Un fiscal de C¨¢diz indaga si 12 beb¨¦s dados por muertos fueron 'robados'

Arturo Reyes, fot¨®grafo en paro de 51 a?os, no se atreve todav¨ªa a leer el certificado de defunci¨®n de su hijo Jes¨²s, supuestamente fallecido en septiembre de 1987 en el Hospital Materno Infantil de M¨¢laga a los nueve d¨ªas de nacer. Tras la muerte del beb¨¦, y con la madre todav¨ªa recuper¨¢ndose de una infecci¨®n puerperal en el hospital de La L¨ªnea (C¨¢diz) donde naci¨® la criatura, Arturo enterr¨® a su hijo en un nicho del cementerio linense. Ese d¨ªa no tuvo ¨¢nimo para abrir el ata¨²d blanco con los restos del menor. Desde entonces no ha dejado de arrepentirse.

En 2004, el Ayuntamiento orden¨® vaciar esa fila de nichos ante el riesgo de derrumbe. "Cuando rompimos la l¨¢pida con las iniciales del ni?o, el ata¨²d ten¨ªa la tapa hundida por la humedad, pero dentro del f¨¦retro solo hab¨ªa un pa?o quir¨²rgico y una toalla verde. No hab¨ªa ni un solo resto del ni?o", dice mientras muestra el sudario que hab¨ªa bordado Teresa, la madre.

"Cuando lo abrimos, el ata¨²d de mi hijo estaba vac¨ªo", dice Arturo Reyes

La de Arturo Reyes es la ¨²ltima de una docena de historias similares ocurridas desde la d¨¦cada de los sesenta y que investiga actualmente la Fiscal¨ªa de Algeciras (C¨¢diz), seg¨²n confirm¨® el fiscal jefe, Juan Cisneros. Las diligencias previas 85/2010 surgen de varias denuncias de desapariciones de varios beb¨¦s en esos a?os en la zona de Algeciras y La L¨ªnea de la Concepci¨®n. El denominador com¨²n de todas ellas es que, a los pocos d¨ªas de nacer, se dec¨ªa a los padres -generalmente gente humilde a la que ni siquiera se dejaba ver los cad¨¢veres- que los beb¨¦s hab¨ªan fallecido. Algunos familiares de estos ni?os sospechan que, lejos de morir, sus beb¨¦s fueron vendidos.

Todo comenz¨® con la declaraci¨®n p¨²blica realizada por las hermanas D¨ªaz Carrasco, con domicilio en Ir¨²n, quienes consideran "cuando menos, extra?as" las circunstancias que envolvieron la supuesta muerte de su hermano, al poco de nacer en el Hospital de La L¨ªnea de la Concepci¨®n. Cristina D¨ªaz Carrasco asegura que "el 5 de noviembre de 1967 algo raro ocurri¨® en el Hospital Municipal de La L¨ªnea", cuando su madre fue anestesiada para dar a luz y nunca vio a su hijo. Tras comunicarle los m¨¦dicos que hab¨ªa fallecido, su abuela quiso ver el cuerpo del beb¨¦ y le entregaron a un ni?o, que a pesar de que los informes del parto aseguraban que hab¨ªa sido extra¨ªdo con ventosas, no ten¨ªa aspecto de haber sido atendido con ese sistema. Las hermanas D¨ªaz Carrasco aseguran, adem¨¢s, que el ni?o era demasiado grande para ser reci¨¦n nacido. Dudas que llevaron a esta familia a airear el asunto al sospechar que su hermano, lejos de morir, pudo ser v¨ªctima de una venta en adopci¨®n.

A pesar de ello, su hermano tuvo una tumba propia que su madre visitaba en ocasiones, y que dej¨® de existir en 1980 a ra¨ªz de unas obras. La situaci¨®n se torn¨® a¨²n m¨¢s rocambolesca tras el fallecimiento de la madre en 2006, cuando las denunciantes tratan de poner el nombre de su hermano en la l¨¢pida maternal y comprueban que en el registro del cementerio no constaba el entierro de ning¨²n ni?o en esas fechas. Solo en La L¨ªnea de la Concepci¨®n se han denunciado seis casos similares. "Partimos de una docena de nombres de supuestas familias afectadas", afirma el fiscal Cisneros, que considera complicado que las pesquisas lleguen a una conclusi¨®n penal. "Se trata de unos hechos supuestamente ocurridos hace m¨¢s de 40 a?os", aclara.

La investigaci¨®n encuentra dificultades a?adidas. La fiscal¨ªa ha ordenado a la Polic¨ªa Judicial que elabore un atestado para conocer si existe alg¨²n registro de nacimientos y defunciones de los ya desaparecidos hospitales, en los que se produjeron las supuestas irregularidades. Pero en esa ¨¦poca, explica el fiscal, cualquier registro que existiera no estaba informatizado. Y no solo eso, "la Junta de Andaluc¨ªa, que es la Administraci¨®n competente en materia de salud, no exist¨ªa", a?ade.