EE UU garantiza el derecho a ir armado
El Tribunal Supremo impide las restricciones locales y estatales a poseer o portar armas - La sentencia anula una prohibici¨®n impuesta en Chicago
Lo que el Tribunal Supremo declar¨® ayer fue que el control de armas en Estados Unidos es inconstitucional. As¨ª de sencillo. Cualquier ley que proh¨ªba la compra o la posesi¨®n de armas choca frontalmente con la Segunda Enmienda de la Constituci¨®n estadounidense -introducida en 1791-, que literalmente dice: "Siendo necesaria una milicia bien ordenada para la seguridad de un Estado libre, no se violar¨¢ el derecho del pueblo a poseer y portar armas".
La victoria es gigantesca para los amantes de las armas y garantiza a los estadounidenses todo el respaldo legal para defenderse por s¨ª mismos, sin que el Estado tenga plenamente el monopolio de la violencia.
La decisi¨®n llega casi exactamente dos a?os despu¨¦s de que el m¨¢ximo tribunal se pronunciase por primera vez en su historia sobre el derecho constitucional a poseer armas (fue el 26 de junio de 2008). Entonces, el Supremo declar¨® inconstitucional una ley vigente desde 1976 que exist¨ªa en la ciudad de Washington, distrito de Columbia, que prohib¨ªa la venta y posesi¨®n de armas de fuego.
La sentencia supone un ¨¦xito rotundo para la Asociaci¨®n Nacional del Rifle
Los magistrados apuntan a que habr¨¢ "limitaciones" por el tipo de armas
En el caso fallado ayer, el Tribunal va m¨¢s all¨¢ de poner l¨ªmites a leyes federales -como era la de Washington- y protege el derecho individual de los ciudadanos frente a sus autoridades locales o estatales.
El fallo fue ajustado, como el de 2008. Cinco votos a favor y cuatro en contra del total de nueve jueces que integran el Supremo, uno de los cuales, John Paul Stevens, viv¨ªa ayer su ¨²ltimo d¨ªa en el Tribunal. Despu¨¦s de 34 a?os sirviendo a la justicia estadounidense, Stevens se retira a los 90 a?os de edad.
Como en otras muchas ocasiones, el Tribunal se dividi¨® en dos l¨ªneas ideol¨®gicas a la hora de emitir su veredicto. Cinco jueces conservadores (John Roberts, Antonin Scalia, Anthony Kennedy, Clarence Thomas y Samuel Alito) se alinearon a favor del derecho a poseer y portar armas, y cuatro lo hicieron en contra: Stephen Breyer, Ruth Ginsburg (cuyo marido fallec¨ªa el domingo de c¨¢ncer a los 78 a?os, y aun as¨ª ella asisti¨® a la ¨²ltima sesi¨®n del a?o del Tribunal), Sonia Sotomayor y John Paul Stevens. Stevens declar¨® en su voto particular final que "la decisi¨®n se demostrar¨¢ perjudicial para las comunidades de nuestra naci¨®n y nuestra estructura constitucional".
El fallo de ayer est¨¢ relacionado con una serie de leyes, que datan de hace 28 a?os, de la ciudad de Chicago y de una localidad cercana que proh¨ªben la venta y posesi¨®n de armas. Tras la decisi¨®n del Supremo de hace dos a?os y su sentencia de anular la ley que reg¨ªa en Washington, los partidarios del derecho a llevar armas presentaron casi inmediatamente demandas en los tribunales federales para acabar con la legislaci¨®n de Chicago y del barrio de Oak Park, que es una de las m¨¢s estrictas del pa¨ªs. La decisi¨®n del Tribunal Supremo ha sido calificada de "hist¨®rica" y supone un ¨¦xito rotundo para la Asociaci¨®n Nacional del Rifle (NRA, en su sigla en ingl¨¦s) y para millones de ciudadanos que no conciben la vida sin una pistola a mano.
El car¨¢cter simb¨®lico del fallo de ayer es incuestionable. Lo que est¨¢ por ver es el impacto que tendr¨¢ a corto plazo, ya que, como en la decisi¨®n de 2008, los jueces no han entrado en la definici¨®n de "control". ?Se puede vender un misil port¨¢til stinger? ?Puede comprar un arma una persona que acaba de salir de la c¨¢rcel? ?Puede poseer un rev¨®lver un enfermo mental? ?Puede ir armado el guarda de un parque infantil?
Los magistrados del Supremo, de hecho, ya apuntan en su fallo que "algunas limitaciones del derecho [a poseer armas] podr¨ªan sobrevivir a las exigencias legales".
Ochenta personas mueren cada d¨ªa en Estados Unidos por armas de fuego, cerca de 30.000 al a?o. 34 de las muertes diarias son homicidios, y el resto de los casos son suicidios o muertes accidentales. Noventa millones de estadounidenses, de una poblaci¨®n de 310, poseen un total de 200 millones de armas, lo que convierte al pa¨ªs en la naci¨®n del mundo con mayor ¨ªndice de armas en manos de civiles.
El 40% de los hogares norteamericanos posee al menos un arma de fuego. El fen¨®meno est¨¢ plenamente aceptado por la poblaci¨®n, que lo asocia al car¨¢cter individualista de la naci¨®n. La familia m¨¢s respetable del barrio m¨¢s seguro de Estados Unidos duerme con un rev¨®lver bajo la almohada. El Tribunal Supremo lo ha garantizado.
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