El misterio rom¨¢ntico de Chris Isaak
Aeropuerto de Mosc¨², 26 de mayo, control de pasaportes a la llegada. "Algo bastante inquietante: me mandaron a una cola especial para la inspecci¨®n y, cuando ya comenzaba a ponerme nervioso y respirar fuerte, un tipo enorme, con el pelo muy corto, cogi¨® mi documento y me ech¨® una larga y severa mirada. '?Chris Isaak?'. Le contest¨¦ que s¨ª y ¨¦l sonri¨® y me dijo: 'Blue hotel es mi canci¨®n favorita'. Y con una se?a me franque¨® la entrada al pa¨ªs". As¨ª, entre suspiros de alivio, arranc¨® hace un mes la gira europea del m¨²sico californiano, en la que Chris Isaak (Stockton, California, 1956) act¨²a desde anteayer en ocho localidades espa?olas.
Y parece una paradoja que un tipo con la imagen intransferible de Isaak, eterno joven Elvis, nariz de boxeador, deba ense?ar el pasaporte para ser reconocido por un fan. Aunque este sea ruso. En cambio, el que uno de sus temas bandera evoque hoteles-refugio para seres rotos, como hizo antes Presley con Heartbreak hotel, responde al gui¨®n. Adem¨¢s de Roy Orbison, el Elvis anterior a Las Vegas inspir¨® su m¨²sica, ese pop con sabores retro y misterio rom¨¢ntico.
"Estoy orgulloso de 'Live at the Fillmore' pese a no ser muy partidario de los discos en vivo"
Con la f¨®rmula inculcada por Orbison, grandes canciones y gran voz, sin apenas parafernalia, Isaak llega con un ¨¢lbum en directo reci¨¦n alumbrado: "Estoy orgulloso de Live at the Fillmore pese a no ser muy partidario de los discos en vivo. Y a menudo llevamos alguna de Orbison en el repertorio. Nunca olvidar¨¦ sus ¨¢nimos al principio de mi carrera. Un d¨ªa en su casa, tocando y pas¨¢ndolo bien, me dijo que le recordaba a Buddy al cantar cierta canci¨®n. M¨¢s tarde ca¨ª en que se estaba refiriendo a Buddy Holly. Roy fue un sure?o provinciano e intelectual, y eso abarca mucho. Tiene gracia, pero, a pesar de su grandeza, la mayor huella que me dej¨® es lo amable que era. Con todos: fans, t¨¦cnicos o teloneros como yo entonces".
Live at the Fillmore recoge alg¨²n in¨¦dito de Isaak, cuya ¨²ltima incursi¨®n en el estudio data de algo menos de a?o y medio. Entonces entreg¨® Mr. Lucky, una espl¨¦ndida colecci¨®n de nuevas composiciones, siete a?os despu¨¦s del m¨¢s flojo Always got tonight. ?l niega cualquier atisbo de musas esquivas en todo este tiempo pese a que antes sol¨ªa ser mucho m¨¢s prol¨ªfico. Y eso que no le falta coartada, dadas sus m¨²ltiples actividades paralelas en cine y televisi¨®n. "Mantengo mi ritmo al escribir. Y en estos a?os he publicado un disco navide?o -Chris Isaak Christmas-, para el que escrib¨ª la mitad de las canciones, y compuse algunos temas extra para mi ¨¢lbum de grandes ¨¦xitos -Best of Chris Isaak-. Adoro trabajar".
De hecho, Isaak aspira a ser considerado "un gran trabajador como Buck Owens", otro de los popes de la m¨²sica estadounidense con los que entabl¨® relaci¨®n. "Fui feliz al conocerle. Era una leyenda viva con sombrero vaquero, alguien ¨²nico: duro e inteligente, r¨²stico y poeta. Me regal¨® una guitarra roja, blanca y azul, con una placa met¨¢lica que dec¨ªa: 'Para Chris, de Buck", cuenta sobre el mito country.
Alguien tan laborioso solo puede, por tanto, ironizar cuando reproduce en su p¨¢gina en Internet una cita del multimillonario Donald Trump: "Todo en la vida es suerte". Isaak no puede negar, sin embargo, que conoce la fortuna. Su explosi¨®n comercial lleg¨® con un golpe de buen fario en 1990: David Lynch incluye en la banda sonora de Coraz¨®n salvaje una toma instrumental de Wicked game, corte del tercer disco de Isaak ni siquiera elegido como single. "Soy muy afortunado porque David no solo puso mi m¨²sica en sus filmes, sino que tambi¨¦n dirigi¨® la primera versi¨®n del v¨ªdeo de ese tema. Adem¨¢s un influyente locutor de la ¨¦poca, Lee Chesnut, no par¨® de pinchar, d¨ªa y noche, Wicked game en su programa. La radio: ?te acuerdas de ella?", suelta socarronamente.
Y, puestos a aunar tajo y viento de cara, Isaak subraya la suerte de trabajar como m¨²sico: "Mi padre tuvo que madrugar toda la vida y compaginar dos tareas, en un aserradero y como manitas ocasional. Miro mi vida, la gente con la que trabajo o la que hay entre mis amigos y c¨®mo he llegado a ver mundo en comparaci¨®n con ¨¦l... S¨ª, soy Mr. Lucky, un suertudo".
Ese cosmopolitismo (pas¨® incluso como universitario un curso en Jap¨®n) contrasta con el apego a su ciudad de residencia, ¨¢lbum con t¨ªtulo obvio incluido, San Francisco days (1993). Y los or¨ªgenes humildes desempe?aron un papel clave en la orientaci¨®n de su m¨²sica y el amor por el rockabilly de los cincuenta: "Mi madre hac¨ªa siempre las compras en una tienda de segunda mano, donde yo pod¨ªa permitirme algunos discos. Material antiguo realmente excitante. Ah¨ª es donde por primera vez escuch¨¦ al Elvis de Sun Records: me cambi¨® la vida".
