'Twittering from Catalunya'
Hace unos d¨ªas, uno de los participantes en una tertulia radiof¨®nica, catal¨¢n ¨¦l, se refer¨ªa a un c¨¦lebre aserto de Zapatero que recibi¨®, y sigue recibiendo, airados reproches de nuestra derecha m¨¢s exaltada: "la naci¨®n es un concepto discutido y discutible", dijo el presidente. El tertuliano catal¨¢n dec¨ªa aprobar esas palabras y lamentaba que el presidente no les hubiera sido fiel (?). Naturalmente, las aprobaba para defender que Catalu?a es una naci¨®n indiscutida e indiscutible. La conclusi¨®n razonable de las palabras de Zapatero es, por el contrario, la siguiente: aparquemos la palabreja, y hagamos de ella un concepto pol¨ªtico irrelevante.
Hace tambi¨¦n unos d¨ªas, le o¨ªamos decir aqu¨ª "ad¨¦u Espanya" al artista Perejaume. Se fundaba para ello en una supuesta agresi¨®n de una cultura hacia otra. No estoy muy seguro de si el artista Perejaume no hubiera pensado lo mismo si el Estatut hubiera salido indemne en su totalidad de la sentencia del Constitucional. Tampoco s¨¦ muy bien lo que la "cultura" significa para el se?or Perejaume, y si no es el "adeu Espanya", previo a cualquier otra consideraci¨®n, lo que la informa. A los artistas ¨²ltimamente les entusiasman los chiringuitos institucionales: cuantos m¨¢s haya, mayores las oportunidades. Si chiringuitos y mercado fueran incompatibles, se resistir¨ªan a salir de su caba?a, de su cultura, pero no los veo muy por la labor.
Dec¨ªa tambi¨¦n Joaquim Trias, due?o de Galletas Trias, que las consecuencias de la sentencia ser¨ªan negativas porque Catalu?a seguir¨ªa sometida al expolio fiscal, aunque quiz¨¢ servir¨ªan para que la sociedad catalana se diera cuenta de que eran considerados una colonia. Podr¨ªa exportar la idea el se?or Trias. ?Qu¨¦ no podr¨ªa ocurrir cuando los neoyorquinos descubrieran que son una colonia de Arizona!
El ¨²ltimo problema que Espa?a tiene pendiente es el de su articulaci¨®n plurinacional. Lo dec¨ªan aqu¨ª seis personalidades catalanas relevantes. Ese habr¨ªa sido el problema m¨¢s candente en los momentos en los que Espa?a ha recuperado la libertad pol¨ªtica: la Segunda Rep¨²blica en 1931 y la transici¨®n en 1977. Lo que cabr¨ªa preguntarse tambi¨¦n es cu¨¢nto contribuyeron los plurinacionalistas a cargarse la primera y cu¨¢nto est¨¢n dispuestos a contribuir para cargarse la segunda.
Los espa?oles, dicen asimismo las personalidades relevantes, deber¨ªan aceptar, en su caso, que Catalu?a es una naci¨®n; y los catalanes deber¨ªan reconocer, si llega el momento, que Espa?a no es s¨®lo un Estado, sino una muy vieja naci¨®n de Occidente de matriz cultural castellana. ?Qu¨¦ forma de ocultar la beligerancia bajo f¨®rmulas de respeto! El Estado, que incluye tambi¨¦n a Catalu?a, es una realidad demasiado neutra y hay que desenmascararlo. Bajo su amable disfraz se oculta la naci¨®n del otro y hay que sacarla a la luz para...?De verdad que en Catalu?a se aplaude eso de que "la naci¨®n es un concepto discutido y discutible"?
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