Rajoy: el presidente es el problema

Esta vez es imposible perder. Esa es la idea instalada entre los estrategas del PP. Por fin, despu¨¦s de seis a?os de dificultades en los debates sobre el estado de la naci¨®n, Mariano Rajoy llegar¨¢ al Congreso el mi¨¦rcoles con casi todo a favor. El Gobierno est¨¢ en sus horas m¨¢s bajas, enfrentado a su electorado natural, con una huelga en ciernes y el PP le saca 10 puntos. Cada vez m¨¢s espa?oles creen que Rajoy ganar¨¢ las elecciones. S¨®lo la corrupci¨®n en la Comunidad Valenciana, de nuevo, y su inacci¨®n ante los esc¨¢ndalos, entorpecen el camino del l¨ªder del PP.

La c¨²pula conf¨ªa en que este asunto no ocupe ning¨²n espacio en el debate. Rajoy lo est¨¢ preparando a conciencia, como siempre. El grupo parlamentario, dirigido por Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, le ha hecho muchos papeles. ?lvaro Nadal, muy cercano a ¨¦l, le aconseja en temas econ¨®micos, con Crist¨®bal Montoro a la cabeza del equipo. Pero el gran asesor, con el que prepara el discurso y las r¨¦plicas a Zapatero, momento clave del debate, es el soci¨®logo Pedro Arriola, uno de los pocos que acuden a la casa de Rajoy en Aravaca (Madrid), el sitio donde m¨¢s le gusta trabajar.

Rajoy, aseguran en su entorno, est¨¢ preparando un discurso dur¨ªsimo. Zapatero ha dado un viraje total, y el l¨ªder del PP quiere probar que lo ha hecho tarde y mal, obligado por Europa, y sobre todo que no tiene credibilidad. A¨²n as¨ª, el l¨ªder tambi¨¦n dir¨¢ que ¨¦l cree que Espa?a es fuerte y puede salir de la crisis, siempre que se vaya Zapatero.

Para Rajoy, la clave no est¨¢ s¨®lo en su choque con el presidente, sino en lograr ofrecer una imagen de soledad del Gobierno. La pinza con CiU es, en este sentido, clave. El l¨ªder del PP coincide tanto en cr¨ªtica como en propuestas econ¨®micas -sobre todo bajadas de impuestos- con los nacionalistas catalanes. Y quiere que se vea que el "nuevo PP" podr¨ªa entenderse con CiU, de quien le separa un recurso contra el Estatuto del que Rajoy no quiere ni hablar. Nada que se salga de la econom¨ªa, ni Estatuto ni aborto, interesa a un PP que ve en la crisis su mejor arma.

El a?o pasado Rajoy pidi¨® al PSOE que sustituya a Zapatero. Este a?o busca resaltar la soledad del presidente, y le pedir¨¢ que muestre sus apoyos para gobernar o se marche. Por eso no es casual que una semana antes del debate haya tomado una decisi¨®n novedosa: reunirse en el Congreso, a la vista de todos, y por tanto con una fotograf¨ªa que a su p¨²blico m¨¢s conservador no le gusta nada, con el l¨ªder del PNV, I?igo Urkullu. Para un PP que durante a?os, desde 1998, con Lizarra, hab¨ªa hecho del antinacionalismo -para algunos del nacionalismo espa?ol- uno de los ejes centrales de su discurso, era un paso importante. Rajoy est¨¢ encantado con la idea de que ¨¦l "puede hablar con todo el mundo", al contrario de lo que sucedi¨® en la legislatura anterior.

Rajoy sabe que Zapatero le criticar¨¢ por no tener alternativa. Precisamente para contrarrestar esa idea, el PP prepar¨® un gran acto con empresarios y banqueros hace 15 d¨ªas en el que Rajoy apunt¨® las l¨ªneas maestras de su plan, aunque sin concretar. A ese plan se aferrar¨¢, y no est¨¢ claro si detallar¨¢ su alternativa a la reforma laboral, que el PP oculta con la excusa de que el plazo de enmiendas a esta norma se cierra el d¨ªa 21.