La crisis creativa del escritor seg¨²n Aguilar Cam¨ªn
El autor mexicano inaugura el ciclo literario 'Lecciones y maestros'
A do?a Emma Cam¨ªn le gustaban las frases contundentes. "El que expulsa de su vida la mentira deja la verdad afuera", pod¨ªa llegar a decir. Esas sentencias son un recuerdo insuficiente para su hijo, H¨¦ctor Aguilar Cam¨ªn. Prefiere su presencia. Su muerte, hace cinco a?os, le ha dejado inmerso en una orfandad creativa. As¨ª lo confes¨® ayer el escritor mexicano en la jornada inaugural del ciclo literario Lecciones y maestros. El curso se abri¨® en Santillana del Mar con ¨¦l, contin¨²a hoy con Rosa Montero y concluir¨¢ ma?ana con Manuel Vicent.
La muerte se llev¨® a Emma Cam¨ªn y tambi¨¦n a su t¨ªa Luisa, que le criaron junto a sus cuatro hermanos. Desde entonces, se ha sentido, adem¨¢s de profundamente desamparado, desgajado de su buen juicio: "Del tribunal invisible al que comparec¨ªa con sus libros, el tribunal fundador de su escritura", confes¨® el autor de La guerra de Galio.
"El escritor que se llama como yo escribe sin fe en lo que escribe", dice Cam¨ªn
Rosa Montero y Manuel Vicent completan el ciclo de Santillana
As¨ª corroboraba el peso de ambas en su presentaci¨®n su amigo el escritor Hugo Hiriart: "Para lograr un destilado de Aguilar Cam¨ªn se requieren los siguientes ingredientes esparcidos en una retorta: un poco de Chetumal, el pueblo donde naci¨®, lugar primitivo y selv¨¢tico. Una pizca de su madre y de su t¨ªa, dos mujeres que pon¨ªan a los ni?os a cantar para espantar sus miedos, y los jesuitas, donde estudi¨® desde ni?o hasta llegar a la universidad".
El dolor est¨¢ a¨²n presente. Lo mismo que la falta de ¨¢nimo y la depresi¨®n, "cosas de la edad", dice el autor de 64 a?os. Para recuperar una cierta perspectiva, Aguilar Cam¨ªn se refiri¨® a s¨ª mismo en tercera persona: "No s¨¦ qu¨¦ decir del escritor que se llama como yo. Escribe sin fe en lo que escribe, lleno de fragmentos que no van a ning¨²n lado". Por dentro se le siguen revolviendo los temas de siempre: el poder, la pol¨ªtica, el amor, las mujeres misteriosas, el periodismo, la historia, el whisky... M¨¦xico tr¨¢gico, pujante y violento. Un pa¨ªs que vive una aut¨¦ntica guerra contra personas dispuestas a matar por 400 euros al mes. "?Qu¨¦ hacer con ellos? La guerra, no queda otra soluci¨®n", asegur¨®.
Pero no solo fue contundente con su pa¨ªs. Tambi¨¦n consigo mismo. Hab¨ªa empezado tarde su carrera de fabulador. Fue historiador antes, periodista hasta hoy. Su primera novela, Morir en el golfo, apareci¨® cuando ¨¦l ten¨ªa 39 a?os. Lo hizo, dice, "huyendo de la literatura experimental de los a?os sesenta. De la epidemia verbal, del enredo estil¨ªstico. Quer¨ªa escribir novelas legibles". Despu¨¦s tuvo que sobrevivir al ¨¦xito de La guerra de Galio, cr¨®nica desmesurada del periodismo en su pa¨ªs que si hoy tuviera que repetir trasladar¨ªa a una televisi¨®n.
Siguieron El soplo del r¨ªo, Las mujeres de Adriano, Mandatos del coraz¨®n, El error de la luna... En ellas se mezclan guerras, guerrillas, amores excesivos, luchas de poder, los contrastes entre pueblos m¨ªticos y la ciudad moderna. ?Y ahora? Ahora sufre terror a la hoja en blanco. Desaz¨®n, poca motivaci¨®n. "El escritor del que hablo quisiera tener al menos un libro largo. Conoce el estado de gracia que es eso".
Lo ha moldeado entre sus manos. Cuenta la historia de la separaci¨®n de sus padres y su familia. Pero igual que le lleg¨® la inspiraci¨®n, desapareci¨®. "Cuando llevaba tres cap¨ªtulos y 100 p¨¢ginas de notas, la magia se fue. Hab¨ªa ido a visitar a su padre. No quer¨ªa fallar ante su mirada. Menos con una historia que contaba su fracaso y la destrucci¨®n de su progenitor por su propio padre, es decir, su abuelo". En ella se mezclan la separaci¨®n, el desgarro, la huida, sus ancestros. Ayer quiso conjurarlos. Ojal¨¢ el exorcismo le lleve a arrancar de nuevo desde sus p¨¢ginas moribundas. A desencallar y tomar de nuevo el rumbo.
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