Un instrumento de presi¨®n intolerable
Asociaciones de jueces se quejan del aumento de expedientes disciplinarios
?No les parece gracioso que algunos jueces critiquen al Consejo General del Poder Judicial por trabajar!
Pues aunque pueda resultar parad¨®jico, dos asociaciones judiciales, la Francisco de Vitoria y el Foro Judicial Independiente, que entre las dos agrupan a unos 900 de los casi 5.000 jueces que hay en Espa?a, se han dirigido al presidente del Consejo, Carlos D¨ªvar, para mostrarle su "honda preocupaci¨®n" por el incesante y desmesurado incremento de los expedientes disciplinarios contra jueces. Vamos, que no les gusta que el Consejo cumpla con una de sus funciones, la de controlar si los magistrados cumplen con el trabajo que tienen encomendado.
Alegan que durante 2009 se incoaron 64 expedientes, frente a los 40 de 2008, los 29 de 2007 y los 41 de 2006. Eso supone un incremento superior al 80%, lo que coloca a los jueces como el cuerpo con las tasas disciplinarias m¨¢s altas de la Administraci¨®n.
El n¨²mero de sanciones impuestas es similar al de a?os anteriores
El Poder Judicial acelera los expedientes para evitar su caducidad
En el escrito dirigido a D¨ªvar por el presidente del Foro Judicial Independiente, Conrado Gallardo, se llega a decir: "El Consejo, a trav¨¦s de su Comisi¨®n Disciplinaria, no puede convertirse en un instrumento de presi¨®n". Y agrega: "Nos preocupa que el incremento de la actividad disciplinaria del Consejo se pueda convertir, en definitiva, en un instrumento que presione a los jueces para que abandonen su actividad reivindicativa y asuman la carga de trabajo excesiva que se les pretende imponer".
?Instrumento de presi¨®n? Quiz¨¢ quien no encuentra ning¨²n fallo en s¨ª mismo necesita una segunda opini¨®n, porque, de acuerdo con los datos del propio Consejo, las sanciones impuestas a los jueces y magistrados son parecidas a las de otros a?os: 29 en 2009 (ocho por infracciones muy graves, 15 graves y seis leves), 26 en 2008 (dos por faltas muy graves, 17 graves y siete leves) o 24 en 2007 (siete muy graves, 12 graves y cinco leves). Luego, si son m¨¢s o menos iguales, el instrumento de presi¨®n debe de tener la p¨®lvora mojada.
?Qu¨¦ es lo que ha ocurrido? Pues que el Consejo ha cambiado el protocolo de actuaci¨®n y ha simplificado el procedimiento para acelerar la tramitaci¨®n. Antes abr¨ªa muchas diligencias informativas con informes de la Inspecci¨®n como paso previo a convertirse en expediente disciplinario, duplicando tr¨¢mites y retardando innecesariamente la resoluci¨®n. Ahora, en muchos casos la Comisi¨®n Disciplinaria inicia directamente el expediente. Eso ha supuesto una notable reducci¨®n del papeleo y del tiempo de resoluci¨®n de los expedientes, lo que deber¨ªa ser digno de elogio. Pero a los jueces no les gusta porque los expedientes contra ellos figuran en su hoja de servicios.
Y usted se preguntar¨¢: ?por qu¨¦ semejante celeridad? Resulta que desde 2006 el Tribunal Supremo ha anulado varias sanciones a jueces porque sus expedientes no pueden durar m¨¢s que los del resto de los funcionarios, esto es, seis meses. As¨ª que al Consejo no le ha quedado otro remedio que darse prisa para que sus sanciones no las anule el Supremo. Eso s¨ª que es presi¨®n.
No se sabe si el juez Jos¨¦ Manuel Raposo sentir¨ªa la presi¨®n para abandonar su actividad reivindicativa con el expediente que se le abri¨®, pero el Supremo ha anulado la sanci¨®n por su conducta, esa s¨ª, intolerable. Raposo fue condenado a 12 meses de suspensi¨®n de funciones como autor de una falta muy grave de abuso de su condici¨®n de juez. Este magistrado exigi¨® 18.000 euros al jefe de la ITV de Coa?a (Asturias) que hab¨ªa suspendido a su coche en una revisi¨®n, bajo esta amenaza: "Estoy en condiciones de garantizarle que su vida dejar¨¢ de ser algo agradable en los pr¨®ximos meses e incluso a?os". Raposo s¨ª que sabe presionar.
La sanci¨®n era pertinente, pero el Supremo la anul¨® porque el expediente se prolong¨® m¨¢s de un a?o y el plazo legal para sancionar caducaba a los seis meses, por lo que el juez se ha ido de rositas.
A la vista del ¨¦xito, Raposo ha reclamado una indemnizaci¨®n de 60.000 euros por los da?os que dice que el Consejo le ha causado, entre otros motivos porque su caso tuvo publicidad en los medios. Menos mal que esta reclamaci¨®n no ha prosperado, pues de lo contrario habr¨ªa que coincidir con Woody Allen: "Hoy, m¨¢s que en cualquier otro tiempo de la historia, la humanidad se encuentra en una encrucijada. Un camino lleva hacia la desesperaci¨®n y la total desesperanza; el otro, hacia la extinci¨®n total. Recemos para tener la cordura de elegir correctamente".
?No les parece que es mejor tom¨¢rselo con humor?
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