Jazz "in crescendo"

La fidelidad al Festival de Jazz de Vitoria supera todas las crisis, incluso la presente. Ayer lo confirmaba el director del certamen, I?aki A?ua: la venta de entradas se mantiene por encima de las previsiones una jornada antes de que comiencen siete d¨ªas intensos de m¨²sica, con 73 conciertos en 12 escenarios. Es m¨¢s, la actuaci¨®n de Paco de Luc¨ªa ya presenta el cartel de "no hay entradas", "salvo los 15 bonos que nos quedan por vender", anunciaba ayer al mediod¨ªa A?ua, que afrontaba con un relajo evidente los proleg¨®menos de la 34? edici¨®n del festival.

Tan s¨®lo le inquietaba el cumplimiento del horario del primer concierto, el tradicional pic-nic familiar en torno a la m¨²sica de Nueva Orleans, ma?ana domingo. "Empezaremos con puntualidad brit¨¢nica a las seis de la tarde para terminar a las ocho y poder disfrutar de la final del mundial de f¨²tbol", afirm¨® rotundo.

A lo largo de siete d¨ªas se ofrecer¨¢n 73 conciertos en 12 escenarios

Tras este aperitivo, el lunes la programaci¨®n se centra en dos propuestas dispares, que reflejan la riqueza del jazz y caracteriza el resto del programa. Por un lado, el d¨²o de pianos de la propuesta Konexioa que une a m¨²sicos vascos con americanos: el teatro Principal acoger¨¢ la actuaci¨®n del donostiarra I?aki Salvador con el brasile?o de S?o Paulo, Helio Alves. Aqu¨ª la sensibilidad intimista del vasco se fusionar¨¢ con la alegr¨ªa y la habilidad del latinoamericano. Y ya por la noche, The Harlem Jubilee Singers llevar¨¢ al pabell¨®n de Mendizorrotza esa forma de interpretar el gospel, "que s¨®lo es posible porque surge de la fe, de la creencia", recordaba A?ua.

El festival continuar¨¢ su andadura a lo largo de la semana, en lo que se presenta como un in crescendo hasta el concierto final de Paco de Luc¨ªa el s¨¢bado 17. Despu¨¦s del gospel del lunes, el homenaje a Django Reinhardt, el martes, con el violinista Didier Lockwood y sobre todo, el gran pianista cubano Gonzalo Rubalcaba, que preparar¨¢ los cuerpos para la noche de blues del mi¨¦rcoles.

Abrir¨¢ la velada el guitarrista Larry Carlton, m¨²sico de estudio de lujo (ha participado en m¨¢s de 100 grabaciones que han obtenido el disco de oro) y en su haber figura la composici¨®n del tema de la serie de televisi¨®n Canci¨®n Triste de Hill Street. Aunque la estrella es el m¨ªtico Buddy Guy, de quien Eric Clapton ha dicho: "Representa para m¨ª lo que Elvis para otras personas. Mi trayectoria estaba definida y ¨¦l fue mi modelo a seguir".

Despu¨¦s del subid¨®n del blues, un poco de exquisitez no viene mal. El festival presenta el jueves una combinaci¨®n que agradar¨¢ al aficionado m¨¢s purista. El saxofonista Joshua Redman, con su doble base r¨ªtmica de dos bater¨ªas y dos contrabajos, ejercer¨¢ de heterodoxo anfitri¨®n de la cantante Dianne Reeves.

El viernes se ha reservado para los pesos pesados, aquellos valores seguros que no defraudan nunca. Randy Crawford y el tr¨ªo de Joe Sample llegar¨¢n en primer lugar al escenario para dejar paso a la Freedom Band, supergrupo que integran Chick Corea, Kenny Garret, Christian McBride y Roy Haines, que recuperar¨¢n aquel esp¨ªritu setentero, actualizado por supuesto, de aquel jazz el¨¦ctrico.

El cierre del festival cuenta con la presencia de dos grandes: Marcus Roberts y Paco de Luc¨ªa. Considerado como uno de los artistas m¨¢s singulares y originales del jazz, muchos defienden que Marcus Roberts es uno de los genios del piano de hoy en d¨ªa.

Pero el genio por excelencia es Paco de Luc¨ªa, que regresa cuatro a?os despu¨¦s al Festival de Jazz de Vitoria, cuando con Wynton Marsalis crearon momentos musicales dif¨ªciles de olvidar que fueron el embri¨®n de su posterior trabajo conjunto en la Suite Vitoria. El concierto concluir¨¢, sin duda, con alguna sorpresa del guitarrista gaditano, como aquella ocasi¨®n en la que invit¨® a dos m¨²sicos de la Julliard School, la escuela de jazz que durante a?os ha ofrecido cursos durante el festival, a que subieran al escenario. "Al terminar el concierto, antes de los bises, charl¨® con ellos un momento en el backstage, les toc¨® un poco de Entre dos aguas y al ver que le segu¨ªan con sus instrumentos, les subi¨® al escenario y se mont¨® toda una fiesta", recordaba ayer I?aki A?ua, con la confianza segura (s¨®lo hab¨ªa que verle la cara) de que este a?o el Festival de Jazz terminar¨¢ tambi¨¦n improvisando.