La guerra mundial por otros medios
Hay dos encuentros internacionales que poseen un especial morbo, los duelos de Inglaterra contra Alemania y contra Argentina
Si el f¨²tbol es la guerra por otros medios, un Mundial es una guerra mundial por otros medios. Algunos pa¨ªses prefieren olvidar la ¨²ltima gran guerra, la segunda, la que empez¨® en 1939 y acab¨® en 1945. Un par de ellos ser¨ªan Francia y Alemania. Pero otros no dejan de recordarla, y con regocijo, como por ejemplo los ingleses, para quienes, como Winston Churchill declar¨® en un famoso discurso, aquel fue "our finest hour", [nuestro momento m¨¢s grandioso].
Por eso no fue del todo sorprendente el haber recibido, tras la noticia de que Inglaterra y Alemania se enfrentar¨¢n ma?ana en octavos de final, un sms de un ex soldado brit¨¢nico con el siguiente comentario: "Este Mundial se ha vuelto como la segunda guerra mundial. Los franceses se rinden a la primera, los ingleses se quedan solos contra los alemanes y los estadounidenses llegan en el ¨²ltimo minuto".
Los ingleses sienten la rivalidad con m¨¢s fervor; el equipo alem¨¢n es m¨¢s joven
Hay dos encuentros internacionales de f¨²tbol que poseen un especial morbo, dos que se aproximan a lo que podr¨ªa ser un Bar?a-Madrid, un Celtic-Rangers o un Boca-River. Son Inglaterra-Alemania y, una deliciosa posibilidad en cuartos de final del actual Mundial, Inglaterra-Argentina. Cada uno deriva su especial tensi¨®n de que ha habido una guerra real -con soldados, batallas y bombas- como antecedente. Y que se guardan en la memoria colectiva algunos ¨¦picos partidos de f¨²tbol.
Como la final del Mundial de 1966 que Inglaterra gan¨® contra Alemania con la inestimable ayuda de un juez de l¨ªnea de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, pa¨ªs que, por cierto, fue aliado de los ingleses en la segunda guerra. Desde entonces el balance futbol¨ªstico (por no hablar del econ¨®mico) se ha inclinado claramente hacia el lado de los alemanes, cuya trayectoria en los ¨²ltimos 10 mundiales ha sido brillante: dos veces han quedado campeones, tres m¨¢s han llegado a la final. Lo mejor que han logrado los ingleses en este per¨ªodo ha sido una semifinal en 1990, que perdieron contra los alemanes por penaltis.
Por eso ser¨¢ que cuando de repente surge un partido contra Alemania los ingleses tienen tanta man¨ªa por olvidar la historia reciente y recordar la victoria de 1945. Las canciones que cantan los aficionados ingleses, y las letras de las canciones, rozan el mal gusto. Una de ellas tiene como estribillo, "dos guerras mundiales y una Copa del Mundo". Otra, que con casi total seguridad se cantar¨¢ en el estadio de Bloemfontein el domingo, es la m¨²sica de una de las pel¨ªculas de guerra brit¨¢nicas m¨¢s exitosa, y m¨¢s crasamente patri¨®tica, de la posguerra, The Dambusters.
En cuanto al tema secundario del partido que se disputar¨¢ sobre el campo, la presi¨®n recaer¨¢ m¨¢s sobre Inglaterra que sobre Alemania. Primero, porque los ingleses sienten la rivalidad con m¨¢s fervor; segundo, porque el equipo alem¨¢n es m¨¢s joven, y muchos de los jugadores tendr¨¢n segundas, o incluso terceras posibilidades de lucirse en un campeonato del mundo. Para el capit¨¢n, Steven Gerrard, para Frank Lampard, John Terry, David James, Jamie Carragher y para la mayor¨ªa de la selecci¨®n inglesa esta ser¨¢ la ¨²ltima oportunidad de competir en un Mundial. M¨¢s alarmante, incluso, no hay pistas de que exista detr¨¢s de ellos una generaci¨®n de futbolistas capaz de jugar al m¨¢s alto nivel, o incluso de volver a vencer a equipos de la talla de Argelia o Eslovenia.
Si pierde Inglaterra ma?ana lo pat¨¦tico del asunto ser¨¢ que a la afici¨®n inglesa, la m¨¢s ferviente del mundo con la posible excepci¨®n de la argentina, tendr¨¢ que seguir consol¨¢ndose con el recuerdo de sus antiguas glorias militares. Los espa?oles tambi¨¦n tienen entre manos la ¨²ltima oportunidad en muchos a?os de conquistar la Copa del Mundo. Y que la met¨¢fora de la Segunda Guerra Mundial aplicada a Inglaterra, Alemania, Estados Unidos y Francia no se acabe extendiendo tambi¨¦n a Espa?a, que en aquellos tiempos, a su manera, se qued¨® fuera.
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