Espa?a acoger¨¢ a cinco disidentes
Una cumbre con Ra¨²l Castro, Moratinos y el cardenal Ortega sell¨® el acuerdo - El ministro espa?ol concluye su visita a Cuba con un ¨¦xito diplom¨¢tico
No por esperado result¨® menos sorprendente. La visita a Cuba del ministro de Asuntos Exteriores, Miguel ?ngel Moratinos, acab¨® de forma espectacular. Con el anuncio de que ser¨¢n liberados los 52 presos del llamado Grupo los 75 que siguen entre rejas. Cinco de ellos, cuya identidad se desconoc¨ªa, "podr¨¢n salir en breve para Espa?a en compa?¨ªa de sus familiares".
El acuerdo se cerr¨® durante una ins¨®lita reuni¨®n a tres bandas entre Moratinos, el presidente cubano, Ra¨²l Castro, y el cardenal Jaime Ortega, en la que tambi¨¦n estuvo presente el canciller cubano Bruno Rodr¨ªguez. La reuni¨®n, que dur¨® m¨¢s de seis horas, incluy¨® una comida c¨®mplice en la residencia de Castro y de postre todos vieron juntos el partido Espa?a-Alemania.
Italia tambi¨¦n recibir¨¢ a algunos de los opositores cubanos liberados
"Se abre una nueva etapa en Cuba", dijo ayer el titular de Exteriores espa?ol
"Sentimos una enorme satisfacci¨®n. Se abre una nueva etapa en Cuba con el deseo de zanjar definitivamente la cuesti¨®n de los presos", dijo un exultante Moratinos despu¨¦s del encuentro, antes de regresar a Espa?a. Seg¨²n Moratinos, "ya no hay ninguna raz¨®n para mantener la Posici¨®n Com¨²n [europea]". "Esto era lo que mis colegas me pidieron, espero que ahora respondan al compromiso", dijo Moratinos. El 14 de junio, en Luxemburgo, el ministro explic¨® a sus hom¨®logos de la UE la operaci¨®n en marcha y les pidi¨® una pr¨®rroga de dos meses, hasta septiembre, para decidir si se reafirmaba la Posici¨®n Com¨²n, aprobada a iniciativa de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar en 1996, o se derogaba para sustituirla por un acuerdo bilateral, en el que deber¨ªa incluirse un cap¨ªtulo sobre derechos humanos.
Fuentes de la delegaci¨®n espa?ola dijeron que la excarcelaci¨®n de los presos pone a cero el cuentakil¨®metros de las reformas en la isla y que a partir de ahora pueden producirse otros movimientos. "Lo ocurrido es muy importante", asegur¨® una fuente espa?ola, que expres¨® su convicci¨®n de que todos los presos de conciencia ser¨¢n liberados.
Lo sucedido puede considerarse un ¨¦xito personal de Moratinos, que hab¨ªa empe?ado su prestigio en conseguir un gesto del r¨¦gimen castrista hacia los prisioneros pol¨ªticos, frente al escepticismo de muchos en la UE.
La reuni¨®n a tres bandas estuvo precedida el martes por sendas entrevistas por separado del ministro espa?ol con su hom¨®logo cubano y el cardenal Ortega, y por un encuentro de los tres ayer. El ministro, que fue recogido por funcionarios cubanos en la residencia del embajador espa?ol en La Habana temprano en la ma?ana, acudi¨® a la cita en solitario, sin ning¨²n asesor, y no regres¨® hasta las seis de la tarde, despu¨¦s de celebrar el triunfo de la selecci¨®n espa?ola.
Moratinos, adem¨¢s de "acompa?ar" el di¨¢logo entre la Iglesia y Ra¨²l Castro, ha jugado varias bazas en el complejo ajedrez pol¨ªtico cubano. De un lado, se ha comprometido a poner todo su empe?o en que se derogue la denominada Posici¨®n Com¨²n de la UE, que La Habana rechaza; de otro, se ha mostrado dispuesto a acoger en Espa?a a una parte de los presos liberados. Ya en febrero de 2008, tras la primera visita de Moratinos a Cuba, Espa?a acogi¨® a cuatro disidentes excarcelados: Pedro Pablo ?lvarez Ramos, Omar Pernet Hern¨¢ndez, Jos¨¦ Gabriel Ram¨®n Castillo y Alejandro Gonz¨¢lez Raga.
El pasado 10 de junio, Moratinos y Rodr¨ªguez se reunieron en Par¨ªs y a partir de ah¨ª se precipitaron los acontecimientos. Ese mismo d¨ªa, acompa?¨® al presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, al Vaticano, donde se entrevist¨® con el "ministro de Asuntos Exteriores del Papa", Dominique Mamberti, quien a mediados de ese mes visit¨® La Habana para respaldar la mediaci¨®n de la Iglesia. En las conversaciones mantenidas en Roma con el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, se acord¨® que Espa?a e Italia acoger¨ªan a algunos de los opositores liberados.
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