?Error humano o acierto inhumano?
El f¨²tbol prefiere defender la pol¨¦mica que genera la injusticia a corregirla utilizando la tecnolog¨ªa - Todo para la televisi¨®n, pero sin la televisi¨®n, parece ser el lema de la FIFA - El 'pinganillo' es la m¨¢xima concesi¨®n a la nueva era
Cuando un ¨¢rbitro se equivoca clamorosamente, el afectado estalla, pero el f¨²tbol crece. Este es el pensamiento ¨²nico de los organismos futbol¨ªsticos que siempre han hecho prevalecer la pol¨¦mica sobre los criterios de la justicia. Una reversi¨®n ¨¦tica seg¨²n la cual la injusticia es m¨¢s eficaz que la justicia y el error es m¨¢s fecundo que el acierto. Los fallos manifiestos en los partidos Alemania-Inglaterra (un lanzamiento del ingl¨¦s Lampard que bot¨® dentro de la porter¨ªa pero no fue concedido como gol) y Argentina-M¨¦xico (en el primer gol argentino T¨¦vez estaba en fuera de juego) en el Mundial de Sud¨¢frica han reabierto una pol¨¦mica hasta el momento est¨¦ril: la aversi¨®n del f¨²tbol a corregir los errores humanos mediante la ayuda de elementos tecnol¨®gicos, a seguir defendiendo el factor humano pase lo que pase, a regatear el uso de la televisi¨®n para tomar o rectificar decisiones a pesar de que el f¨²tbol mismo se nutre de millones y millones de euros de los derechos televisivos.
El 'gol' de Hurst en el Mundial del 66 no se comprob¨® hasta 1995
Hasta David Cameron pide el uso de m¨¢quinas en los estadios
La FIFA prohibi¨® ayer que se vean jugadas conflictivas en los estadios
El m¨¢ximo rector ha rechazado de momento los balones con chip
El sindicato internacional de futbolistas pide m¨¢s tecnolog¨ªa
I?aki S¨¢ez: "La FIFA se plantea este tema en todas las reuniones"
Bajo esa premisa, el mundo federativo del f¨²tbol siempre ha sido reaccionario a cualquier cambio de normas y utilizaci¨®n de soportes tecnol¨®gicos que garanticen la equidad. Desde que corri¨® el primer bal¨®n -en China, seg¨²n unos, en Inglaterra, seg¨²n otros-, la ¨²nica modificaci¨®n tecnol¨®gica producida hasta ahora ha sido el pinganillo que coordina a los ¨¢rbitros con sus jueces de l¨ªnea. M¨¢s all¨¢, la nada, a pesar de que la tecnolog¨ªa ha encontrado, l¨®gicamente, muchas respuestas para resolver enredos como los producidos el domingo, por ejemplo, en esos dos partidos del Mundial: desde el uso de balones con chip a elementos como el Ojo de halc¨®n, extendido ya con toda normalidad en el tenis y el ejemplo m¨¢s claro de que las m¨¢quinas s¨ª ayudan al arbitraje en muchas otras disciplinas, pero no en el deporte rey.
El pensamiento ¨²nico opina que el factor humano est¨¢ en el f¨²tbol por encima de todo. As¨ª ha evolucionado este deporte hist¨®ricamente. Por eso nacieron las tandas de penaltis, por ejemplo, para evitar los partidos interminables que agotaban a los jugadores -las invent¨® un periodista gaditano en 1962, la UEFA se las apropi¨® en 1971 y en 1982 se aplicaron ya en un Mundial-. Por lo tanto, sostienen los jerarcas del f¨²tbol, el error humano forma parte del juego. Si puede errar un futbolista, puede errar un ¨¢rbitro, y ni siquiera la aplicaci¨®n de la tecnolog¨ªa ser¨ªa la panacea: una misma jugada, incluso vista en v¨ªdeo, puede deparar m¨²ltiples interpretaciones.
"En cualquier caso, la Comisi¨®n de la FIFA se re¨²ne tres veces al a?o y en todos los encuentros este tema es el principal del orden del d¨ªa", afirma I?aki S¨¢ez, ex seleccionador espa?ol y miembro de dicha comisi¨®n. "Adem¨¢s, Beckenbauer siempre nos recuerda el famoso gol del ingl¨¦s Hurst en la final del Mundial 66...". Un gol, por cierto, que no se pudo comprobar t¨¦cnicamente que no hab¨ªa entrado hasta 1995, a velocidad de f¨²tbol.
Cuando esos errores se han incrementado, la respuesta de los organismos rectores del f¨²tbol, como la UEFA y la FIFA, ha sido ampliar la n¨®mina de ¨¢rbitros que vigilan un encuentro, "algo que deber¨ªa ser obligatorio en una competici¨®n como un Mundial, pero que no puede ser universal, por su coste", a?ade S¨¢ez. Hasta seis se han concentrado la ¨²ltima temporada en los partidos de la Liga Europa: el ¨¢rbitro principal, dos asistentes, dos jueces de porter¨ªa y el cuarto ¨¢rbitro en la banda. Pero el resultado no ha variado: los errores con seis ¨¢rbitros no se han corregido, sino que se ha elevado el n¨²mero de culpables.
El pasado mes de marzo, la IFAB (el organismo que decide sobre las normas futbol¨ªsticas), integrada por la federaci¨®n internacional (FIFA) y las cuatro asociaciones brit¨¢nicas, zanj¨® el tema de un plumazo. Joseph Blatter, presidente de la FIFA, aport¨® siete razones para no utilizar la tecnolog¨ªa para subsanar los errores humanos: la universalidad del juego -el f¨²tbol, dicen, debe jugarse del mismo modo en un pueblo peque?o que de modo profesional-, su simplicidad, el factor humano, la pasi¨®n de la discusi¨®n que generan los incidentes, el coste econ¨®mico de implantar la tecnolog¨ªa, el riesgo de sustituir al ¨¢rbitro por una m¨¢quina y el dinamismo del juego. Blatter no descubri¨® el Mediterr¨¢neo del f¨²tbol, solamente sigui¨® la corriente.
