Libertad bajo fianza para uno de los sicarios del asesinato de Polop
La Audiencia cree que faltan pruebas para vincularlo con el crimen del alcaldeLos letrados pedir¨¢n la libertad de los dem¨¢s encarcelados por el 'caso Polop'
La secci¨®n segunda de la Audiencia Provincial de Alicante imprimi¨® ayer un giro copernicano al caso Polop. Los tres jueces que la componen decidieron revocar el auto de prisi¨®n dictado por el juzgado n¨²mero 2 de La Vila Joiosa y dejar en libertad bajo fianza de 30.000 euros a Robert Franek, uno de los dos supuestos sicarios checos encarcelados hace ocho meses acusado de haber sido autor material del asesinato de Alejandro Ponsoda, acaecido en octubre de 2007. Esta decisi¨®n contrasta con la ratificaci¨®n de c¨¢rcel para otros dos acusados que dict¨® la misma sala en los meses de abril y mayo pasado. Otros cuatro acusados siguen en prisi¨®n por su vinculaci¨®n con este crimen, que la investigaci¨®n policial justifica por el control del urbanismo de Polop, un pueblo del interior de La Marina Baixa situado a 10 kil¨®metros de Benidorm.
Franek, no obstante, sigue estando imputado "por los delitos de asesinato y tenencia il¨ªcita de armas", seg¨²n inform¨® el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, y deber¨¢ presentarse cada 15 d¨ªas en el juzgado de La Vila.
Los magistrados de la Audiencia consideran que el paso del tiempo ha modificado las circunstancias que justificaban la medida cautelar de privaci¨®n de libertad en un primer momento "y obliga a ponderar los datos personales y los del caso concreto conocidos en momentos posteriores", en concreto la falta de pruebas que confirmen "su presencia en el lugar de los hechos imputados" y su "nacionalidad comunitaria, que reduce el riesgo de fuga", adem¨¢s del "tiempo que lleva en prisi¨®n sin que aparezcan datos que apunten a la proximidad del enjuiciamiento". El auto de la Audiencia entra en clara contradicci¨®n con los dictados en dos casos precedentes, los de Juan Cano y Pedro Hermosilla, que permanecen en prisi¨®n acusados de ser el autor intelectual del crimen y el intermediario para la contrataci¨®n de los sicarios. De hecho, el 30 de abril la misma sala decidi¨® que Juan Cano siguiera en prisi¨®n como medida cautelar "para evitar el riesgo de fuga del imputado" y por "la existencia de indicios que fundamentan su imputaci¨®n".El sicario checo, seg¨²n el fiscal, acudi¨® al prost¨ªbulo unos meses despu¨¦s del asesinato armado con un bate para reclamar un "impago" por el trabajo. La decisi¨®n de la Audiencia contrasta con la adoptada el 20 de mayo cuando decidi¨® mantener en prisi¨®n a Pedro Hermosilla, el due?o del club Mesalina, en cuyo reservado se tram¨® supuestamente el asesinato de Alejandro Ponsoda.
Entonces los magistrados valoraron el "elevado riesgo de fuga" del encarcelado dada la gravedad de la acusaci¨®n a la que se enfrenta, que es su actuaci¨®n como intermediario para la contrataci¨®n de los autores materiales de los dos disparos que acabaron con la vida del alcalde polopino. Es decir, que la Audiencia ha decidido dejar en libertad bajo fianza al imputado por la autor¨ªa material del asesinato, pero mantiene en prisi¨®n al autor intelectual y al intermediario de la operaci¨®n.
La principal prueba de cargo de la investigaci¨®n realizada por la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil se basa en la declaraci¨®n de un testigo protegido que habr¨ªa estado trabajando de portero en el club Mesalina en el inicio del verano de 2007. El portero, de nacionalidad portuguesa, declar¨® que le ofrecieron el encargo de matar a Ponsoda porque hab¨ªa trabajado de mercenario en algunos pa¨ªses africanos, donde reconoci¨® haber matado a gente. Este testigo, tras renunciar a llevar a cabo el plan por 35.000 euros, proporcion¨® los nombres de Ra¨²l Montero Trevejo, Robert Franek y Radim Rakowski, el primero para que se encargara de proporcionar las armas y los dos ciudadanos checos para que ejecutaran el operativo.
Sin embargo, la primera declaraci¨®n del testigo protegido ante la Guardia Civil se produjo dos d¨ªas despu¨¦s de ser despedido del club Mesalina tras haber estado casi un a?o de baja laboral. Adem¨¢s, reconoci¨® que algunos d¨ªas en los que no pudo hacerse cargo de la vigilancia de la entrada del club, recomend¨® a Franek para que le hiciera algunas sustituciones, por las que cobraba 50 euros.
Alejandro Dapena, el abogado del otro supuesto sicario, Radim Rakowski, anunci¨® a este peri¨®dico: "El pr¨®ximo lunes me presentar¨¦ en La Vila para hablar con la juez que instruye el caso y solicitar la libertad de mi cliente". Por su parte, Francisco Mart¨ªnez, el letrado del due?o del Mesalina, presentar¨¢ el lunes en la Audiencia un escrito pidiendo la libertad de Hermosilla. "No puede ser que el supuesto autor material del crimen est¨¦ en la calle y quien habr¨ªa actuado como intermediario, encarcelado", remacha indignado.
Seg¨²n el testigo protegido, cuando en julio de 2007 entr¨® en el reservado y le ofrecieron matar a Ponsoda, estaban el due?o y el gerente del club, Ariel Gatto; el entonces concejal de Urbanismo de Polop, Juan Cano; el empresario del calzado residente en Polop Salvador Ros, y una pareja compuesta por un hombre y una mujer rubia que todav¨ªa no han sido identificados y de los que nada se sabe.
Pero el mismo testigo, con antecedentes policiales y un juicio pendiente por agresiones cuando trabajaba de portero en una discoteca de Benidorm, no denunci¨® los hechos hasta dos a?os despu¨¦s, tras haber sido despedido por estar casi un a?o de baja.
"Ahora se ha abierto la veda", dice el abogado defensor de otro acusado, convencido de que es cuesti¨®n de tiempo que todos los acusados salgan a la calle. "?Por qu¨¦ la Audiencia se cree la reuni¨®n del Mesalina y no que el testigo dio tres nombres que luego fueron quienes dispararon?", se pregunta. Lo cierto es que "ni Franek ni Rakowski tienen los 30.000 euros que les piden de fianza, as¨ª que habr¨¢ que solicitar la revisi¨®n de la cantidad", asegura una persona cercana a los acusados.
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