Riesgo de trompazo en las Cortes
La reforma de la plaza deja peligrosos pelda?os de 40 cent¨ªmetros de alto - "Pondremos una valla transparente", promete el arquitecto ?lvaro Siza
Peligro: esta plaza conduce a un barranquillo. Al menos podr¨ªan haber puesto esta se?al. La reforma de la plaza de las Cortes (enfrente del Congreso de los Diputados) a cargo del arquitecto portugu¨¦s ?lvaro Siza, ha dejado una trampa peligrosa, tres pelda?os de 40 cent¨ªmetros pensados, seg¨²n Siza, "como una grada" para sentarse y contemplar las vistas, pero que la gente interpreta como escaleras y trata de bajar a¨²n a riesgo de descalabrarse. La plaza se reabri¨® hace un mes y ya ha habido ca¨ªdas serias.
El Ayuntamiento y el arquitecto reconocen el problema y dicen que lo solucionar¨¢n pronto. "He dibujado una valla transparente que proteja las cotas m¨¢s altas de la grada; se pondr¨¢ pronto", explic¨® ayer Siza desde su estudio en Oporto. El arquitecto, premio Pritzker, es el encargado de reurbanizar el paseo de Recoletos y el paseo del Prado, un proyecto municipal en marcha que incluye la obra de las Cortes (4.276.000 euros).
"Esto es un bodrio impropio de la capital del Reino", dice un diputado
La plaza -que conserva los ¨¢rboles que hab¨ªa pero no sus jardines; ahora hay una amplia superficie de gr¨¢nito- est¨¢ construida casi en horizontal sobre un lugar con pendiente en la parte baja de la Carrera de San Jer¨®nimo, as¨ª que su per¨ªmetro tiene un desnivel con respecto a la calle que crece a medida que se baja la plaza. Antes de la reforma hab¨ªa vallas que proteg¨ªan el desnivel. Siza las elimin¨®. Pens¨® que era mejor rodear la plaza de escalones que fuesen cogiendo altura hacia la esquina final de la plaza, de manera que el lugar acabase como un peque?o anfiteatro con vistas a la plaza de Neptuno y la iglesia de los Jer¨®nimos.
No se esperaba que los peatones tuviesen "este apetito por cruzar las gradas", en palabras de Siza. De acuerdo con la idea del proyecto, la gente entender¨ªa que eran pelda?os para sentarse, como en una fila de butacas, no para descender como una escalera. Pero los ciudadanos se empe?an en cruzar la plaza en diagonal y buscar salida hacia abajo por su esquina inferior, la de m¨¢s desnivel, de modo que algunos ya se han ido al suelo.
Un obrero que trabaja en la construcci¨®n del nuevo aparcamiento del Congreso (sin finalizar) asegur¨® ayer que desde que se abri¨® la plaza, hace un mes, han tenido que llamar cuatro veces a emergencias. La ¨²ltima, hace una semana: "una se?ora de 85 a?os que se cay¨® de frente", cont¨® el empleado. "Ten¨ªa una herida en la cara que le sangraba un poquito y el ojo as¨ª de hinchado", detallaba imitando la inflamaci¨®n con la mano. Un portero de un hotel de lujo que est¨¢ enfrente de la plaza confirm¨® la informaci¨®n del obrero: "No he tenido la suerte de verlo, pero me ha dicho un compa?ero que m¨¢s de uno se ha hecho pupa", dec¨ªa. El Ayuntamiento sabe que ha habido accidentes, igual que Siza, pero afirma que no ha recibido ninguna denuncia.
El error es flagrante, solo hace falta ver los movimientos de los paseantes al acercarse al precipicio, que no se percibe hasta que uno se acerca a los bordes de la plaza, sobre todo en la parte inferior, en la punta del tri¨¢ngulo, con m¨¢s de un metro de altura entre los tres pelda?os. Hay quien se amilana y da la vuelta para salir por otro sitio, como Laura Rodr¨ªguez, una chica de 30 a?os embarazada: "Vi el abismo y dije: ?Bueno, pero esto ad¨®nde va a parar!". Otros ni se lo plantean; por ejemplo, Juan Luis Aparicio, 61 a?os, cojo de la pierna derecha por la polio: "Es una barrera m¨¢s...", lament¨®.
El nuevo barranquillo de las Cortes se conoce hasta en el Parlamento. Ayer sal¨ªan los diputados del debate sobre el estado de la naci¨®n y alguno acced¨ªa a opinar. "Ya sabemos lo que hay", dijo Josu Erkoreka, del PNV. "A ver si alguien se enrolla y hace una propuesta de resoluci¨®n sobre eso", bromeaba. El diputado del PP Miguel Arias Ca?ete incluso prob¨® el desnivel, subiendo y bajando los escalones a grandes zancadas: "Est¨¢ claro que no vale para gente mayor". El juicio del nacionalista Josep S¨¢nchez Llibre, de CIU, fue severo: "Es un bodrio impropio de la capital del reino de Espa?a".
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