Colombia acusa a Venezuela de proteger a cuatro jefes de las FARC
Uribe presenta v¨ªdeos y fotos de la guerrilla en tres Estados del pa¨ªs vecino
Una estatua de Sim¨®n Bol¨ªvar y un busto de Manuel Marulanda, Tirofijo, presiden el campamento clandestino de Iv¨¢n M¨¢rquez, uno de los m¨¢ximos dirigentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). La base est¨¢ en las coordenadas 10?40'42"N 72?32'03"O. Es decir, Villa del Rosario. Vereda Sorotama. Serran¨ªa del Perij¨¢. Venezuela. Por ah¨ª se pasea M¨¢rquez con sus dos perros blancos. Una c¨¢mara lo ha grabado hace poco, mientras habla con otros guerrilleros. Menciona la palabra "maduro", apellido del ministro venezolano de Exteriores.
Este v¨ªdeo, junto a varias fotograf¨ªas e im¨¢genes por sat¨¦lite, forma parte de las pruebas que el ministro de Defensa de Colombia, Gabriel Silva, present¨® en la tarde del jueves a varios directores de medios de comunicaci¨®n, a condici¨®n de que las mantengan en reserva. El prop¨®sito, dijo, era dejar constancia de que la guerrilla colombiana se mueve a sus anchas en el pa¨ªs vecino, especialmente en los Estados fronterizos de Apure, Zulia y T¨¢chira. Y eso a pesar de que el Gobierno de Hugo Ch¨¢vez ha sido puntualmente informado por Bogot¨¢.
Caracas asegura que Uribe quiere dinamitar las relaciones bilaterales
Adem¨¢s de M¨¢rquez, otros tres miembros de la direcci¨®n de las FARC tienen bases fijas en suelo venezolano: el canciller, Rodrigo Granda; Timole¨®n Jim¨¦nez, alias Timochenko, y Germ¨¢n Brice?o, Grannobles.
Las im¨¢genes, los infiltrados y los guerrilleros desmovilizados dan cuenta de la existencia de toda una infraestructura que incluye pistas clandestinas para el transporte a¨¦reo de coca¨ªna, principal fuente de financiaci¨®n de las FARC, y campos de entrenamiento donde se ha detectado la presencia de miembros de ETA. Un reciente informe de inteligencia menciona la presencia de 1.500 guerrilleros solo en Apure.
En realidad, las pruebas presentadas por el Gobierno colombiano confirman lo que ya se sab¨ªa desde hace tiempo. Los ordenadores incautados a Ra¨²l Reyes, n¨²mero dos de las FARC muerto en 2008 en el bombardeo de su campamento en suelo ecuatoriano, destaparon que la guerrilla recibe apoyo financiero y log¨ªstico de las autoridades venezolanas al m¨¢s alto nivel. Lo m¨¢s relevante, sin embargo, es el contexto pol¨ªtico en el que se han dado a conocer estas nuevas evidencias: a tres semanas de la toma de posesi¨®n del presidente electo, Juan Manuel Santos, que hab¨ªa invitado a Hugo Ch¨¢vez a su toma de posesi¨®n, el pr¨®ximo 7 de agosto. Cualquier acercamiento con Caracas, explic¨® el ministro Silva, no puede obviar "ciertas realidades".
El Gobierno venezolano llam¨® ayer a consultas a su embajador en Bogot¨¢, informa Maye Primera, y acus¨® a Uribe de querer dinamitar "una eventual normalizaci¨®n de las relaciones bilaterales", que est¨¢n bajo cero. Esa es tambi¨¦n la opini¨®n de algunos analistas colombianos, que creen que Uribe est¨¢ dificultando el aterrizaje de Santos.
Fuentes consultadas por EL PA?S aseguran, sin embargo, que el presidente electo estaba al corriente de la iniciativa del Gobierno. Uribe, que se ha mostrado prudente hasta ahora, considera fundamental normalizar la relaci¨®n con un pa¨ªs clave para la econom¨ªa colombiana, pero no sin obligar a Ch¨¢vez a mover ficha ante la peor amenaza para la seguridad nacional de Colombia. De alguna forma, Uribe despeja el camino poniendo las cartas sobre la mesa, algo que el nuevo presidente hubiera tenido m¨¢s dif¨ªcil. Santos se limit¨® a se?alar que hay que "profundizar el di¨¢logo para resolver el problema de la presencia de terroristas en Venezuela".
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