El artista estadounidense es el anfitri¨®n de un programa televisivo emitido por Biography Channel, The Chris Isaak hour. Su lema reza Live music. Life stories, es decir, entrevistas de Isaak a m¨²sicos c¨¦lebres y actuaci¨®n conjunta en vivo. "Me ha sorprendido lo asequibles que son algunas de estas leyendas. Con Yusuf Islam, Cat Stevens para m¨ª, por ejemplo, fue como regresar con la m¨¢quina del tiempo a cuando yo crec¨ªa con su m¨²sica, que era entonces el no va m¨¢s. Y son¨® tan bien como en los setenta. ?Creo que su vida sana le ha dado realmente fruto! Y los miembros de Chicago, una banda con m¨¢s ¨¦xitos en la radio estadounidense que nadie, no pudieron ser m¨¢s amables".
En las escenas sobrantes del programa (se pueden ver en Internet, www.biography.com/chris-isaak-hour), Isaak pregunta a los componentes de Chicago por qu¨¦ usan un logo, nunca sus caras, en portada. Pregunta l¨®gica para alguien acostumbrado a aparecer en la cubierta de sus discos. "No tengo siempre que estar ah¨ª, pero se trata de una forma f¨¢cil de transmitir qui¨¦n va a cantar", rezonga. Y aunque en las dos ¨²ltimas obras, Mr. Lucky y el directo, sus propias ilustraciones suplen cualquier posado fotogr¨¢fico, Isaak se dibuja a s¨ª mismo. Con gracia, eso s¨ª: "Hoy he estado paseando por Londres y por supuesto que he comprado m¨¢s l¨¢pices de colores. Siempre me gust¨® pintar, quiz¨¢ porque mi hermano Jeff es un gran artista y de peque?os tendemos a imitar al primog¨¦nito".
La epifan¨ªa cinematogr¨¢fica del californiano se produjo en un documental: intervino en Let's get lost, la obra del fot¨®grafo Bruce Weber sobre Chet Baker. Weber hab¨ªa retratado poco antes a Isaak para uno de sus discos y para un reportaje. "Chet era alguien muy asequible, compartimos una sesi¨®n y le ped¨ª que me firmara la partitura. Puso: 'Yeah. Chet Baker'. La gente le hab¨ªa olvidado, y Bruce, una de esas raras personas con o¨ªdo para la m¨²sica y ojo para la imagen, tuvo el buen gusto de refrescarles la memoria".
Y si Baker, el trompetista, fue un icono, lo mismo se puede decir de Isaak, propenso, sin embargo, a colaborar con iconoclastas del cine. Dos nombres: Larry Clark, que dirigi¨® uno de sus v¨ªdeos, y John Waters, su director en el filme Dirty shame. Como actor se ha puesto a las ¨®rdenes tambi¨¦n de creadores menos salvajes (Jonathan Demme, Bernardo Bertolucci, David Lynch), pero a ¨¦l le gusta el gamberrismo. Por ejemplo, el de The Chris Isaak Show, una sitcom televisiva en la que ¨¦l y su banda se interpretaban a s¨ª mismos. "Seguro que con actores verdaderos y la t¨ªpica lucha por robarse plano no habr¨ªa sido tan divertido", proclama.
La banda, Silvertone, una constante en su carrera. "25 a?os juntos. Y se nota esa cohesi¨®n en directo, en comparaci¨®n con otros grupos. Gran swing y grandes solos". Isaak obvia un detalle fundamental, a mediados de los noventa hubo cambio de guitarrista: se march¨® James Calvin Wilsey, responsable de un sonido con las seis cuerdas de gran poder evocador. Su ex jefe opta por el regate: "La gente a veces sale de tu vida, te guste o no". Y elude pronunciarse sobre el reciente estreno en solitario de Wilsey.
M¨¢s empat¨ªa parece conservar hacia Erik Jacobsen, su productor (tambi¨¦n lo fue en los sesenta de The Lovin' Spoonful) hasta hace una d¨¦cada. "Nos vemos de vez en cuando. Es un genio, me lo ense?¨® todo sobre c¨®mo grabar un disco. Y en el ocio se vuelca igual que en la m¨²sica: al cien por cien". En Mr. Lucky, por cierto, particip¨® en la producci¨®n Eric Rosse, responsable de alguno de los primeros trabajos de Lisa Marie Presley, la hija de Elvis. ?Quiz¨¢ el subconsciente?
Isaak no est¨¢ habituado a componer a cuatro manos, a pesar de que su bajista, Roly Sally, es autor de Killing the blues, uno de los temas con los que maravillaron Robert Plant y Alison Krauss en su ¨¢lbum compartido. "A veces le pido que la cante en los conciertos. S¨¦ que antes o despu¨¦s escribiremos juntos. Le llamamos Two Plate Sally, porque es capaz de zamparse dos cenas seguidas sin ganar ni una calor¨ªa".
E Isaak, por su parte, aunque practic¨® el boxeo de joven, conserva la forma agarrado a las olas. Basta con ver su ilustraci¨®n surfera para Live at the Fillmore: "Como boxeador ya solo hago sombra; jugar en el agua resulta m¨¢s divertido que esquivar golpes en la cabeza".
Chris Isaak actuar¨¢ en Vitoria (hoy), Valencia (d¨ªa 28), Madrid (29), Barcelona (30), San Javier (2 de julio) y Granada (3).
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