China extiende su poder a todo tren

Cuando el a?o que viene entre en funcionamiento la l¨ªnea de alta velocidad Pek¨ªn-Shanghai, que cubrir¨¢ los 1.318 kil¨®metros que separan las dos principales ciudades de China en cuatro horas frente a las 10 actuales, el pa¨ªs asi¨¢tico habr¨¢ dado un paso de gigante para convertirse en una de las primeras potencias del mundo en transporte ferroviario veloz. El tren se sumar¨¢ as¨ª a otros sectores en los que Pek¨ªn quiere ocupar un lugar de liderazgo, como el aeron¨¢utico o el automovil¨ªstico, con un claro objetivo: utilizar la econom¨ªa como motor de su pujante ascenso en la escena pol¨ªtica internacional.

Los planes de inversi¨®n chinos en infraestructuras, y especialmente en alta velocidad, dan v¨¦rtigo por su contenido. Pero, sobre todo, dejan entrever c¨®mo el pa¨ªs va a multiplicar su influencia, especialmente en Asia, gracias al impulso que supondr¨¢ para el comercio, la propagaci¨®n de la cultura china y la forma de ver el mundo de Pek¨ªn. La que este a?o, seguramente, se convierta en la segunda econom¨ªa del mundo est¨¢ dispuesta a revolucionar la forma de transportar gente y mercanc¨ªas no s¨®lo dentro de sus fronteras sino tambi¨¦n fuera.

Las empresas chinas buscan participar en planes ferroviarios en el extranjero

En 2008, con ocasi¨®n de los Juegos Ol¨ªmpicos, China inaugur¨® su primera l¨ªnea de alta velocidad de larga distancia, que salva en 30 minutos los 117 kil¨®metros que separan Pek¨ªn y la ciudad portuaria de Tianjin. Desde entonces, han entrado en funcionamiento otras dos: Wuhan-Guangzhou (1.068 kil¨®metros) y Xian-Zhengzhou (505 kil¨®metros).

Para 2012, prev¨¦ que su tendido ferroviario llegue a 110.000 kil¨®metros, frente a los 86.000 actuales. De ellos, 13.000 kil¨®metros ser¨¢n de alta velocidad -frente a 6.500 en la actualidad-, m¨¢s que ning¨²n otro pa¨ªs del mundo. El trayecto entre Pek¨ªn y Hong Kong quedar¨¢ reducido a ocho horas, en lugar de 23 horas. Para 2020, las redes se extender¨¢n 120.000 y 50.000 kil¨®metros, respectivamente.

Contar con buenas infraestructuras ha sido una de las prioridades del Gobierno desde que lanz¨® el proceso de apertura y reforma en 1978. "Son muy importantes para desarrollar la econom¨ªa. Cuando se mejora el transporte, se pueden utilizar los recursos de forma m¨¢s eficiente y fabricar con menores costes. Adem¨¢s, son claves para atraer inversiones", asegura Lu Huapu, director del Instituto de Comunicaciones en la Universidad Qinghua, en Pek¨ªn.

China distingue dos tipos de alta velocidad: l¨ªneas destinadas a trenes que circulan a 350 kil¨®metros por hora, y l¨ªneas para convoyes que ruedan a 200-250. Las segundas son compartidas con trenes regionales y de mercanc¨ªas.

La alta velocidad china es un c¨®ctel de desarrollos propios y tecnolog¨ªa extranjera: alemana (Siemens), francesa (Alstom) y japonesa (Shinkansen), entre otras. Gracias a esta pr¨¢ctica, los ingenieros chinos han dise?ado un nuevo tren bala para el tendido Pek¨ªn-Shanghai, capaz de alcanzar 420 kil¨®metros por hora, lo que permitir¨¢ garantizar velocidades operacionales punta de 380 por hora.

China busca mover r¨¢pido grandes masas de gente, bienes y materias primas para responder a las necesidades de sus 1.300 millones de habitantes y su econom¨ªa. La red ferroviaria sufre desde hace a?os serios cuellos de botella. "Queremos evitar que el principal medio de transporte sea por carretera", afirma Lu.

Los planes de Pek¨ªn cruzan las fronteras y se extienden por Asia, a lo largo de tres rutas, hasta Europa, con la que Pek¨ªn quiere estar unida con trenes veloces para 2025, seg¨²n han revelado recientemente acad¨¦micos chinos.

"Si el sistema es completado, ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil lograr recursos naturales, especialmente petr¨®leo y gas, en Myanmar, Ir¨¢n y Rusia", ha dicho Wang Mengshu, miembro de la Academia China de Ingenier¨ªa, en la prensa oficial. En paralelo, est¨¢ construyendo autopistas hacia pa¨ªses vecinos como Vietnam y Nepal, con la intenci¨®n de incrementar los intercambios, entre otros, con India.

Los proyectos chinos est¨¢n cambiando el panorama mundial de la alta velocidad, hasta ahora en manos de compa?¨ªas occidentales y japonesas. Empresas chinas est¨¢n construyendo l¨ªneas veloces en Turqu¨ªa y Venezuela. Y otros pa¨ªses, como Estados Unidos, Rusia y Brasil, han mostrado inter¨¦s por la oferta asi¨¢tica.

Durante el viaje del presidente estadounidense, Barack Obama, en noviembre pasado, el Ministerio de Ferrocarriles firm¨® un acuerdo con General Electric por el cual la compa?¨ªa norteamericana participar¨¢ en la expansi¨®n ferroviaria del pa¨ªs m¨¢s poblado del mundo a cambio de cooperar con empresas chinas en los concursos estadounidenses de alta velocidad.

Pero los ambiciones velocistas de Pek¨ªn tienen detractores. Algunos especialistas dudan sobre su rentabilidad y su sostenibilidad. La influyente revista china Caijing ha calificado el esfuerzo en infraestructuras como el nuevo Salto Adelante, en referencia al catastr¨®fico movimiento de industrializaci¨®n impulsado por Mao Zedong entre 1958 y 1960. La publicaci¨®n apunta a la enorme deuda que han generado los proyectos ferroviarios. A ello se suman las cr¨ªticas de muchos pasajeros por el elevado precio de los billetes. "Esto es un gran desaf¨ªo. La pol¨ªtica de precios a¨²n est¨¢ bajo discusi¨®n", asegura Lu.