Gomorra abre sucursal en Lugo
Cincuenta personas, entre ellas guardias civiles, polic¨ªas, empresarios y un pol¨ªtico est¨¢n incursos en la Operaci¨®n Carioca abierta para investigar una turbia red de prostituci¨®n en Galicia
Lugo parece una sucursal de Gomorra. No solo por el ambiente viciado que se supone que dominaba en la legendaria ciudad b¨ªblica, sino por la corrupci¨®n que devora a la Gomorra inventada por el periodista Roberto Saviano para describir a la temible Camorra napolitana. Esa es la impresi¨®n resultante de la Operaci¨®n Carioca, un ya voluminoso sumario que lleva desde hace dos a?os la juez Mar¨ªa Pilar de Lara Cifuentes. Las indagaciones revelan el abyecto submundo que bulle en torno a cuatro clubes de prostituci¨®n lucenses: m¨¢s de un centenar de mujeres brasile?as coaccionadas, guardias civiles y polic¨ªas corruptos, empresarios sin escr¨²pulos y hasta alg¨²n pol¨ªtico salpicado por el fango de la explotaci¨®n sexual.
La juez indaga si una brasile?a fue asesinada, mientras el sumario revela que hubo mujeres obligadas a abortar
La Operaci¨®n Carioca ha conmocionado a los vecinos de Lugo -una ciudad de 100.00 almas- y ha "puesto de los nervios a un mont¨®n de gente", seg¨²n fuentes de la investigaci¨®n. Y no es para menos teniendo en cuenta que aqu¨ª hay mujeres vejadas y maltratadas, enganchadas a la droga, obligadas a abortar e incluso una posible v¨ªctima de un crimen. Los muros del barrio de Tolda amanecieron un d¨ªa con pintadas en las que una mano an¨®nima preguntaba "?D¨®nde est¨¢ Ana?", en referencia a una brasile?a, madre de un ni?o, que se esfum¨® en 2007. Hay prostitutas que creen que fue asesinada.
La conmoci¨®n social no solo obedece a la podredumbre generada por los s¨®rdidos negocios de la prostituci¨®n, sino tambi¨¦n a la existencia de grabaciones con c¨¢mara oculta en las que se dice que aparecen empresarios, polic¨ªas y pol¨ªticos locales manteniendo relaciones sexuales. En la capital lucense y sus alrededores hay 42 prost¨ªbulos.
La investigaci¨®n comenz¨® en 2008 a ra¨ªz de una denuncia contra un guardia civil de la unidad de Polic¨ªa Judicial de Lugo por supuesta complicidad con una red de tr¨¢fico y casi esclavitud de prostitutas.
El 26 de diciembre de 2008, la juez Lara orden¨® ahondar en la denuncia recogida en las diligencias previas 4449/2008. En ellas hab¨ªa informaci¨®n sobre las actividades del cabo primero Armando Lorenzo Torre, quien atribuy¨¦ndose el cargo de jefe de Extranjer¨ªa, supuestamente solicitaba favores carnales a meretrices bajo la amenaza de echarlas de Espa?a. A la vez, exist¨ªan sospechas de que este agente hab¨ªa influido sobre otros polic¨ªas para legalizar y dar permisos de trabajo y residencia a las suramericanas.
A partir de este hilo, el Servicio de Asuntos Internos de la Guardia Civil se puso manos a la obra y se centr¨® en varios clubes de alterne de Lugo o sus proximidades. En concreto, en los locales Eros, Queens y Volvoreta de la capital y en los denominados La Colina, en Otero de Rei, y Eclipse, en la costa lucense. En estos establecimientos trabajaban decenas de mujeres sometidas a un r¨ªgido y prolongado horario de trabajo y que eran castigadas con "multas" arbitrarias si se ausentaban o se retrasaban en su jornada laboral. "La inmensa mayor¨ªa son extranjeras y se encuentran en Espa?a en situaci¨®n irregular, careciendo de permiso de trabajo y residencia, por lo que tienen un temor generalizado a las actuaciones y redadas policiales", seg¨²n un informe confidencial.
Asuntos Internos constat¨® que tras el turbio entramado hab¨ªa diversas organizaciones de inmigraci¨®n clandestina de mujeres. Esta red se encargaba de organizar el viaje de las brasile?as a Espa?a, comprar el billete de avi¨®n y enviarles dinero para mostrarlo en los controles fronterizos, adem¨¢s de darles recomendaciones sobre c¨®mo aparentar que eran simples turistas. Al llegar a Espa?a, las prostitutas eran recogidas en el aeropuerto madrile?o y trasladadas a los diferentes clubes. Y, a partir de ese momento, quedaban obligadas a saldar la deuda con los proxenetas alquilando lo ¨²nico que ten¨ªan -su propio cuerpo- en tanto que quienes se beneficiaban de esta actividad disfrutaban de un "elevado nivel de vida".
