China flexibiliza su moneda por las fuertes presiones de Estados Unidos

China hizo ayer el primer gesto de calado para empezar a relajar los controles que le permiten mantener el yuan devaluado y pegado al del d¨®lar. Seg¨²n su banco central, ese anuncio responde a la situaci¨®n de la coyuntura dom¨¦stica y global y permite rebajar la tensi¨®n con Estados Unidos a una semana de la cumbre del G-20 en Toronto (Canad¨¢), cita en la que los l¨ªderes de las principales econom¨ªas industrializadas y emergentes quieren llegar a compromisos para apuntalar el crecimiento mundial.

La declaraci¨®n del Banco del Pueblo de China marcando el fin a la rigidez de su moneda fue inesperada, aunque no se considera del todo una sorpresa a la vista de los continuos gui?os hechos desde la Administraci¨®n que preside Barack Obama para abordar el litigio por la v¨ªa del di¨¢logo y no de la confrontaci¨®n. Su secretario del Tesoro, Timothy Geithner, ya dijo a comienzos de mes ante el Congreso de EE UU que estaba empezando a percibir avances y que esa estrategia dar¨ªa resultados.

Estados Unidos, la Comisi¨®n Europea y el FMI aplauden la medida

Y as¨ª parece que est¨¢ siendo. El banco central chino, tras dos a?os con el yuan cambi¨¢ndose en torno a los 6,83 d¨®lares, colg¨® en internet una nota diciendo que ha llegado el momento de aumentar gradualmente la flexibilidad del tipo de cambio de la moneda china. Eso s¨ª, sin abandonar su tradicional ret¨®rica (y sin entrar en detalles), precis¨® que el ajuste ser¨¢ modesto, porque no se justifica una medida de mayor escala.

El anuncio se hizo horas despu¨¦s de que el director del departamento internacional del banco central, Zhang Tao, dijera que la cuesti¨®n del yuan no ser¨ªa abordada en el G-20. Ese comentario no hizo m¨¢s que elevar las quejas de los legisladores y del lobby industrial estadounidenses hacia el inmovilismo de Pek¨ªn.

Todo apunta a que se ir¨¢ hacia un r¨¦gimen de cambio similar al que hab¨ªa antes de la crisis. El director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, espera que este cambio de actitud permita elevar el valor del yuan respecto a la cesta de las principales divisas. Eso, apunta, dar¨¢ "los incentivos necesarios para reorientar la inversi¨®n hacia industrias que producen para el consumidor chino". Pero que China flexibilice no significa que vaya a revalorizar su moneda. De hecho, los asesores del banco chino no descartan una depreciaci¨®n si el euro cae.

China apuntal¨® el valor del yuan al del billete verde desde julio de 2008, para ayudar a compensar lo que sus compa?¨ªas dom¨¦sticas perd¨ªan por la ca¨ªda de la demanda global con la recesi¨®n. Al mantener artificialmente baja su moneda, sus productos se venden a precios m¨¢s competitivos en el mercado internacional. Y en paralelo, el Tesoro chino se fue haciendo con enormes cantidades de deuda de EE UU, hasta el punto de convertirse en su principal banquero. Ahora considera que la situaci¨®n de la econom¨ªa y en los mercados financieros le permite avanzar en la reforma del tipo de cambio y mejora la flexibilidad. Pero, a la vez, busca enviar tambi¨¦n un mensaje a EE UU, para que ponga fin al enfrentamiento verbal sobre este asunto. Timothy Geithner respondi¨® diciendo que el relajamiento de los controles sobre el yuan supone una "contribuci¨®n positiva" a la econom¨ªa global.

Pero es a?o electoral en EE UU. Y aunque se trata de un paso alentador que responde a las promesas hechas por China, puede ser insuficiente para calmar la furia de los legisladores en el Capitolio. Consciente de ello, Geithner dijo ayer que espera que la aplicaci¨®n del plan para el yuan empiece a fluctuar con m¨¢s libertad se haga de forma "r¨¢pida". La Comisi¨®n Europea aplaudi¨® tambi¨¦n la decisi¨®n.

La carta que el presidente Obama envi¨® a los l¨ªderes del G-20 ya hac¨ªa dos menciones indirectas a China. La primera, al decir que la flexibilidad en el tipo de cambio es necesaria para apuntalar un crecimiento sostenido y equilibrado a escala global. La segunda, al afirmar que ser¨ªa deseable que los pa¨ªses con un alto super¨¢vit exterior incentivaran la demanda interna.