Un gol como el de Marcelino

Anoche en La Pobla todas las miradas estaban puestas en Puyol. Antes del partido, en las calles hab¨ªa poco ambiente y nadie hubiera dicho que se iba a jugar un t¨ªtulo mundial. Pero luego se fue animando. "Si no jugara Puyol, en el bar no habr¨ªa tanta gente mirando la tele. Con Puyol es como si jugara el Bar?a. Si gana Espa?a, ¨¦l habr¨¢ ganado todo lo posible", se?ala Pere, propietario del bar La Gemma, donde se dan cita los amigos de Puyol para ver los partidos del Bar?a. Rosa, la madre de los Puyol, vio el partido en casa, sola, hecha un manojo de nervios.

La Pobla de Segur (un pueblo de Lleida de unos 3.000 habitantes), ha sido cuna de ministros de la dictadura y de la democracia, pero nunca hab¨ªa dado una figura tan admirada como el futbolista Carles Puyol, capit¨¢n del Bar?a y fijo en la selecci¨®n espa?ola desde su estreno, el 15 de noviembre de 2000, de la mano de Jos¨¦ Antonio Camacho, precisamente contra el rival de anoche, Holanda.

El gol que Puyol marc¨® a Alemania el mi¨¦rcoles y que dio a Espa?a el pase a la final del Mundial no ha hecho m¨¢s que agrandar su leyenda entre sus paisanos, orgullosos de ¨¦l, pero no solo por el testarazo que tumb¨® a los alemanes sino por toda su trayectoria desde que a los 16 a?os abandon¨® La Pobla para incorporarse a la cantera del Bar?a. El jugador encarna todas las virtudes humanas y futbol¨ªsticas: nobleza, car¨¢cter, fortaleza, solidaridad, compa?erismo, esfuerzo, generosidad, entrega y humildad.

"Con el tiempo ese gol ser¨¢ m¨¢s recordado que el que le marc¨® Marcelino a Rusia en la Eurocopa de 1964", afirma Quim, un jubilado que recuerda c¨®mo el bravo defensa blaugrana ya destacaba jugando en el equipo del pueblo, en Regional, donde ocup¨® todas las posiciones, incluso la de portero, junto a su hermano mayor Josep, apodado Puchi, al que muchos cre¨ªan mejor futbolista que ¨¦l y que anoche le estuvo apoyando en el Soccer City.