Conductas ejemplares
Los empresarios valencianos est¨¢n sorprendidos y decepcionados por el resultado de la fusi¨®n de nuestras cajas de ahorro. Esto es, al menos, lo que asegura Jos¨¦ Vicente Gonz¨¢lez, el presidente de la CEV. Si me lo permite el se?or Gonz¨¢lez, yo dir¨ªa que todos los valencianos -con excepci¨®n de nuestro Gobierno- nos sentimos desilusionados con las consecuencias de la operaci¨®n. Quiz¨¢ nos falta ese sentido de Estado que adorna al presidente Camps y que le lleva a aplaudir las fusiones. Pero, fuera de un gran estadista, a qui¨¦n le gusta que su regi¨®n pierda el control de dos importantes empresas financieras. S¨ª, comprendo bien la decepci¨®n de los empresarios valencianos; no llego a entender, en cambio, su sorpresa. ?De qu¨¦ habr¨ªamos de sorprendernos? ?Acaso alguien ha trabajado para que se produjera un desenlace diferente?
Los problemas de las cajas de ahorro valencianas -problemas que les han obligado a aceptar una fusi¨®n en desventaja- no comenzaron precisamente hace cuatro d¨ªas. ?Ya no recuerda nadie cuando Eduardo Zaplana nombraba a los presidentes de las cajas y se permit¨ªa despedir a sus directores generales? ?Qu¨¦ dijeron, en aquel momento, las organizaciones empresariales? ?Mostraron su decepci¨®n por la conducta del jefe del Consell? No hablar¨¦ de las reacciones de los empresarios de Valencia porque no las conozco lo suficiente, pero s¨ª puedo decir cual fue la respuesta en Alicante: un encendido aplauso a las decisiones de Eduardo Zaplana, un tipo con el que todos ansiaban fotografiarse. Fue en aquellos d¨ªas de pensamiento ¨²nico, cuando se establecieron las bases de nuestro presente. Todo lo sucedido despu¨¦s, con las variaciones propias del estilo Camps, es consecuencia de aquel camino.
Creo recordar que fue en diciembre pasado cuando el se?or Pons, presidente de la Asociaci¨®n Valenciana de Empresarios, public¨® las bases del que deb¨ªa ser el nuevo modelo productivo de la Comunidad. Coincid¨ªa el proyecto, en sus puntos b¨¢sicos, con el que quiso poner en marcha el rector Pedre?o, algunos a?os antes, en la Universidad de Alicante. ?Recuerdan ustedes cu¨¢l fue la reacci¨®n de los empresarios alicantinos al intento de crear un parque cient¨ªfico en la Universidad? Por consideraci¨®n, no repetiremos todo lo que nuestros empresarios dijeron entonces. Por cierto, fue en esas mismas fechas, cuando el presidente de la patronal alicantina -s¨ª, s¨ª, el presidente de la patronal- animaba a los industriales de la provincia a abandonar la "vieja econom¨ªa" y subirse en el pr¨®spero autob¨²s de la construcci¨®n. Afirmaba -con una innegable visi¨®n de futuro-, que hab¨ªa comenzado una nueva era.
Conviene recordar estas cosas porque la memoria goza de escaso aprecio en nuestra sociedad. Gracias a la desmemoria, hay personas que han podido desarrollar unas carreras p¨²blicas admirables, como sabe el se?or Cholbi. Yo creo, sin embargo, que debemos combatir la desmemoria y asumir nuestras responsabilidades, por una simple cuesti¨®n de higiene personal. Se habla mucho de responsabilidad, pero pocos est¨¢n dispuestos a asumirla. Al d¨ªa de hoy, ?conocen a alg¨²n responsable del estado en que se encuentran nuestras cajas de ahorro? Se dir¨ªa que estas empresas de banca han llegado a la situaci¨®n actual por efecto de una fuerza superior desconocida, incontrolable, frente a la que nada pod¨ªan hacer sus directivos. ?Pobres directivos, cu¨¢nto deben de haber sufrido obligados a invertir en empresas que no deseaban!
Vistas como est¨¢n las cosas, no me parece mal que los empresarios llamen a la sociedad civil. S¨ª, hay que regenerar la sociedad civil, pero quiz¨¢ deber¨ªamos antes predicar con el ejemplo. Como ha se?alado -admirablemente, por cierto- Javier Gom¨¢, en este pa¨ªs "sobran leyes y faltan conductas ejemplares".
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