Eva Hibernia estrena 'La Am¨¦rica de Edward Hopper'

Hay algo que est¨¢ claro. Cuando las pol¨ªticas culturales ayudan a la creaci¨®n con actividades coherentes y bien pensadas, la creaci¨®n emerge, crece y encuentra caminos donde desarrollarse.

Estos d¨ªas tenemos un claro ejemplo en el teatro Espa?ol, donde se representa La Am¨¦rica de Edward Hopper, obra escrita y dirigida por Eva Hibernia, joven dramaturga que ha participado en el proyecto T6 del Teatro Nacional de Catalu?a (TNC).

Formada en la Escuela de Arte Dram¨¢tico de Madrid, Hibernia fue elegida como autora residente del T6, un taller anual que forman seis autores con los que el TNC se compromete a estrenarles e incluso (a trav¨¦s de un convenio con las salas alternativas) a externalizar sus trabajos para que se vean en otros circuitos esc¨¦nicos.

El proyecto naci¨® en 2002 y por ¨¦l han desfilado 34 espect¨¢culos, de los que hemos visto en Madrid el famoso El m¨¦todo Gr?nholm, de Jordi Galcer¨¢n (con Carlos Hip¨®lito entre otros), y Al menos no es Navidad, de Carles Alberola (con Amparo Soler Leal y Asunci¨®n Balaguer). Las credenciales no pueden ser mejores.

El montaje que ahora nos llega y que permanecer¨¢ hasta el 25 de julio, ya se ha paseado por varias salas y ciudades y ha ido recogiendo buenas cr¨ªticas y galardones. Hibernia lo cre¨® partiendo de un calendario que le regal¨® una amiga en el que a cada mes le correspond¨ªa un cuadro de Hopper. "Tuve un chispazo, vi un n¨²cleo de creaci¨®n, adem¨¢s mi teatro siempre anda a vueltas con el tiempo, la idea del paso del tiempo me fascina", dice esta mujer que ha contado con un buen equipo para su espect¨¢culo: los actores Alicia Gonz¨¢lez La¨¢ y Joaqu¨ªn Daniel, adem¨¢s del escen¨®grafo Jon Berrondo y la iluminaci¨®n de Quico Guti¨¦rrez "un aut¨¦ntico poeta de la luz", dice la directora.

"El lugar b¨¢sico donde sucede la obra es la habitaci¨®n de un hotel. A esa habitaci¨®n an¨®nima, se le van superponiendo otras, en distintos puntos del planeta: un pueblo costero del Mediterr¨¢neo, Nueva York, Boston, Polonia...", se?ala Hibernia.

"Los personajes, un hombre y una mujer, que tambi¨¦n se transforman en otros personajes, transitan por esas habitaciones y juegan a encontrase escondi¨¦ndose en falsas identidades, juegan a saber de su verdad ¨ªntima inventando cuentos", a?ade esta mujer que comparte con el pintor estadounidense algunos referentes comunes, como las puertas que se abren, los espacios interiores, los estados de intimidad y la fascinaci¨®n por el anonimato en las habitaciones de hotel, que tanto inquietan.