Messi no lo puede hacer todo
En Argentina desaparecieron los jugadores que debieron aparecer y Alemania le pas¨® por arriba en todas las l¨ªneas. La imagen de Mascherano presionando y corriendo solo detr¨¢s de todo el mundo explica los problemas que tuvo el equipo. El tercer gol se produce despu¨¦s de una jugada en la que Schweinsteiger desborda por la izquierda a dos delanteros argentinos: Higua¨ªn y Pastore. ?D¨®nde estaban los defensas? Schweinsteiger se mete en el ¨¢rea y pasa atr¨¢s y entonces descubrimos que hay otros dos alemanes que han hecho dos movimientos y est¨¢n solos y listos para rematar. Confiaba mucho en esta selecci¨®n y fue una paliza que yo no recordaba. Simplemente, no encontramos respuestas y acabamos con un 4-0 en el peor de los partidos imaginables. Maradona nunca terminar¨¢ de comprender c¨®mo perdimos as¨ª. No lo podr¨¢ asimilar.
Maradona nunca terminar¨¢ de comprender c¨®mo perdimos as¨ª. No lo podr¨¢ asimilar
Argentina jug¨® todo el Mundial con cinco delanteros, sin elaborar y sin presionar. Apost¨® por la carta de la contundencia, pero a los delanteros les falt¨® lucidez para resolver los problemas que se encontraron ante Alemania. Los alemanes se defendieron con entusiasmo y sin desordenarse, como se defienden esos equipos que saben que, si recuperan la pelota, tendr¨¢n premio. Vieron que cada vez que Argentina perd¨ªa la pelota no la recuperaba enseguida. Dejaba huecos y facilitaba grandes traslados. Schweinsteiger y M¨¹ller recorr¨ªan 20 metros con ella en los pies sin problemas. La comparaci¨®n con Espa?a surge inmediatamente porque es el caso opuesto. Cuando Espa?a pierde el bal¨®n arriba, no te deja maniobrar con facilidad. Te come. Lo recuperan ah¨ª mismo y lo vuelven a jugar porque tiene jugadores como Piqu¨¦ y Ramos, que son muy r¨¢pidos y expertos en dar ese primer pase. Argentina, cuando lo perd¨ªa, dejaba muchos espacios entre l¨ªneas porque ninguno de sus cuatro defensas es suficientemente veloz ni tiene condiciones para iniciar la jugada con limpieza.
La falta de un centrocampista que transporte la pelota hasta la zona de tres cuartos para dejar libre a los atacantes fue nuestro problema m¨¢s grave. Sin esa figura que completa la elaboraci¨®n, Messi debi¨® tirarse atr¨¢s. La jugada m¨¢s interesante de Argentina viene cuando Messi arranca desde la zona de zagueros derecha, deja a tres alemanes por el camino y se pone en el ¨¢rea contraria con un pase a Di Mar¨ªa, que pic¨® por el otro lado. Si le pedimos a Messi que baje a iniciar la jugada, no le podemos pedir que desequilibre arriba. Como Messi tuvo que hacer todo, perdi¨® energ¨ªa. Ah¨ª se acab¨® la capacidad de desequilibrio de la delantera argentina. Porque en este Mundial el 80% de las jugadas de Messi fueron lo mejor de Argentina.
Con Messi implicado en todo tipo de faenas, los delanteros argentinos no fueron capaces de generar situaciones ni de tener un mano a mano. El funcionamiento colectivo de Alemania fue suficiente para frenar a unas individualidades libradas a la improvisaci¨®n. Higua¨ªn, T¨¦vez, Di Mar¨ªa y el propio Messi debieron trasladar menos, tirar m¨¢s diagonales, aparecer m¨¢s en los espacios, crear obstrucciones en los centrales contrarios y confundirlos un poco m¨¢s con movimientos sin pelota. Que no fueran capaces de tirar una pared, que no se quedaran nunca mano a mano con el defensa, habla de falta de agilidad mental. Si los defensas alemanes estuvieron tan c¨®modos fue porque siempre vieron la jugada de frente y tuvieron a su delantero bien referenciado y encimado.
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