente de lo contrario, de sentirnos agradecidos por el don de Dios, un don que se lleva en "vasijas de barro", y que una y otra vez, a trav¨¦s de toda la debilidad humana, hace visible su amor en el mundo. As¨ª, consideramos lo ocurrido como una tarea de purificaci¨®n, un quehacer que nos acompa?a hacia el futuro y que nos hace reconocer y amar m¨¢s a¨²n el gran don de Dios".
El Papa ha ido todav¨ªa m¨¢s lejos, cuando ha definido el sacerdocio de una forma in¨¦dita: "Esta audacia de Dios, que se abandona en las manos de seres humanos; que, aun conociendo nuestras debilidades, considera a los hombres capaces de actuar y presentarse en su lugar, esta audacia de Dios es realmente la mayor grandeza que se oculta en la palabra "sacerdocio".
Tuve la suerte de conocer a Pablo Dom¨ªnguez, y pienso que merece la pena asomarse a La ¨²ltima cima, para conocer su testimonio de fe, humildad, buen humor, generosidad, y entrega fiel. Merece la pena poner los ojos en los rascacielos que apuntan alto, por m¨¢s que algunos se esfuercen en hacernos creer que la ciudad se reduce a sus cloacas... ?Gracias Pablo por este "gol" que nos brindas desde el Cielo! ?Gracias por haber mostrado que nuestros curas son "buena gente", adem¨¢s de habernos introducido en el misterio del sacerdocio!
Jos¨¦ Ignacio Munilla, Obispo de San Sebasti¨¢n.
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