Alemania, 0; China, 1
?Qui¨¦n se ha comportado mejor durante esta crisis econ¨®mica: Angela Merkel, la canciller de Alemania, o Hu Jintao, el presidente de China? El chino.
S¨¦ que esta afirmaci¨®n resultar¨¢ sorprendente. Nos hemos acostumbrado a o¨ªr que, debido a sus bajos sueldos, China presiona a la baja los salarios de sus competidores e incluso contribuye al desempleo en el resto del mundo. China tambi¨¦n es acusada de mantener artificialmente bajo el valor de su moneda, lo que abarata a¨²n m¨¢s sus exportaciones y encarece el costo de los productos que importa. Tambi¨¦n sabemos de su autoritarismo, sus violaciones a los derechos humanos, sus constantes robos a la propiedad intelectual, su amistad con cualquier tirano dispuesto a darle acceso a materias primas, y que reg¨ªmenes espantosos como los de Corea del Norte y Myanmar o los genocidas de Darfur cuentan con su apoyo.
?En qu¨¦ cabeza cabe, entonces, la defensa del Gobierno chino? He sido un duro y permanente cr¨ªtico de las pr¨¢cticas represivas de Pek¨ªn. Y lo sigo siendo. Pero debo reconocer que, en esta crisis, la Rep¨²blica Popular China ha sido un actor global serio, responsable y competente. Y que Alemania lo ha sido mucho menos. Por eso hoy Hu Jintao merece loas y Angela Merkel reproches.
Millones de personas en el mundo conservan su trabajo gracias a las pol¨ªticas econ¨®micas de China. Y otros varios millones en Europa y otras partes no consiguen trabajo debido a las pol¨ªticas econ¨®micas de Alemania. Mientras China contribuye a generar actividad econ¨®mica en otras regiones, la inacci¨®n alemana irradia presiones que la contraen.
China se ha transformado en el gran motor de la econom¨ªa mundial. Cuando la segunda econom¨ªa m¨¢s grande del mundo crece al 10% anual levanta a muchos otros pa¨ªses. Gracias a China, por ejemplo, la crisis no tuvo peores consecuencias para Am¨¦rica Latina y el resto de Asia. La econom¨ªa mundial crece al 4% y China por s¨ª sola genera el 1% de este crecimiento. En otras palabras, le debemos a China el 25% de la tasa de expansi¨®n econ¨®mica del mundo.
Hu Jintao y su Gobierno reaccionaron ante la crisis con rapidez y efectividad. En 2009 aprobaron un gigantesco est¨ªmulo fiscal de 568.000 millones de d¨®lares. Cuando vieron que en 2010 la econom¨ªa mundial segu¨ªa an¨¦mica, pisaron el acelerador y aumentaron el cr¨¦dito. La expansi¨®n monetaria creci¨® un extraordinario 30% en solo dos a?os. Pero Pek¨ªn no solo tom¨® decisiones acertadas; tambi¨¦n evit¨® caer en peligrosas tentaciones. En el peor momento de la crisis, en 2008, Rusia propuso a los chinos que ambos vendieran de manera coordinada y masiva su cartera de bonos de Fannie Mae y Freddie Mac, los dos gigantescos entes financieros estadounidenses. Los chinos se negaron. De haber ca¨ªdo en esa tentaci¨®n, la crisis para el mundo hubiese sido mucho m¨¢s grave.
Entretanto, en Berl¨ªn... Negaci¨®n, austeridad, prudencia, confusi¨®n, lentitud y obsesi¨®n por las encuestas y la pol¨ªtica dom¨¦stica. Alemania tiene las reservas y la fortaleza econ¨®mica para ayudar a que sus vecinos salgan de su estancamiento. Pero Angela Merkel no las quiere usar. La audacia y seguridad de Hu contrastan con la cautela de Merkel. ?l decide, ella duda. Y mientras, una gran parte de Europa sigue parada.
Sabemos que la conducta de las naciones no est¨¢ motivada por el altruismo, sino por sus intereses. Las decisiones de Hu Jintao son tan nacionalistas como las de Angela Merkel. Pero mientras que el l¨ªder chino entendi¨® que el bienestar de su pa¨ªs depende de lo que le pasa al resto del mundo, la canciller alemana parece creer que es posible aislar a su pa¨ªs de la cat¨¢strofe econ¨®mica de sus vecinos. Es una gran iron¨ªa que la salud de la econom¨ªa capitalista globalizada est¨¦ dependiendo tan cr¨ªticamente de Hu Jintao, quien en 2004 a¨²n exhortaba al Partido Comunista chino a "defender las grandes banderas del marxismo". mnaim@elpais.es
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