?Mockus, verde?
La aplastante victoria de Juan Manuel Santos en las presidenciales colombianas no pod¨ªa dar la respuesta al ¨²nico interrogante que se planteaba. ?Cu¨¢nto Mockus queda tras la segunda vuelta? ?Tiene hechuras de oposici¨®n el partido verde, cuya candidatura el acad¨¦mico defend¨ªa?
En la primera vuelta Antanas Mockus obtuvo un 21% de sufragios, rozando el 22% reunido por el candidato de la izquierda Carlos Gaviria -del Polo- hace cuatro a?os tambi¨¦n en esa ronda, de la que no pudo pasar porque el presidente Uribe ganaba superando el 50%. Y esos son los resultados que hay que comparar, los de la primera vuelta, porque, aunque Mockus haya pasado a la segunda ello se debe a que Uribe solo puede haber uno por generaci¨®n -o varias- y el modesto aumento de votos del derrotado no representa tanto una fuerza cohesionada e independiente como una suma de minor¨ªas contrarias al presidente saliente. Por eso cabe calcular hoy las dimensiones de la oposici¨®n al uribismo -que hoy representa como una foto bastante fija el presidente electo- en ese 21%-22% de la masa votante, que se ha ido constituyendo en los ¨²ltimos a?os. Pero eso no significa que haya una ¨²nica oposici¨®n para todas las ocasiones. La minor¨ªa que abrigaba a Gaviria no es la misma que adorna a Mockus. En el 21% del candidato verde hab¨ªa relativamente pocos votos de izquierda. El votante del fil¨®sofo-matem¨¢tico es, preferentemente, de derecha y centro-derecha, un tanto europeizante, indignado con la corrupci¨®n que es universal en Colombia -pero anterior a Uribe-, sediento de institucionalizaci¨®n e imperio de la ley, as¨ª como de que se haga un gran esfuerzo en educaci¨®n, pero tambi¨¦n de mantener las conquistas de la seguridad democr¨¢tica del presidente saliente en la lucha contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Una nueva estructura de partidos, ideol¨®gicamente reconocibles, es necesaria para combatir la abstenci¨®n
En el 22% del senador Gaviria de hace cuatro a?os no todo era Polo, pero ese voto liberal-conservador antiuribista que se ha decantado por Mockus estaba entonces relativamente poco representado. Era una oposici¨®n m¨¢s coherente, cr¨ªtica de los Estados Unidos de Bush II, contraria por definici¨®n a lo que entonces no parec¨ªa estar en las cartas, la concesi¨®n de siete bases de servicio a Washington, y por ello con un basamento ideol¨®gico m¨¢s identificable que lo que ahora pueda inventar Mockus. Hab¨ªa tambi¨¦n una zona poco extensa pero turbia que mal puede acoger la opini¨®n colombiana, como eran ciertas vacilaciones en la condena de las FARC, que el candidato del Polo, Gustavo Petro, ha sabido, sin embargo, repudiar en debida forma, as¨ª como una cauta benevolencia con el presidente venezolano, Hugo Ch¨¢vez, al que, por otra parte, no le habr¨ªa hecho ninguna gracia que ganara Mockus, porque en Uribe o en su impecable sucesor, tiene a sus mejores enemigos.
La diferencia fundamental, sin embargo, entre las dos oposiciones reside en que Carlos Gaviria le disputaba la elecci¨®n al nuevo deus ex machina de la clase dirigente colombiana, ?lvaro Uribe V¨¦lez, y que libraba un combate en la cumbre, mientras que Petro solamente se enfrentaba a su pupilo, Juan Manuel Santos. Y el hecho de que Petro apenas obtuviera la mitad de sufragios que Gaviria tampoco es un misterio. Hab¨ªa casi tantos votantes del Polo contrarios a que ganara como a su favor.
A pesar de que en la neoformaci¨®n de los Verdes hay pesos pesados con im¨¢n popular como los ex alcaldes Sergio Fajardo, Lucho Garz¨®n y Enrique Pe?alosa, a Mockus no le va a ser f¨¢cil transformar un sufragio en el que hay mucho uribismo sociol¨®gico, aunque vote contra el uribismo, en un partido que pueda llamarse oposici¨®n. Y, seguramente, convendr¨ªa que los pr¨®ximos a?os sirvieran para reconstruir un sistema de partidos que el hurac¨¢n Uribe devast¨®. Aunque liberales y conservadores querr¨¢n seguir existiendo como estructura, la inmensa mayor¨ªa de sus votantes corresponder¨ªan hoy a un nuevo partido liberal-conservador, bautizado como se prefiera pero representante de la derecha hist¨®rica. ?La U de Santos, Cambio Radical de Germ¨¢n Vargas? La propuesta verde podr¨ªa estar m¨¢s anclada al centro aunque definir sus l¨ªmites ser¨ªa proceloso. Y la izquierda, un Polo que se extendiera hasta el ala progresista del liberalismo y que aclarase mejor lo que le gusta y lo que no de la lucha armada y los socialismos del presente siglo.
Una nueva estructura de partidos, ideol¨®gicamente reconocible, con programas modernizadores, viables, y sociales parece un sine qua non para que un d¨ªa m¨¢s de la mitad de los colombianos piensen que vale la pena votar.
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