En concomitancia con toda esta oscura estructura, los agentes descubrieron la existencia de "comportamientos corruptos" por parte de integrantes de la Guardia Civil, el Cuerpo Nacional de Polic¨ªa y polic¨ªas locales, as¨ª como otros funcionarios de la Administraci¨®n del Estado, el Ayuntamiento y la Subdelegaci¨®n del Gobierno en Lugo. Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa Ad¨¢n, presunto responsable de los clubes Queens y La Colina, aparec¨ªa como uno de los que dispon¨ªan de una guardia pretoriana policial m¨¢s s¨®lida y extensa, seg¨²n los responsables de las indagaciones.
Tras meses de seguimientos y pinchazos telef¨®nicos, el caso estall¨® a mediados de octubre del a?o pasado, cuando la juez orden¨® detener a los principales implicados y el precintado de los clubes (unos locales bastante cutres, de color rojo o azul¨®n). M¨¢s tarde, la juez dispuso la entrada y registro en la Comandancia de la Guardia Civil y la Brigada Provincial de Extranjer¨ªa de Lugo, donde se incaut¨® de numerosos expedientes.
El tema ha saltado ahora a la opini¨®n p¨²blica nacional y ha traspasado la muralla romana de Lugo, despu¨¦s de que la cadena SER e Intervi¨² difundieran hace unos d¨ªas nuevos datos. Por ejemplo, que el polic¨ªa Francisco Javier Fern¨¢ndez Becerra, destinado en el puesto fronterizo de Madrid-Barajas supuestamente cobraba 300 euros cada vez que hac¨ªa la vista gorda y dejaba pasar a una brasile?a destinada a la prostituci¨®n. O, por ejemplo, que Jes¨²s Otero, ex subdelegado del Gobierno en Lugo, imputado por prevaricaci¨®n, omisi¨®n del deber de perseguir un delito y tr¨¢fico de influencias, hab¨ªa hablado por tel¨¦fono el 8 de mayo de 2009 con un polic¨ªa para pedirle que no expulsara de Espa?a a "una tal Nidia" que planeaba casarse con el hijo de un concejal de Monterroso.
En el sumario, que abarca ya m¨¢s de 40 tomos, han prestado declaraci¨®n unas 300 prostitutas, muchas bajo el marchamo de testigos protegidas y nombradas como Alfa, Beta, Gamma, Delta, etc¨¦tera. Las pesquisas se han saldado con la imputaci¨®n de medio centenar de personas (polic¨ªas, guardias civiles, abogados, due?os y encargados de puticlubes, un ginec¨®logo y el ex delegado del Gobierno). En prisi¨®n solo hay nueve de los acusados. "Pero hay mucha gente que ha dejado de hablar por tel¨¦fono por miedo a tenerlo pinchado", comenta una fuente pr¨®xima al caso.
La juez Lara necesitar¨¢ toda su fortaleza para afrontar las amenazas an¨®nimas y, por otra parte, el previsible contraataque jur¨ªdico de los implicados. Algunos de estos han solicitado la anulaci¨®n de las actuaciones y otros han denunciado haber sido v¨ªctimas de detenci¨®n ilegal por parte de agentes adscritos a la Operaci¨®n Carioca. Adem¨¢s, hay una aut¨¦ntica guerra entre los guardias civiles que llevan el peso de las pesquisas y buena parte de sus compa?eros de Lugo.
La magistrada, que frisa los 40 a?os, murciana de Cartagena recriada en Asturias, hija de un militar, trabajadora hasta la extenuaci¨®n, est¨¢ volcada en este sumario. Un caso con el que cualquier alumno de derecho podr¨ªa estudiar buena parte de los art¨ªculos del C¨®digo Penal: agresi¨®n sexual, inducci¨®n a la prostituci¨®n, inmigraci¨®n irregular, cohecho, falsedad documental, blanqueo de capitales revelaci¨®n de secretos, tenencia il¨ªcita de armas, delitos contra los derechos de los trabajadores, contra la intimidad, contra la salud p¨²blica e inducci¨®n al aborto. Por el momento... Porque habr¨¢ que esperar al levantamiento del secreto que pesa sobre miles de folios para ver si la ponzo?a se extiende a otras personas e instituciones.
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