"Para lograr un crecimiento s¨®lido hay que reducir el d¨¦ficit p¨²blico"
Wolfgang Sch?uble entra en la sala en mangas de camisa y con el nudo de la corbata aflojado. Las temperaturas veraniegas han tomado la enorme sede del Ministerio de Hacienda, donde se prepara la cumbre del G-20 este fin de semana en Toronto. El pasado martes se hablaba todav¨ªa de las posibilidades de Alemania en el partido contra Ghana, que termin¨® ganando uno a cero. El ministro se neg¨® a vaticinar un resultado, pero no se priv¨® de bromear sobre las dificultades de la selecci¨®n francesa. Partidario de que Espa?a se apriete m¨¢s el cintur¨®n presupuestario, Sch?uble es el art¨ªfice de las duras medidas de austeridad del Gobierno alem¨¢n. El veterano pol¨ªtico de 67 a?os lleva en silla de ruedas desde que un loco lo tirote¨® en 1990. Formula sus frases con la sintaxis rigurosa del alem¨¢n culto. Durante m¨¢s de una hora respondi¨® a las preguntas del vespertino franc¨¦s Le Monde, el Corriere della Sera italiano y EL PA?S.
"Los rumores [sobre Espa?a] no me hicieron ninguna gracia"
"Hay que hacer del G-20 un instrumento valioso de regulaci¨®n"
"Los mecanismos de supervisi¨®n
Pregunta. ?Qu¨¦ espera de la cumbre del G-20?
Respuesta. El tiempo pasado desde el inicio de la crisis financiera no debe aminorar el impulso de reforma. Hay que esforzarse para hacer del G-20 un instrumento valioso de regulaci¨®n.
P. ?Por qu¨¦ pide una tasa sobre las transacciones financieras y otra a los bancos?
R. Ambos instrumentos son m¨¢s valiosos si se aplican globalmente, pero no podemos permitir que las dificultades nos impidan tomar decisiones. Si no hay acuerdo global, habr¨¢ que buscar soluciones europeas. En la UE ya hemos avanzado hacia la tasa bancaria, con la que trataremos de reducir la amenaza que encierra la crisis de un banco grande. Al mismo tiempo debemos prevenir que se repitan estas crisis. En eso hay sinton¨ªa con EE UU. La globalizaci¨®n y las nuevas tecnolog¨ªas han hecho que los mercados financieros releguen su verdadera funci¨®n, que es financiar el intercambio real de bienes y servicios.
P. ?C¨®mo valora las cr¨ªticas de Obama a los planes de ahorro alemanes y europeos?
R. En el G-20 hemos alcanzado acuerdos muy claros sobre la estrategia de salida de los programas de reactivaci¨®n econ¨®mica. Aspiramos a un crecimiento sostenible y a una reducci¨®n de los d¨¦ficits p¨²blicos. Casi todos en el G-20 estamos de acuerdo en que estos d¨¦ficits disparados son una de las principales causas de la crisis. Reducimos nuestro d¨¦ficit gradualmente, sin perder la medida. No doy consejos, pero muchos dudan de que los altos d¨¦ficits estadounidenses puedan prolongarse indefinidamente. Es cierto que en Europa hay diferencias profundas en cuanto a competitividad, pero eso no se arregla con m¨¢s endeudamiento. Para lograr un crecimiento s¨®lido, hay que reducir el d¨¦ficit p¨²blico. S¨®lo as¨ª aumentar¨¢ la confianza necesaria para impulsar el consumo y las inversiones.
P. ?Espera que el resto de los pa¨ªses sigan a Alemania en esto?
R. Tenemos acuerdos. No se trata de que nadie siga a nadie, sino de que cumplamos esos acuerdos, como estoy seguro de que haremos todos.
P. ?Hay riesgo de deflaci¨®n?
R. Los presupuestos alemanes para 2010 contemplan un d¨¦ficit de 65.000 millones de euros, lo que sigue siendo un r¨¦cord. Hay que sumarle el de los L?nder y el de los municipios. El a?o que viene lo reduciremos en 11.000 millones de euros. Con estos n¨²meros, no veo ning¨²n peligro de deflaci¨®n. Seamos realistas: la estructura demogr¨¢fica de Alemania no nos concede el potencial de crecimiento que tiene China.
P. Hace 15 a?os defendi¨® usted la Europa de dos velocidades. Angela Merkel ha impulsado un gobierno econ¨®mico con los 27 miembros de la UE y no con los 16 pa¨ªses del euro.
R. Se debat¨ªa entonces si ampliar la UE hacia el Este o afianzar primero las instituciones europeas. Mi respuesta fue: ambas cosas. El Tratado de Lisboa incluye el instrumento de la cooperaci¨®n reforzada. Ahora debemos mejorar las reglas de la Uni¨®n Monetaria.
P. Muchos alemanes sienten que siempre les toca pagar. ?Hasta d¨®nde se puede llegar en la coordinaci¨®n econ¨®mica?
R. La uni¨®n de 16, o de 27, obliga a asumir responsabilidades mutuas. Tenemos intereses y responsabilidades comunes. Necesitamos un sistema de compensaciones. Los fondos europeos son mecanismos de compensaci¨®n. Pero tambi¨¦n hay que cumplir las reglas que nos imponemos. Est¨¢ claro que se ha vulnerado el Pacto de Estabilidad; no s¨®lo los griegos, tambi¨¦n Alemania y Francia lo vulneraron bajo los mandatos de Schr?der y Chirac. Fue un error, as¨ª que trabajamos en fortalecer las reglas.
P. ?Coordinar¨¢n las pol¨ªticas presupuestarias?
R. Tambi¨¦n, respetando la soberan¨ªa de los Parlamentos, que no deben perder de vista su responsabilidad con el conjunto europeo.
P. El Banco Central Europeo es contrario a que se expulse a pa¨ªses de la eurozona.
R. Lo importante es instituir procesos ordenados de reestructuraci¨®n para los pa¨ªses que no cumplan los criterios. Ser¨¢ inevitable hablar de cambios en los tratados. Los mecanismos de supervisi¨®n deben funcionar mejor. Las sanciones no han de ser s¨®lo financieras, sino que podr¨ªan incluir medidas como la retirada temporal del derecho a voto.
P. Hace dos semanas, una serie de informaciones sobre la supuesta inminencia de un recurso de Espa?a al fondo de ayuda europeo citaban "fuentes gubernamentales" alemanas.
R. Esos rumores no me hicieron ninguna gracia. No s¨¦ qui¨¦n los sac¨®, pero le puedo asegurar que no fue este ministerio. El Gobierno alem¨¢n no tuvo nada que ver.
P. ?Es el sistema financiero y bancario alem¨¢n un modelo a seguir?
R. No se trata de eso. La fuerza de Europa surge de sus diferentes experiencias. Somos capaces de dar respuestas comunes y razonables a los problemas. El modelo contrario es el pasado de Europa. Hemos hecho algo nuevo con el continente que ha causado m¨¢s guerras y m¨¢s desastres en los ¨²ltimos siglos. Es un proceso fascinante. No debemos apocarnos.
P. Durante la crisis griega, el Gobierno alem¨¢n dio para muchos una imagen de apocamiento...
R. Creo que nuestras decisiones finales han refutado a los que piensan as¨ª.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.