El amante del castillo de Coca
De Nava de la Asunci¨®n a la Laguna de Alba, la ruta de Jaime Gil de Biedma por Segovia
Lo que sigue no es una ruta organizada. Ni est¨¢ se?alizada, ni la encontrar¨¢ en su agencia de viajes m¨¢s cercana, ni en las gu¨ªas, ni le informar¨¢n en el punto de informaci¨®n tur¨ªstica, y tampoco en Internet. Porque lo que sigue son los lugares favoritos del poeta Jaime Gil de Biedma en Segovia, rincones de los que habla en su poes¨ªa, en su diario, y ahora tambi¨¦n en sus cartas, recogidas en un volumen titulado El argumento de la obra (Lumen).
La ruta tiene que comenzar en Nava de la Asunci¨®n, un pueblo grande de la provincia de Segovia. Claro que el viaje podr¨ªa dar inicio con el olor a jara en Guadarrama, pero eso ya es cuesti¨®n de la nariz de cada cual. Podemos seguir oliendo a tierra y a pinares hasta llegar a Nava de la Asunci¨®n, donde los Gil de Biedma pose¨ªan una casa desde finales del siglo XVII. Est¨¢ en la calle Real, enfrente del ca?o. El poema Despu¨¦s de la muerte de Jaime Gil de Biedma ocurre all¨¢. Hoy es un p¨¢lido reflejo de lo que fue. Sigue manteniendo esa dignidad de las casas se?oriales castellanas, recia, de piedra, austera, sin adorno. ?Ay!, pero el paso del tiempo, ese paso del tiempo que tanto importaba a Gil de Biedma, el abandono y la desidia, no han perdonado y la casa amenaza ruina.
Gu¨ªa
Dormir
? La Resiner¨ªa (www.laresineria.es; 921 58 65 34). Cinco Ca?os, 2. Coca. La habitaci¨®n doble, entre 60 y 80 euros.
Comer
? Mes¨®n Las Ordas (921 58 06 14). Plaza de Jos¨¦ Patal¨¢. Nava de la Asunci¨®n.
? Restaurante Goya (www.restaurantegoya.es; 920 30 03 62). Avenida de Emilio Romero, 33. Ar¨¦valo.
? Caf¨¦ Bulevar. Calle Real, 32. Nava de la Asunci¨®n.
Informaci¨®n
? Turismo de Castilla y Le¨®n (www.turismocastillayleon.com; 902 20 30 30).
? Castillo de Coca (921 58 66 22). Abre de lunes a viernes, de 10.30 a 13.00 y de 16.30 a 18.00; s¨¢bados y domingos, de 11.00 a 13.00 y de 16.30 a 19.00. Entrada: 2,70 euros.
Del jard¨ªn franc¨¦s -"distingo cada olor (...) el de la tierra caliente, el de la acacia a mi espalda, el de los setos de boj que ahora ya s¨¦ a qu¨¦ huelen: a siglo XVI. Aroma gazmo?o de las petunias en los arriates soleados", que narra Gil de Biedma en Retrato del artista en 1956- no queda ni rastro, apenas dos cipreses que se tambalean junto a los chalets construidos en sus terrenos.
Inviernos mesetarios
El arco de la puerta carretera se mantiene. Por all¨ª sal¨ªa el poeta a caballo al atardecer a recorrer los caminos que tan bien conoc¨ªa desde que la familia se instal¨® all¨¢ durante los a?os de la Guerra Civil -"Fueron, posiblemente, / los a?os m¨¢s felices de mi vida, / (...) Mi amor por los inviernos mesetarios / es una consecuencia / de que hubiera en Espa?a casi un mill¨®n de muertos".
