Esther Freud, a la felicidad por la escritura
"Cada d¨ªa dudo entre limpiar o trabajar. Siempre termino escribiendo". Esther Freud observa la habitaci¨®n de su casa en el norte de Londres como si fuera la primera vez en mucho tiempo: "Compr¨¦ esa pelota azul para aliviar la espalda durante mi tercer embarazo y nunca volv¨ª a usarla. De eso hace seis a?os. Es como si no la viera". A esta escritora londinense de 47 a?os, bisnieta de Sigmund Freud e hija de Lucian Freud ("s¨®lo pienso en mi apellido durante las entrevistas"), el oficio de escribir le proporciona una dicha inquebrantable. "Acabo de terminar una novela y ya he empezado otra. Cre¨ª que encontrar¨ªa algo diferente que hacer entremedias, pero nada me proporciona tanto placer". Su pr¨®ximo proyecto explorar¨¢ el territorio de lo sobrenatural: "Para m¨ª es muy real. Viv¨ª cinco a?os en una casa que ten¨ªa una presencia malvada. Tan terror¨ªfica que me hac¨ªa desvanecerme de noche. Pero no quer¨ªa aceptarlo, porque era un buen piso, muy barato". Y su reci¨¦n finalizada novela, que se publicar¨¢ en Reino Unido el pr¨®ximo a?o, sigue a un grupo de actores desde la escuela de arte dram¨¢tico. Ex actriz y casada con el int¨¦rprete brit¨¢nico David Morrissey, Freud mont¨® la novela sabiendo bien de lo que hablaba: "A mi marido le asustaba verse expuesto. Le parec¨ªa mal. Pero los escritores tenemos que seguir adelante. Tenemos una pieza de cristal en el coraz¨®n". No es la primera vez que Freud hace temblar a los suyos. Su primer libro, Una infancia en Marraquech, est¨¢ basado en su ni?ez vagabundeando por Marruecos. La novela muestra un entorno tan m¨¢gico como amenazante, una joven madre irresponsable y un padre distante. "Tengo la suerte de que mi familia lo entienda. No es que estuvieran emocionados con el libro, pero todos los resentimientos se han disipado. Hay dos cosas que paralizan la escritura: una es preocuparse por lo que pensar¨¢ tu madre y otra empezar queriendo saber c¨®mo se desenvolver¨¢ la historia". Posar para su padre le hizo ver las entra?as del proceso creativo. "Me ense?¨® que la paciencia y la capacidad de trabajo son fundamentales. ?l me dijo que el talento influye una m¨ªnima parte, que el resto tiene que ver con el esfuerzo". La novelista escribe de diez a dos de la tarde, con las caranto?as de su gata como ¨²nica interrupci¨®n. El resto del d¨ªa lo dedica a su marido y a sus tres hijos. Su pl¨¢cida vida familiar es muy diferente de su peripat¨¦tica infancia. Pero Freud no da muchas vueltas a su fortuna. "Sol¨ªa pensar que cuando te llega demasiada suerte, ten¨ªa que sucederte algo malo. Un d¨ªa me di cuenta de que las cosas simplemente ocurren, no significan nada. Para m¨ª fue toda una liberaci¨®n".

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