D¨¦ficit de confianza

Hab¨ªa dudas con Inglaterra que se han resuelto. Por ejemplo, en la porter¨ªa, donde James ha transmitido m¨¢s seguridad a su equipo. Las dudas en el medio campo se han ido disipando con la presencia de Barry, que con su labor permite a Gerrard y Lampad sacar lo mejor de s¨ª mismos. En la delantera la duda contin¨²a. Rooney a¨²n no tiene influencia en el equipo. Su aportaci¨®n es bastante rutinaria, lejana a las cualidades que se le conocen. Ante Argelia, Inglaterra resolvi¨® sus ajustes t¨¢cticos y de personal. La reforma result¨® positiva, pero todav¨ªa no sirvi¨® para ganar. Falta que las personas recuperen la autoestima y pierdan el miedo.

El problema de Inglaterra es de confianza. El empate con Estados Unidos hizo m¨¢s da?o del que parece. Aquel resultado no solo rompi¨® el pron¨®stico del marcador, sino que, por lo visto, quebr¨® la confianza de la selecci¨®n. Ese es el principal problema colectivo. Inglaterra llega al Mundial tras una magn¨ªfica clasificaci¨®n. Esta selecci¨®n se parece t¨¢ctica y t¨¦cnicamente a aquella, pero la confianza en s¨ª misma es muy distinta. Ah¨ª no se parece en nada. La factura de aquel empate es elevada. La falta de influencia de Rooney es una falta grave del personal. El mejor no influye y el resto no sustituye las ausencias del goleador. Asunto a resolver ante el trascendental partido frente a Eslovenia. Lo bueno de este grupo es que se pasa con cinco puntos. Ese es el objetivo, pero la consecuencia ante Eslovenia es m¨¢s psicol¨®gica. Mira m¨¢s al futuro que al presente. Frente a la selecci¨®n balc¨¢nica, Inglaterra no solo se juega el pase a los octavos de final, sino que examina la fe en s¨ª misma, actualmente resquebrajada. Recobrar la confianza y encontrar a Rooney. Dos objetivos en un partido.