La devaluaci¨®n del valenciano

"No habr¨¢ un paso atr¨¢s en cuanto a la difusi¨®n y a la presencia social y en el sistema educativo del valenciano". A¨²n era solo candidato cuando Francisco Camps se present¨® ante su electorado el 12 de abril de 2003 -en plena campa?a de las auton¨®micas- como el bar¨®n territorial del PP enfrentado al Ministerio de Educaci¨®n de Aznar por los pol¨¦micos recortes del horario lectivo del valenciano, catal¨¢n, gallego y euskera contenido en la derogada Ley Org¨¢nica de Calidad de la Ense?anza. Tambi¨¦n propuso, como colof¨®n de su programa, la creaci¨®n de una Universitat Lliure de Valencia. La iniciativa, seg¨²n la describi¨® el actual presidente de la Generalitat, pretend¨ªa la educaci¨®n superior on-line para "estudiar valenciano desde cualquier rinc¨®n del mundo".

Educaci¨®n limitar¨¢ el biling¨¹ismo en centros escolares de habla castellana

La Acad¨¨mia ha advertido dos veces del retroceso de la lengua

El valenciano en las universidades se ha estancado, debido a que dependen del voluntarismo del profesorado. Y, sobre todo, a la falta de formaci¨®n con que llegan los estudiantes de Bachillerato. La falta de continuidad del valenciano en los institutos hace que de los 138.223 alumnos de Infantil y Primaria que estudian valenciano s¨®lo 58.626 contin¨²an en la ESO.

Una de las razones: los puestos de trabajo docente de los institutos no est¨¢n catalogados. La batalla de los agentes educativos y sociales para que la Administraci¨®n exija el requisito ling¨¹¨ªstico a todos los aspirantes a ocupar una plaza de Secundaria se qued¨® en el camino definitivamente el 15 marzo de 2009, con el anuncio de la primera huelga general de la ense?anza no universitaria.

Rotas las negociaciones con la Plataforma per l'Ensenyament P¨²blic -por el empecinamiento de Camps y de Alejandro Font de Mora, su consejero m¨¢s longevo en el cargo con casi ocho a?os al frente de la pol¨ªtica educativa- Educaci¨®n dio marcha atr¨¢s al acuerdo de catalogar en septiembre las plazas de Secundaria.

Desde 2003 la ense?anza en valenciano ha crecido a un ritmo anual del 3%. "Si tenemos en cuenta el aumento de poblaci¨®n, es una de las cifras m¨¢s bajas de la historia desde 1983", ha denunciado Escola Valenciana.

Con estos mimbres, Camps ha optado por modificar el esp¨ªritu de la Llei d'?s i Ensenyament de 1983 sin pasar por las Cortes. El borrador de las instrucciones de inicio del pr¨®ximo curso, limita el biling¨¹ismo en los colegios de los 142 municipios castellanohablantes y abre la puerta a que los padres de alumnos contrarios a la lengua puedan vetar el valenciano. La consejer¨ªa justifica este extremo en una "exenci¨®n" que figura en el desarrollo de la LUEV. Es decir, la excepci¨®n hecha norma.

Tampoco ha hecho mella en Camps, el consenso social de sindicatos, partidos, universidades y entidades culturales -incluida la Acad¨¨mia Valenciana de la Llengua- para implantar el requisito ling¨¹¨ªstico en la Administraci¨®n valenciana. El pasado martes 29, el PP dio cerrojazo en las Cortes a las enmiendas en esa direcci¨®n de la Plataforma pel Requisit Ling¨¹istic, defendidas por la oposici¨®n. S¨®lo el 1,2% de la Administraci¨®n atiende en valenciano, pese a que el 65% de los 190.000 funcionarios est¨¢n capacitados.

En dos legislaturas, Camps ha recibido al menos dos advertencias sonoras alertando del retroceso del uso del valenciano de la Acad¨¨mia Valenciana de la Llengua. Con todo, donde m¨¢s intransigente se ha mostrado ha sido con la unidad de la lengua catalana y valenciana, que estuvo a punto de dinamitar una ponencia consensuada de la AVL.

En noviembre de 2004, Camps rechaz¨® de plano la doble denominaci¨®n sobre la que trabajaba una ponencia de la AVL, en aras de la normalizaci¨®n ling¨¹¨ªstica. Su fobia a la "unidad ling¨¹¨ªstica" ha llevado a su consejero a practicar la "insumisi¨®n" en las 35 sentencias del Tribunal Superior de Justicia que reconocen el t¨ªtulo de Filolog¨ªa Catalana -el ¨²nico acreditado en el Estado- en las oposiciones docentes. Harto de la judicializaci¨®n el juez del TSJ, Rafael Manzana, sent¨® precedente en julio y conden¨® a la Administraci¨®n valenciana por "faltar, reiteradamente a su obligaci¨®n de respetar y cumplir las sentencias firmes". Del "ni un paso m¨¢s", a imputar a la Administraci¨®n Camps de "conducta temeraria", en palabras del juez.