Sequ¨ªa de cr¨¦dito
Las continuas transformaciones de la crisis econ¨®mica motivan que Espa?a est¨¦ padeciendo ahora tres problemas concatenados, que est¨¢n por encima de los dem¨¢s: un d¨¦ficit p¨²blico muy alto, tasa de paro casi r¨¦cord entre los pa¨ªses de la OCDE, y dificultades de financiaci¨®n de los bancos y cajas de ahorro en el mercado mayorista, que se trasladan inmediatamente en forma de sequ¨ªa de cr¨¦dito a las empresas y las familias.
El desequilibrio de las cuentas p¨²blicas est¨¢, al menos en teor¨ªa, en v¨ªas de soluci¨®n; todav¨ªa la pasada semana Bruselas exig¨ªa explicaciones complementarias al Gobierno espa?ol acerca de c¨®mo conseguir¨¢ llegar a un 6% del PIB de d¨¦ficit a finales de 2011. Por su parte, Rodr¨ªguez Zapatero se present¨® el jueves en el Consejo Europeo con una reforma laboral bajo el brazo, en cuyo pre¨¢mbulo se dice que su objetivo es "recuperar la senda de creaci¨®n de empleo y reducir el desempleo". Con las dos medidas, lograr la consolidaci¨®n fiscal y eliminar la parte de paro estructural que tiene nuestra econom¨ªa, se pretende que nuestro pa¨ªs no sufra una d¨¦cada perdida, como pronosticaba hace unos d¨ªas el director del Centro de Estudios de Pol¨ªtica Europea, Daniel Gros.
Captar financiaci¨®n en los mercados es un asunto m¨¢s urgente que solucionar el d¨¦ficit o la reforma laboral
Sobre el ritmo de desaceleraci¨®n del d¨¦ficit p¨²blico (?por qu¨¦ no volver a la disciplina del Pacto de Estabilidad y Crecimiento en cuatro a?os, por ejemplo, y no en tres?) y sobre la eficacia del decreto ley de medidas urgentes para la reforma del mercado de trabajo hay mucho debate. Soslay¨¦moslo de momento. Imaginemos que ambas cuestiones funcionan razonablemente bien y que tanto el d¨¦ficit como el paro descienden en proporciones sensibles. Ello no arreglar¨¢ per se -aunque lo pal¨ªe- el problema finalista de la econom¨ªa espa?ola: su necesidad de crecimiento. Ni tampoco solucionar¨¢, aunque ayude, la dificultad de los bancos y cajas de ahorros para captar financiaci¨®n de los mercados mayoristas, que solo fluir¨¢ cuando quien tiene dinero apueste por una recuperaci¨®n sostenida y en el horizonte cercano, de nuestro pa¨ªs.
Las palabras del presidente del BBVA, Francisco Gonz¨¢lez, en Santander, tan descarnadas, tan sin oraciones subordinadas ("los mercados financieros han retirado su confianza de nuestro pa¨ªs"), han tenido una virtud y un efecto secundario quiz¨¢ no deseado por su protagonista. La virtud ha sido poner el foco de atenci¨®n sobre este tercer problema, el de la falta de cr¨¦dito, que en realidad es el primero y que domina en urgencia al del d¨¦ficit y la reforma laboral. El efecto colateral lo han expresado los analistas: si el que habla as¨ª es el representante del segundo grupo financiero espa?ol, el problema no est¨¢ solo en las cajas de ahorro y en los bancos medianos, como se hab¨ªa venido diciendo en los ambientes no especializados, sino en el conjunto del sistema. Aunque sea coyuntural. Las declaraciones de Gonz¨¢lez se complementan con las de Emilio Bot¨ªn en la junta de accionistas del Santander, presumiendo de haber recaudado 30.000 millones de euros con la guerra del pasivo. Todos est¨¢n apretados por sus obligaciones y su necesidad de liquidez para satisfacerlas.
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