Jia Hongsheng, el actor chino de la mirada m¨¢s triste

Jia Hongsheng, actor chino que ascendi¨® a la fama tras protagonizar varias pel¨ªculas en los a?os noventa y se sumi¨® en el abismo de las drogas, falleci¨® el 5 de julio alrededor de las seis de la tarde tras caer desde el piso en el que viv¨ªa con sus padres en Pek¨ªn, seg¨²n ha informado la prensa china. Ten¨ªa 43 a?os. Su cuerpo impact¨® sobre el maletero de un coche que estaba aparcado al pie del edificio.

Jia Hongsheng naci¨® en la provincia norte?a de Jilin, de padres actores de teatro. Estudi¨® en la renombrada Academia Central de Arte Dram¨¢tico de Pek¨ªn, donde fue compa?ero de la actriz Gong Li, y se gradu¨® en 1989. Comenz¨® su carrera cinematogr¨¢fica a finales de los ochenta, cuando particip¨® en pel¨ªculas como El caso de la serpiente plateada (1988), y, posteriormente, en Buenos d¨ªas, Pek¨ªn (1991), Una mujer del norte de Shaanxi (1993) y Helado (1997), esta ¨²ltima sobre un artista que decide hacer de su propia muerte su obra final.

Pero sus dos papeles m¨¢s recordados son el del joven motorista mensajero Mardar, en el excelente y po¨¦tico filme R¨ªo Suzhou (2000), del director Lou Ye, y la interpretaci¨®n que lleva a cabo de s¨ª mismo en el drama Zuotian (Ayer) -en Espa?a se estren¨® como Quitting-, de Zhang Yang, estrenada en 2001. Su papel en esta le vali¨® el premio al mejor actor en el Festival Internacional de Cine de Singapur.

Quitting, en la que tambi¨¦n actuaron sus padres, relata su propia vida y su lucha contra las drogas, con las que entr¨® en contacto a principios de los noventa, en la ¨¦poca en que interpret¨® la obra de teatro El beso de la mujer ara?a, del autor argentino Manuel Puig, montada por Zhang Yang en Pek¨ªn.

La prensa china ha recordado estos d¨ªas c¨®mo en una escena de Quitting el protagonista, fan¨¢tico de los Beatles, se levanta de la cama en un centro de rehabilitaci¨®n y murmura hacia el techo: "Soy Jia Hongsheng, un actor que ama el rock, que ama a John Lennon. Yo quer¨ªa ser un gran actor. Yo quer¨ªa tener un gran grupo de m¨²sica. Pero soy simplemente una persona".

Su car¨¢cter rebelde, su mirada triste y sentimental y sus dotes ante la c¨¢mara le granjearon la admiraci¨®n de muchos j¨®venes de su generaci¨®n. Pero su drogodependencia le alej¨® de las pantallas y del p¨²blico, a pesar de que la ayuda de sus padres y su hermana le permiti¨® vadear los baches y la depresi¨®n en varias ocasiones. A mediados de los noventa, estuvo ingresado un largo periodo en una instituci¨®n mental.

Tras su muerte, sus padres emitieron una emocionada declaraci¨®n: "Nuestro hijo est¨¢ buscando su sue?o. Dese¨¦mosle lo mejor y respetemos su decisi¨®n".