"Traducir en la UE a Felipe y a Su¨¢rez fue emocionante"
A Juana Lahousse le cuesta pronunciar el motivo que, en 1962, oblig¨® a su padre a emigrar. "Deudas", balbucea con sonrojo. El padre de la responsable de Comunicaci¨®n del Parlamento Europeo, empresario, dej¨® as¨ª su Almer¨ªa natal por un trabajo en una mina de B¨¦lgica. Juana ten¨ªa tres a?os cuando puso un pie en la estaci¨®n de Charleroi y, aunque cueste creerlo, lo recuerda: "El cielo estaba triste. Y los hombres ten¨ªan los ojos negros de carb¨®n". No lo parece, pero es un recuerdo feliz: "Mis padres volv¨ªan a unirse y eso era lo esencial".
Lahousse, de 58 a?os, cuenta estas cosas mientras comemos en el restaurante de una amiga suya, hermana de Emilio Arag¨®n. Alegre y vivaracha (y se adivina que de armas tomar), trae preparado el porqu¨¦ de su elecci¨®n: "Unani significa otro sabor en japon¨¦s. Me interesaba escoger un local distinto cuyo concepto es la b¨²squeda de nuevos sabores, que pone a prueba el paladar". Y tras esta sugerente introducci¨®n, Juana Lahousse se olvida de la teor¨ªa y se lanza en plancha a por el men¨² del d¨ªa: tempura y risotto.
La int¨¦rprete espa?ola es la jefa de Comunicaci¨®n del Parlamento Europeo
En B¨¦lgica, la familia se desenvolvi¨® como pudo. "Y ten en cuenta que entonces no era como hoy", dice. "En las fruter¨ªas belgas no hab¨ªa ni un tomate". Lahousse recuerda el esfuerzo de su madre, que en los buenos tiempos lleg¨® a tener servicio en casa, y su propio esfuerzo por "fundirse y pasar desapercibida". Cuando la profesora pasaba lista y llegaba a su nombre -Juana Ju¨¢rez: un dolor para un franc¨®fono-, se mor¨ªa.
Los Ju¨¢rez se adaptaron al nuevo pa¨ªs. Su padre logr¨® un empleo menos duro. Y su madre encontr¨® su sitio ayudando al resto de espa?oles, que le encomendaban en sobres sus ahorros. Cada dos a?os la familia emprend¨ªa un viaje de cuatro d¨ªas a Almer¨ªa y volv¨ªan cargados de recados: almendras, embutidos o una paloma que ella y su hermana liberaron de su jaula (una caja de zapatos) en la estaci¨®n de Par¨ªs.
Tras la jubilaci¨®n, los Ju¨¢rez regresaron a Espa?a. Todos, menos ella, que sinti¨® la llamada de una Europa que se estaba cociendo en Bruselas, y all¨ª se mud¨®. "En 1986 ten¨ªa 27 a?os. Era un momento apasionante, quer¨ªa formar parte de ¨¦l". Y lo hizo de primera mano: esta int¨¦rprete tradujo al espa?ol en negociaciones a Felipe Gonz¨¢lez, "tan joven", o a Adolfo Su¨¢rez, "tan listo y elegante". "Fue emocionante. Y tambi¨¦n la entrada de Espa?a en la UE. Fue abrirle la puerta y verla crecer".
Por entonces se cas¨® con un compa?ero belga con el que tuvo tres hijos. El apellido, Lahousse, es de ¨¦l. "Lo contrario te complica la vida administrativa", se justifica Lahousse, que est¨¢ preocupada por la divisi¨®n de B¨¦lgica: "Est¨¢ estallando mientras todo el mundo observa con una tranquilidad...".Durante a?os, ella fue la responsable de la cabina de los int¨¦rpretes espa?oles, y vivi¨® el salto de los 12 pa¨ªses miembros a los 27. "Es complicado de gestionar pero... It works! (funciona)". Desde marzo, es directora de Comunicaci¨®n del Parlamento Europeo. "Interpretar es comunicar", dice a modo de explicaci¨®n. ?Las claves de su trabajo? "Lanzar mensajes claros, sencillos y contundentes". ?Retos? "Ponerle cara a Europa y acercarla al ciudadano, pero sin autoflagelarse. Lograr la movilizaci¨®n ciudadana es dif¨ªcil y cuanto m¨¢s lejano el organismo, peor". ?Una teor¨ªa? "Que una Europa de consenso y sin debate no interesa a nadie". ?Postre? "No". ?Caf¨¦? "Tampoco".

Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
