Cine para creyentes
El 15 de febrero de 2009 dos monta?eros murieron al despe?arse descendiendo del Moncayo. Uno de ellos era Pablo Dom¨ªnguez, sacerdote de 42 a?os, un cura sin parroquia a cuyo entierro, concelebrado por una veintena de obispos, asistieron 3.000 personas. A?o y medio m¨¢s tarde, un documental rodado en digital y basado principalmente en declaraciones de los amigos de Dom¨ªnguez, supera los 600.000 euros de recaudaci¨®n.
La historia de Dom¨ªnguez es la de un cura volcado en ayudar a la gente con ideas pr¨®ximas a la teolog¨ªa de la liberaci¨®n y que tambi¨¦n tuvo alg¨²n enemigo dentro de la Iglesia. Pero La ¨²ltima cima, el documental sobre su vida, supera lo personal para convertirse en un fen¨®meno cinematogr¨¢fico gracias a una promoci¨®n de guerrilla en Internet.
Los autores de La ¨²ltima cima, que por otro lado tiene un valor cinematogr¨¢fico ¨ªnfimo que se salva por la fascinante vida
y presencia de Dom¨ªnguez, solo gastaron 2.000 euros en su web y desde ella m¨¢s de un mill¨®n de internautas se han descargado los primeros cinco minutos del filme.
La pel¨ªcula se distribuye en Blu-ray, lo que permite enviarla inmediatamente a la sala que la reclame, con tal de que tenga un proyector digital. Han conectado r¨¢pidamente con su p¨²blico potencial y no por llamados desde los grandes medios de comunicaci¨®n cat¨®licos, que tambi¨¦n, sino por el boca oreja. Porque hay espectadores que quieren ver cine religioso, y por eso en DVD se editan diversas colecciones sobre esa tem¨¢tica, y de vez en cuando en las salas se estrenan filmes de ese g¨¦nero. Viven de espaldas a los usos comerciales cinematogr¨¢ficos habituales, pero haberlos, haylos.
Hasta ahora, se pod¨ªa pensar que guerrilla, promoci¨®n e Internet eran t¨¦rminos de izquierdas, usados por los "titiriteros", como calificaban algunos medios a los actores y directores que se manifestaron contra la guerra de Irak. Los tiempos cambian, y hoy los cat¨®licos tienen sus propias webs de referencia, sus blogueros de cabecera y se comunican por Facebook. Internet no conoce de ideolog¨ªas.
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