Sangre, sudor y l¨¢grimas
Primero nos imponen medidas de ajuste dur¨ªsimas, un mes m¨¢s tarde Bruselas exige un nuevo ajuste de 8.000 millones. Vendr¨¢n otros recortes, otros tijeretazos, porque esto no va a ser suficiente. Esas medidas incrementar¨¢n el desempleo, reducir¨¢n la inversi¨®n y el crecimiento. ?Por qu¨¦ aceptar esa p¨®cima tan amarga que solo acarrear¨¢ miseria para los ciudadanos de a pie? ?Por qu¨¦ aceptar los dogmas del FMI, de Bruselas y de todos aquellos obsesionados por un d¨¦ficit del 3%?
Hace tiempo que dos premios Nobel de Econom¨ªa llevan hablando del asunto. Tanto John Stiglitz como Paul Krugman consideran un error estas medidas de austeridad por su excesiva severidad. Son de los pocos economistas que vieron venir esta crisis y tienen mucho que decirnos.
Lean El triunfo de la codicia, de John Stiglitz, en el que se cuestiona el fundamento mismo de la econom¨ªa mundial. "O bien seguimos haciendo triunfar la codicia, poniendo en el coraz¨®n de nuestras sociedades el libre mercado, la obsesi¨®n por el corto plazo, la libre circulaci¨®n de capitales responsables de las peores derivas del sistema financiero, o bien aceptamos dar un paso de lado y considerar las causas fundamentales de nuestro fracaso".
En cuanto a Paul Krugman, la premonici¨®n que emiti¨® hace cuatro meses y que su peri¨®dico public¨®, ya se est¨¢ cumpliendo: "Lo que veremos probablemente a lo largo de los pr¨®ximos a?os es un doloroso proceso de remiendos: rescates acompa?ados de exigencias de una austeridad despiadada, y todo con un trasfondo de desempleo muy elevado, perpetuado por la dolorosa deflaci¨®n".
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