"El truco es dejar de ser intensa"
Pedirle un buen consejo de vida a Marianne Faithfull (Hampstead, Londres, 1946) jam¨¢s podr¨ªa tacharse de gratuito. Es, sencillamente, no dejar pasar la oportunidad de que una de las mujeres de la historia del rock and roll que peor y mejor ha sabido vivir, con una trayectoria que deber¨ªa enmudecer a los moralistas que condenan a la fatalidad los excesos -y ella, hoy una gran se?ora, no se ahorr¨® uno solo-, explique d¨®nde diablos est¨¢ el secreto para levantar la cabeza cuando uno literalmente la ha perdido. Superviviente de absolutamente todo, ¨²ltimamente hasta un c¨¢ncer de pecho, la cantante fuma un cigarro al otro lado del tel¨¦fono desde Par¨ªs, donde reside por temporadas desde hace unos a?os. Con esa voz tan cascada y acogedora como ese maternal regazo, gracias al que una vez la apodaron como "un ¨¢ngel con grandes tetas", responde: "?El truco? Dejar de ser intensa. Yo sol¨ªa ser muy intensa hasta que descubr¨ª que me hab¨ªa pasado de todo y en realidad no me hab¨ªa pasado tanto. Nada era tan importante. Yo dramatizaba todo, una tendencia terrible que solo te hace da?o... aunque, la verdad, para qu¨¦ mentir, lo sigo haciendo. Hace poco me han preguntado por mi pr¨®ximo disco y he dicho que ser¨¢ el ¨²ltimo. ?Por qu¨¦ he dicho eso? ?Por qu¨¦ hablo ya de lo ¨²ltimo? ?Qu¨¦ sabr¨¦ yo del futuro? Ve, dramatizo. Mejor evitarlo".
"Estas son canciones que por alguna raz¨®n nunca me han dejado"
Faithfull hace doble parada en Espa?a con la gira de su ¨²ltimo disco, Easy come, easy go. El d¨ªa 9 en Madrid (dentro de los Veranos de la Villa) y el 10, en el teatro Cervantes de M¨¢laga. "Easy come, easy go es el t¨ªtulo de un viejo blues de mi adorada Bessie Smith. Me gusta esa frase, quiz¨¢ porque yo antes no era as¨ª, y me aferraba, pero ahora s¨ª lo soy, y lo que duele, que se vaya... No hay tiempo que perder." Tanto el disco como la gira (ac¨²stica: "Para el p¨²blico ser¨¢ interesante no verme arropada por una banda") se basan en las 18 versiones que la cantante ha hecho de algunas de sus canciones favoritas. "Las que por alguna raz¨®n no me dejan, que tienen que ver conmigo pero sin yo saber exactamente por qu¨¦".
Faithfull vive entre Par¨ªs y Dubl¨ªn ("Cuando esta ciudad se pone demasiado elegante y estirada me gusta largarme al viejo y asqueroso Dubl¨ªn. Buena mezcla") y, entre disco y disco, se inventa espect¨¢culos para recorrer el mundo. Desde hace un par de a?os viaja por teatros recitando los sonetos de Shakespeare. "Lo hice para divertirme, pero se ha convertido en todo un ¨¦xito. Llenamos cada funci¨®n y hasta se ha vuelto un espect¨¢culo comercial. Yo no recito los sonetos, los hablo, los comento, no hay nada solemne en lo que hago. Empec¨¦ a leerlos con 15 a?os y entonces pens¨¦ que yo era la ¨²nica -?as¨ª era yo!- pero en realidad todo el mundo los conoc¨ªa. Me gustan los que hablan de la fama, del tiempo, de hacerse mayor, del amor, de la belleza... El viejo Willy Shakes, ¨¦l s¨ª que sab¨ªa de esas cosas y sab¨ªa adem¨¢s que sus versos estar¨ªan siempre y que por tanto su amor y su belleza ser¨ªan inmortales y eternos".
Autora de un libro de memorias (editado en Espa?a por Celeste) tan duro como hermoso y redentor, Faithfull se enorgullece de la confesi¨®n -y en gran medida ajuste de cuentas- que supuso aquel relato, aquella historia de una ni?a bien de Hampstead (nieta del hombre que invent¨® el t¨¦rmino masoquista) a la que Mick Jagger dedic¨® Wild horses (Caballos salvajes) el d¨ªa en que, ya separados, ¨¦l tuvo que ir a socorrerla al hospital donde, hecha un despojo humano, estaba a punto de morir. "Escrib¨ª ese libro con 40 a?os y hab¨ªa mucha fantas¨ªa tambi¨¦n en ¨¦l. Pero lo curioso es lo distinto que fue todo a partir de esa edad. Fue muy interesante, y no lo esperaba. Creo que el gran cambio llega al final de los 50 a?os, a partir de ah¨ª todo empieza a ir muy deprisa, demasiado deprisa". Al recordarle la frase Andrew Loog-Oldham, su descubridor, sobre su cara de ¨¢ngel y su estupendo pecho, se r¨ªe: "Es una frase rid¨ªcula. Pero s¨ª, yo era preciosa, y eso asustaba, y me aislaba tambi¨¦n. Pero no he renunciado a ser una mujer guapa, en m¨ª sigue siendo una necesidad".
Asegura que solo ahora empieza a sentirse cansada. "Me he puesto 2014 como un l¨ªmite para parar. Quiz¨¢ no pueda, no lo s¨¦, pero me gusta pensar que puedo"
Faithfull sigue fumando mientras habla. Al darle un impertinente -por obvio- consejo de salud reconoce educada su error. Es f¨¢cil imaginarla (ella que lo dej¨® todo: la hero¨ªna, la calle, todos los amantes posibles y todas las locuras imaginables) agachando la cabeza como una cr¨ªa orgullosa que admite sus faltas: "John Lennon dec¨ªa que fumar le ataba a la tierra. Y a m¨ª me pasa algo parecido. Dej¨¦ de fumar una semana y estaba ida. S¨¦ que lo tengo que dejar, que no es bueno. As¨ª que alg¨²n d¨ªa lo har¨¦".
Babelia
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