Las medidas contra la crisis hacen tambalear la coalici¨®n de Merkel
Liberales y democristianos cr¨ªticos cuestionan el recorte de la canciller alemana
Las opciones son contener los da?os o recoger los escombros. Desde que Angela Merkel gan¨® las elecciones en septiembre de 2009, la Uni¨®n Dem¨®crata Cristiana (CDU), su partido hermano b¨¢varo Uni¨®n Socialcristiana (CSU) y sus aliados del Partido Liberal (FDP) padecen un desgaste m¨¢s propio de un Gobierno en su tercera legislatura que de una coalici¨®n reci¨¦n elegida. Han sido ocho meses de suma y sigue en desavenencias y tropezones sobre cada decisi¨®n importante.
La gesti¨®n de la crisis del euro -percibida como una claudicaci¨®n por muchos alemanes que temen por sus ahorros-, los recortes sociales introducidos la semana pasada, as¨ª como el bloqueo de la rebaja fiscal y otras medidas prometidas en las elecciones se han visto coreados por una gresca pol¨ªtica tras otra. La CDU y el FDP se desmoronan en las encuestas mientras la prensa cr¨ªtica dispara con bala. El influyente semanario Der Spiegel, por ejemplo, muestra en su portada una inquietante foto de Merkel y su ministro de Exteriores y l¨ªder liberal, Guido Westerwelle, mal encarados en el Bundestag, bajo el titular: "?D¨¦jenlo!".
Una derrota del candidato de Merkel a presidente puede liquidar al Gobierno
La ¨²ltima estaci¨®n del v¨ªa crucis de Merkel ha sido la controversia con su ministro de Defensa, Karl Theodor zu Guttenberg (CSU). El socialcristiano b¨¢varo abog¨® por la profesionalizaci¨®n de las Fuerzas Armadas ante el recorte de los presupuestos de Defensa. Merkel se opuso y la prensa recogi¨® rumores de dimisi¨®n del ministro.
Pero los problemas parecen encadenarse desde el comienzo. La bajada de impuestos, baza electoral de los liberales que les dio casi el 15% de los votos en septiembre, ha quedado en papel mojado. Y la prometida reforma de la sanidad no tiene visos de desbloquearse.
El plan de austeridad presentado por Merkel tras arduas negociaciones con sus ministros iba a definir un nuevo rumbo en la pol¨ªtica com¨²n de democristianos y liberales, pero el "esfuerzo excepcional" del Gobierno para aplicar un recorte de 80.000 millones de euros hasta 2014 no solo atrajo las cr¨ªticas de la oposici¨®n de centro-izquierda, sino que abri¨® adem¨¢s un nuevo foco de discusi¨®n interna en los partidos del Gobierno. El ala izquierda de la CDU tacha de "desequilibrados" los recortes sociales del plan. Entre los liberales cunde la preocupaci¨®n de que las medidas puedan ser el primer paso hacia una subida de impuestos despu¨¦s del 30 de junio.
El 53% de los alemanes desconf¨ªa de que el Gobierno aguante hasta 2013. La revista econ¨®mica Capital recog¨ªa ayer una encuesta devastadora. Solo el 6% de los 533 ejecutivos, pol¨ªticos y funcionarios que ocupan altos cargos est¨¢n "satisfechos" con la labor del Gobierno. El 92% se muestran "decepcionados".
En mayo, democristianos y liberales perdieron las elecciones de Renania del Norte-Westfalia y su mayor¨ªa en la C¨¢mara alta (Bundestag). Ese mismo mes, y para sorpresa de todos, dimiti¨® el presidente federal, Horst K?hler. Su renuncia fue un duro golpe para Merkel y los liberales. Tras encajarlo y para demostrar unidad en el Gobierno, Merkel y Westerwelle acordaron proponer para el cargo al conservador Christian Wulff. Socialdem¨®cratas y verdes replicaron presentando a Joachim Gauck, uno de los principales l¨ªderes de la oposici¨®n democr¨¢tica bajo el r¨¦gimen socialista de la extinta Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana. Muchos democristianos y liberales ven a Gauck como el candidato id¨®neo para la jefatura del Estado alem¨¢n, un cargo representativo y simb¨®lico.
La labor de Gauck en la investigaci¨®n de los cr¨ªmenes del r¨¦gimen comunista de la RDA hacen palidecer los m¨¦ritos de Wulff, un gris bar¨®n regional. Los liberales y muchos democristianos cr¨ªticos barajan la posibilidad de hacerle pagar a Merkel sus agravios dando su voto a Gauck en la elecci¨®n del pr¨®ximo d¨ªa 30 en el Parlamento. Una derrota del candidato de Merkel podr¨ªa dar la puntilla al Gobierno de coalici¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.