El fin del derrotismo

Am¨¦rica Latina est¨¢ derribando las profec¨ªas que la condenaban al infortunio. A la consolidaci¨®n de la democracia y al crecimiento econ¨®mico de los ¨²ltimos a?os se une ahora un nuevo dato esperanzador: la desigualdad social, una de las lacras del continente, se ha reducido en un 1,1% anual entre 2000 y 2007. As¨ª lo indica un estudio auspiciado por el Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD), que constata que, por primera vez en la historia, la brecha entre ricos y pobres se ha reducido de forma significativa en 12 de los 17 pa¨ªses investigados.

"Es la ¨²nica regi¨®n del mundo en la que esto est¨¢ pasando", afirma la economista argentina Nora Lustig, coordinadora del trabajo junto al experto mexicano Luis Felipe L¨®pez-Calva. En otros pa¨ªses emergentes, como China, India o Sur¨¢frica, la desigualdad va en aumento. "En Latinoam¨¦rica, en cambio, la reducci¨®n es generalizada, al margen de variables sociodemogr¨¢ficas o pol¨ªticas".

En los a?os noventa, Am¨¦rica Latina era m¨¢s desigual que Asia y ?frica Subsahariana. Las pol¨ªticas de liberalizaci¨®n econ¨®mica aplicadas tras la crisis de la deuda de 1982 (el llamado Consenso de Washington) trajeron estabilidad macroecon¨®mica y mayor crecimiento, pero incrementaron la brecha social porque los ajustes se cebaron con la poblaci¨®n m¨¢s pobre. Esa tendencia, sin embargo, se ha revertido desde 2000.

Factores esenciales

Para explicar este fen¨®meno, los expertos estudiaron a fondo los casos de Argentina, Brasil, M¨¦xico y Per¨². Y encontraron dos factores esenciales: por un lado, la expansi¨®n de la educaci¨®n b¨¢sica en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas ha permitido una mejor cualificaci¨®n de la fuerza laboral y, por tanto, una disminuci¨®n en las diferencias salariales. Por otro, la puesta en marcha de las "transferencias estatales", es decir, ayudas (en dinero o en especie) a las familias m¨¢s pobres, condicionadas a la escolarizaci¨®n de los hijos. "Los estudios muestran una mejora en la salud y la escolaridad infantil, y a un costo bajo: estos programas suponen alrededor del 0,5% del PIB", afirma Lustig.

Claro que el impulso a la educaci¨®n y las pol¨ªticas redistributivas est¨¢n directamente vinculados al fortalecimiento de la democracia y a unos liderazgos que han priorizado la lucha contra la pobreza. As¨ª, la combinaci¨®n de crecimiento, estabilidad financiera, responsabilidad fiscal y pol¨ªticas sociales ha permitido que 37 millones de latinoamericanos hayan salido de la pobreza, 12 puntos menor que en 2002.

"Am¨¦rica Latina se est¨¢ convirtiendo en un continente de clases medias", afirma Jos¨¦ Juan Ruiz, director de Estrategia para la regi¨®n del Banco Santander. "El cr¨¦dito al consumo, antes inexistente, oscila hoy entre el 5% y el 10%. Un tercio de la poblaci¨®n activa est¨¢ en los bancos. Hace 10 a?os, no llegaba al 10%". El potencial es enorme. Los mercados internos crecen, el sistema financiero es el m¨¢s sano de los pa¨ªses emergentes, la inflaci¨®n (4% de media) est¨¢ bajo control y los indicadores macroecon¨®micos son mejores que los de EE UU o Espa?a, se?ala Ruiz. A pesar de la crisis actual, la CEPAL acaba de elevar del 4,1% al 4,5% la previsi¨®n de crecimiento para este a?o.

Ahora bien, otros expertos, como el economista Leandro Prados de la Escosura, aconsejan no cantar victoria. Si bien la mejora de los indicadores de desarrollo humano apunta a la consolidaci¨®n de una tendencia, no puede descartarse, en su opini¨®n, que estemos ante un "simple cambio c¨ªclico". Las desigualdades siguen siendo altas, y hay una gran dispersi¨®n entre los pa¨ªses.

Nora Lustig rechaza cualquier atisbo de triunfalismo y advierte que hay que consolidar el proceso. Las deficiencias en la calidad educativa dificultan el acceso de la poblaci¨®n pobre a la educaci¨®n superior. Y es conveniente aumentar una recaudaci¨®n fiscal que no llega al 18% del PIB (frente al 35% de media de los pa¨ªses de la OCDE). Jos¨¦ Juan Ruiz a?ade la necesidad de fortalecer las instituciones y la seguridad jur¨ªdica. Con todo, a Latinoam¨¦rica "le est¨¢ haciendo falta un nuevo relato", alejado del derrotismo. Atr¨¢s quedan los tiempos en que, como dec¨ªa el presidente brasile?o, Lula da Silva, "el fracaso ten¨ªa m¨¢s prestigio intelectual que el ¨¦xito".