La FIFA desestim¨® la implantaci¨®n de chips en el bal¨®n que transmitiera una se?al al ¨¢rbitro cuando traspasaba la l¨ªnea de gol porque no era del todo exacta ya que a veces el portero cubre con su cuerpo el bal¨®n e impide la se?al. La utilizaci¨®n de monitores de v¨ªdeo por parte del cuarto ¨¢rbitro no es un tema absolutamente descartado, seg¨²n fuentes de la FIFA. Al contrario, es un debate recurrente, aunque en marzo se dijera no.
El v¨ªdeo, sin embargo, s¨ª ha sido aprobado para la funci¨®n sancionadora. Los comit¨¦s de Competici¨®n pueden actuar de oficio ampar¨¢ndose en im¨¢genes de televisi¨®n en casos de agresiones que el ¨¢rbitro no ha percibido en el campo. Hasta ah¨ª llega la modernidad. Ni siquiera la medici¨®n del tiempo de juego utiliza m¨¢s tecnolog¨ªa que un cron¨®metro y lo juzga el ¨¢rbitro a su modo y manera. "Es un deporte humano", recordaba Michel Platini, presidente de la UEFA, antes del Mundial, "y como humano debe tener aciertos y errores".
Muchos jugadores y entrenadores, en cambio, piden una ayuda tecnol¨®gica. Michel, que sufri¨® la no concesi¨®n de un gol legal frente a Brasil en el Mundial de 1986, similar al que padeci¨® el domingo Lampard con Inglaterra, no quiere entrar en an¨¢lisis "porque es un tema recurrente, que surge cada dos o cuatro a?os, y los que tienen que tomar decisiones no las toman". "Nosotros, los jugadores y entrenadores, no tenemos nada que hacer", explica el ahora t¨¦cnico del Getafe.
FIFpro, el sindicato internacional de futbolistas, tambi¨¦n reclam¨® ayer en un comunicado "que se introduzca inmediatamente la tecnolog¨ªa en la l¨ªnea de gol" y que se experimente con el "sistema de repetici¨®n de im¨¢genes, para ver si es posible aplicarlo a otras situaciones del juego". Hasta el primer ministro brit¨¢nico, David Cameron, se uni¨® ayer al debate: "El uso de la tecnolog¨ªa puede ser una ayuda. Soy gran seguidor del cr¨ªquet y el tenis, y creo que las m¨¢quinas han sido una ayuda en Wimbledon. Tal vez esto sea algo que el f¨²tbol puede ahora considerar". No parece que la FIFA le vaya a escuchar.
El riesgo de rearbitrar los partidos tambi¨¦n ha sido uno de los argumentos utilizados por Michel Platini. En definitiva, el f¨²tbol no ha cambiado ni un ¨¢pice a pesar de que el mundo ha dado mil vueltas desde que se cre¨® en el siglo XIX el primer reglamento futbol¨ªstico.
El f¨²tbol adquiri¨® su primer nivel de relevancia cuando la galaxia Gutenberg lo llev¨® a los peri¨®dicos. El segundo empuj¨®n se lo dio la radio. Pero la galaxia del f¨²tbol se expandi¨® con la televisi¨®n, que le dio los millones de euros -o d¨®lares-, y los espectadores que necesitaba para expandirse por todo el mundo. El f¨²tbol le dio una vuelta a la m¨¢xima del despotismo ilustrado, Todo para el pueblo, pero sin el pueblo, y resolvi¨® Todo para la televisi¨®n, pero sin la televisi¨®n. El problema es que no ha medido la influencia de la televisi¨®n. A los cinco minutos de producirse el gol nada fantasma de Inglaterra, el v¨ªdeo ya estaba colgado en todos los servidores de Internet. El ¨¢rbitro ya hab¨ªa sido sacrificado y la pasi¨®n excesiva, a la que se apela, linda a veces con el riesgo de incidentes. Los l¨ªmites entre la pasi¨®n y el conflicto son muy delgados. La televisi¨®n podr¨ªa ahorrar conflictos.
La FIFA, mientras, volvi¨® a dar esquinazo al problema. Todo el estadio, incluidos jugadores, entrenadores y ¨¢rbitros, pudieron ver por la pantalla gigante del Soccer City c¨®mo T¨¦vez hab¨ªa marcado en fuera de juego para Argentina contra M¨¦xico. Pero las normas impiden cambiar una decisi¨®n mediante el uso de im¨¢genes, incluso a sabiendas de que ha sido injusta e ilegal. Para evitar problemas, la FIFA dijo ayer que ha tomado medidas "para que esto no vuelva a suceder". Pero en lugar de solucionar el problema, lo ha camuflado. Si las im¨¢genes muestran una jugada pol¨¦mica, fuera im¨¢genes. "Una de las instrucciones que les dimos a los responsables del programa de entretenimiento que se ofrece por las pantallas es que se pod¨ªan repetir jugadas, pero no acciones conflictivas. Es por razones de seguridad. Seremos m¨¢s estrictos para que no se repita", indic¨® un portavoz de la FIFA, encogido de hombros ante la contradicci¨®n de que en el estadio haya 32 c¨¢maras de televisi¨®n pero ninguna se utilice para mejorar el arbitraje. En la era tecnol¨®gica, el f¨²tbol es el papiro y Dunga, seleccionador brasile?o, su profeta: "Con la tecnolog¨ªa, los periodistas y los entrenadores, al paro". El f¨²tbol, a lo suyo.
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