Caza de brujas en la Iglesia vasca
Arregi, te¨®logo franciscano, denuncia en una carta que el obispo de San Sebasti¨¢n manejaba fichas ideol¨®gicas de sacerdotes guipuzcoanos
El pasado 17 de junio, el te¨®logo Jos¨¦ Arregui, de 58 a?os, perteneciente a la comunidad franciscana de Ar¨¢nzazu (Guip¨²zcoa), denunciaba en una carta, titulada Pido la palabra, que el obispo de San Sebasti¨¢n, Jos¨¦ Ignacio Munilla, hab¨ªa pedido al provincial franciscano que le desterrara a Am¨¦rica por ser "agua sucia que contamina a todos". Arregui, que se ha negado a acatar la sanci¨®n, con el riesgo de su expulsi¨®n de la comunidad franciscana, ha decidido airear las causas por las que, a su juicio, el obispo Munilla ha tomado medidas tan dr¨¢sticas contra ¨¦l.
Arregui, en la carta del 17 de junio, lo explicaba: "Es muy probable que la raz¨®n de fondo sea aquel asunto de la carpeta, cuya existencia y nombre -Mafia- ha reconocido Monse?or Munilla ante m¨ª mismo y ante muchos sacerdotes de la di¨®cesis, aunque, eso s¨ª, explicando el contenido a su manera".
Manifestaci¨®n contra Munilla por intentar desterrar a un religioso
El cura habla de una carpeta que pose¨ªa el prelado titulada 'Mafia'
Arregui se refer¨ªa a la denuncia que ¨¦l mismo formul¨® el 13 de diciembre, casi coincidente con el texto que suscribi¨® el 77% de los p¨¢rrocos guipuzcoanos, de rechazo al nombramiento de Munilla como obispo de San Sebasti¨¢n, designado por el cardenal de Madrid, Antonio Mar¨ªa Rouco, sin consultar a la Iglesia guipuzcoana. Munilla, cura integrista, apoyado por el sector m¨¢s reaccionario de la Iglesia, fue designado, finalmente, obispo de San Sebasti¨¢n en enero.
Arregui cont¨® el 13 de diciembre que al ser nombrado Munilla obispo de Palencia, en 2006, olvid¨® en su ordenador de la parroquia de Zum¨¢rraga (Guip¨²zcoa), donde ejerci¨® como titular desde los a?os ochenta, una carpeta comprometedora, de tal modo que mand¨® a una persona para "hacer una copia de la misma y borrarla", con tan mala suerte que "le sorprendieron con las manos en la masa".
Seg¨²n Arregui, en la carpeta "hay clar¨ªsimos elementos de conspiraci¨®n o de maniobras eclesiales un poco turbias" como conversaciones y textos de los obispos m¨¢s integristas y agresivos de la Conferencia Episcopal Espa?ola, como Rouco.
Pero lo m¨¢s grave, destacaba Arregui, es que en la carpeta, titulada Mafia, aparec¨ªan fichas de sacerdotes relevantes de la di¨®cesis de Guip¨²zcoa. "Eso me huele a algo policial. Con informaciones privadas y p¨²blicas, especialmente sobre su ideolog¨ªa pol¨ªtica y el posicionamiento pastoral de dichos sacerdotes. Esa carpeta con informaci¨®n tan delicada fue enviada a muchas personas y a altas personalidades, algunas de mucha relevancia en Madrid e incluso en el Vaticano", precisaba Arregui.
Eso le anim¨® a denunciar la existencia de la carpeta que, a su juicio, demostraba que "hay una estrategia preestablecida desde hace a?os, consistente en llevar a cabo la restauraci¨®n del modelo eclesial preconciliar y a marginar a los pocos obispos que quedan inspirados en el concilio Vaticano II".
Arregui asegur¨® que el nombramiento de Munilla fue impuesto por Rouco, "un cardenal muy politizado y muy identificado con la derecha m¨¢s agresiva de la pol¨ªtica espa?ola", quien logr¨® convencer a Roma para "imponer un obispo que desautorice el nacionalismo vasco en aras del nacionalismo espa?ol".
Tras la publicaci¨®n de esta carta, los superiores franciscanos pidieron a Arregui, presionados por Munilla, que se callara. En enero, Munilla conect¨® con Arregui. "He mantenido con ¨¦l varias conversaciones", admite Arregui en la carta de junio, y precisa que tales conversaciones "en realidad han sido severos interrogatorios con el catecismo de la Iglesia Cat¨®lica en la mano. No aprob¨¦ el examen porque no acepto que sea la ¨²nica formulaci¨®n v¨¢lida y vinculante de la fe cristiana en nuestro tiempo. Si la fe de la Iglesia es el catecismo como Monse?or Munilla lo entiende y explica, admito sin reservas que soy hereje".
Arregui asegura que Munilla le atribuye "numerosos errores y herej¨ªas teol¨®gicas". A partir de ah¨ª se puso en marcha el mecanismo sancionador contra el te¨®logo. Munilla cit¨® el 7 de junio al superior provincial de los franciscanos para exigirle que destinara a Arregui a Am¨¦rica. El superior provincial se resiste, pero Arregui est¨¢ convencido de que "tarde o temprano se ver¨¢ obligado a ejecutar las ¨®rdenes del obispo, pues los tent¨¢culos de la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica son extensos y poderosos". El Obispado de San Sebasti¨¢n respondi¨® a la carta de Arregui de junio acus¨¢ndole de "graves falsedades, adem¨¢s de numerosas deformaciones de la realidad".
A este conflicto que evoca la caza de brujas se suma la retirada de las librer¨ªas eclesi¨¢sticas y diocesanas del libro del te¨®logo y ex vicario general de San Sebasti¨¢n Jos¨¦ Antonio Pagola, Jes¨²s, aproximaci¨®n hist¨®rica, cuestionado por la Comisi¨®n para la Doctrina de la Fe, dependiente de la Conferencia Episcopal. El tercer punto de fricci¨®n es el pr¨®ximo nombramiento del obispo auxiliar de Bilbao, Mario Iceta, como titular de la di¨®cesis para cubrir la vacante de Ricardo Bl¨¢zquez. Iceta, como Munilla, que sustituy¨® a Juan Mar¨ªa Uriarte, se ubica en el sector integrista de la Iglesia. Estos hechos originaron el jueves una inusual concentraci¨®n de protesta de centenares de feligreses ante la catedral de Bilbao.
Javier Vitoria, sacerdote y te¨®logo, amigo de Arregui, opina que "es v¨ªctima de una Iglesia gobernada por la l¨ªnea m¨¢s dura del Episcopado espa?ol, y que ahora se refleja en la Iglesia vasca". "Euskadi ha vivido en una isla en la etapa de Bl¨¢zquez y Uriarte, que ha terminado con la llegada de Munilla". "Existe un proyecto pol¨ªtico de impregnar a la sociedad de los viejos valores del nacional catolicismo silenciando el pluralismo del Vaticano II", se?ala Borja Aguirre, militante de Redes Cristianas.
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