Otros d¨ªas se pon¨ªa al volante en un Mehari amarillo y hac¨ªa kil¨®metros por las tierras de los alrededores. Disfrutaba mostrando a sus amigos sus rincones favoritos. "No pierdo la esperanza de que alg¨²n d¨ªa vendr¨¢s a mi casa y montaremos juntos a caballo; quiero que t¨² tambi¨¦n conozcas entra?ablemente aquella tierra", le escribe a Carlos Barral desde A Coru?a en 1952. Pinares, caminos, eras, tierras de labranza. Fueron muchos a?os, muchos paseos, cada uno ten¨ªa su historia: "Cada camino en los alrededores de Nava est¨¢ vinculado a una cierta ¨¦poca que fue favorito. Camino de Comunes, de las Cuestas, de los Alisos, de Bernardos, de Santiuste. (...) Luego, una ¨¦poca segunda, cuando ¨ªbamos en camioneta cada atardecer, a tirar al paso de palomas: era el oto?o de 1947 y yo ten¨ªa 17 a?os. No puedo evitar el sentimiento de que entonces pertenec¨ªa a estos lugares de un modo que ahora solo apenas imagino. Aunque sea no m¨¢s que una ilusi¨®n de la nostalgia, porque me acuerdo de que a los veinte ya quise escribir un poema sobre eso".
Los muy mit¨®manos pueden acercarse hasta el cementerio del pueblo, donde est¨¢ el pante¨®n familiar. All¨ª descansa el poeta. Entre caminos preferidos est¨¢ sin duda el que lleva al pinar de los Alisos, otro espacio m¨ªtico de la familia, lugar de reuni¨®n, paseos y meriendas y a cuya ribera dedic¨® un poema: "Un peque?o rinc¨®n en el mapa de Espa?a / que me s¨¦ de memoria, porque fue mi reino (...)". Al pinar (propiedad privada) se accede por un camino de tierra que desemboca en la carretera de Nava-Coca. Un bonito y amable paisaje el que forma el r¨ªo Eresma. Si se sigue el curso del r¨ªo entre los pinares se alcanza la ermita de Saced¨®n (Pedrajas de San Esteban): "Maravillosa excursi¨®n en camioneta por el camino viejo de Valladolid (...), el r¨ªo abajo, entre ¨¢lamos dorados, y m¨¢s all¨¢ el mar de pinares, que al lado de Coca parece alcanzar el horizonte: la sierra de azul de Guadarrama, lejos", narra.
Coca tambi¨¦n era una salida obligada tanto en las estancias de su ni?ez y juventud con su familia como cuando iba con sus amigos a pasar temporadas. Tanto le gustaba que no duda en hacerle en su diario una declaraci¨®n de amor: "Creo que quiero tanto al castillo de Coca que, si pudiese, me acostaba con ¨¦l. Durante a?os y a?os, no ha habido vez que viniera a Nava y no fuera a hacerle una visita. Me s¨¦ de memoria, o me sab¨ªa, todos los recovecos de sus ruinas y bastante de su primitiva estructura (...). Cuando lo recorro siento algo sensual". Seguimos carretera hasta Ar¨¦valo (?vila). ?Qu¨¦ ciudad le ha impresionado m¨¢s?, o algo parecido le debieron de preguntar a Gil de Biedma en el examen a diplom¨¢tico. Y ¨¦l contest¨®: Ar¨¦valo, e hizo seguramente (el examen se perdi¨®) una fant¨¢stica disertaci¨®n sobre la historia de la villa donde se educ¨® Isabel la Cat¨®lica y su arquitectura mud¨¦jar. Le suspendieron. Al poeta, adem¨¢s, le gustaba ir a husmear y comprar por los numerosos anticuarios de la zona y comer cochinillo en alguno de sus mesones. Si hay suerte y se sabe preguntar -los caminos han cambiado mucho, y el AVE Valladolid-Madrid atraviesa esos parajes- entre los pueblos de Villeguillo, Fuente de Santa Cruz y Fuente Olmedo se encuentra la laguna de Alba, donde el poeta sol¨ªa ir a tirar a los patos montado en una vieja furgoneta o simplemente a otear las aves -cig¨¹e?as, patos, garzas- que descansaban all¨¢ de su viaje.
? In¨¦s Garc¨ªa-Albi ha dirigido el documental Jaime Gil de Biedma. Retrato de un poeta.
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