Ley del Cine, ley de la discordia
La nueva legislaci¨®n en Catalu?a, que ser¨¢ aprobada hoy, obliga a doblar al catal¨¢n un 50% de pel¨ªculas - Los empresarios hablan de "imposici¨®n pol¨ªtica y ling¨¹¨ªstica"
En 2011 no habr¨¢ actor de Hollywood que no hable catal¨¢n. La pol¨¦mica Ley del Cine, que ser¨¢ aprobada hoy en el Parlamento de Catalu?a, mantiene la obligatoriedad de que todas las pel¨ªculas dobladas o subtituladas que se estrenen en Catalu?a tengan la mitad de las copias en catal¨¢n. La ¨²nica excepci¨®n son los filmes comunitarios, que solo deber¨¢n cumplir esta exigencia a partir de las 16 copias.
De nada han servido las duras cr¨ªticas de exhibidores y distribuidores, que llegaron a convocar una huelga de cines el pasado 1 de febrero y que han intentado por todos los medios paralizar el proyecto de ley. Los empresarios del cine no descartan nuevas movilizaciones contra lo que consideran "una imposici¨®n pol¨ªtica".
Los exhibidores no descartan una nueva huelga contra la normativa
Con los ¨¢nimos calientes por la sentencia del Constitucional, la ley se aprobar¨¢ con el apoyo de los partidos que integran el Gobierno tripartito (PSC-ERC-ICV), la oposici¨®n de PP y Ciutadans y la inc¨®gnita de si al final CiU votar¨¢ a favor o se abstendr¨¢. "Depender¨¢ de los ajustes de ¨²ltima hora, pero en todo caso no votaremos en contra por lo que la aprobaci¨®n est¨¢ asegurada", se?al¨® ayer el parlamentario convergente Jordi Cuminal. "No se entender¨ªa que CiU no votar¨¢ una ley que defiende la lengua catalana y que, adem¨¢s, ellos hab¨ªan intentado implantar por decreto hace unos a?os", comentaban ayer fuentes del tripartito.
La tramitaci¨®n parlamentaria ha pulido algunos aspectos de la ley, pero ha mantenido las cuotas que tanto han soliviantado al sector de exhibidores y distribuidores. Es m¨¢s, en el caso de los exhibidores se explicita ahora de forma clara esta obligaci¨®n que en el anterior enunciado se centraba s¨®lo en los distribuidores. El texto final amplia hasta siete a?os la implantaci¨®n final de la norma, que se comenzar¨¢ a aplicar de manera progresiva a los seis meses de su aprobaci¨®n.
La aprobaci¨®n de esta ley puede interpretarse como uno de los triunfos de Esquerra Republicana, que la ha impulsado desde el Departamento de Cultura como uno de los ejes de su mandato. Esgrimen desde ERC que en 2009 s¨®lo un 2,9% de los filmes exhibidos en Catalu?a lo fueron en catal¨¢n (lo que incluye versiones originales y dobladas) por lo que, insisten, el espectador no tiene la posibilidad de elegir idioma ya que la oferta es pr¨¢cticamente inexistente.
Los ejes de la pol¨¦mica se han centrado en la distribuci¨®n y exhibici¨®n de los productos for¨¢neos. As¨ª, a trav¨¦s de la imposici¨®n de cuotas se asegura que casi la mitad de las pel¨ªculas tengan versi¨®n catalana: adem¨¢s, con la creaci¨®n de una red concertada de salas, pretenden romper el que consideran un monopolio de las majors estadounidenses promoviendo la exhibici¨®n de filmes catalanes o de filmograf¨ªas minoritarias en versi¨®n original subtitulada.
Juan Ram¨®n G¨®mez Fabra, presidente de la Federaci¨®n de Cines de Espa?a, utilizaba ayer las palabras "desesperaci¨®n" e "irritaci¨®n" para explicar el ¨¢nimo de los empresarios de cine en Catalu?a ante "la imposici¨®n ling¨¹¨ªstica y nacionalista" que en su opini¨®n supone la nueva ley. G¨®mez Fabra explic¨® que en ning¨²n momento los responsables pol¨ªticos en Catalu?a se han avenido a negociar los puntos m¨¢s conflictivos del texto. "Ha sido todo una imposici¨®n", a?ade el presidente de Fedicine, para quien la situaci¨®n ha empeorado claramente desde que se dio a conocer el texto. "Es una intromisi¨®n pol¨ªtica en un sector privado y las consecuencias de cara a la iniciativa privada son muy negativas. Se van a ver limitados los t¨ªtulos de las pel¨ªculas para poder exhibir en Catalu?a, sobre todo cuando est¨¢ demostrado la preferencia del p¨²blico en esa comunidad por el cine en castellano".
Los exhibidores estudian nuevas medidas de presi¨®n, entre las que no se descarta una nueva huelga como la que llevaron a cabo a principios de febrero de este a?o en protesta por lo que entonces era un proyecto. "Algunos de mis colegas en Catalu?a terminar¨¢n por tirar la toalla y convertir¨¢ su sala en un garaje", finaliza.
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