Jobs tropieza con los fallos del iPhone y ofrece devolver el dinero
Apple admite los errores en su nuevo tel¨¦fono, pero lo seguir¨¢ vendiendo con una funda que evita el problema de la antena - "No somos perfectos"
Lo que el presidente ejecutivo de la flamante Apple, Steve Jobs, hizo ayer fue sacar pecho y defender a su compa?¨ªa y su nuevo juguete: el iPhone 4. Con solo tres semanas en el mercado, el ¨²ltimo tel¨¦fono m¨®vil -y un mill¨®n de cosas m¨¢s gracias a las aplicaciones que se le pueden a?adir-, la ni?a bonita de la tecnolog¨ªa mundial funciona mal. Las llamadas se cortan y la recepci¨®n de se?al se pierde. Pero Apple y Jobs lo justifican diciendo que nadie es perfecto y que no existe ning¨²n antenagate. Eso s¨ª, la vieja f¨®rmula de que "si usted no est¨¢ contento le devolvemos su dinero" acaba de ser adoptada por el buque insignia de lo nuevo y lo moderno. En 30 d¨ªas, si su iPhone 4 no cumple sus expectativas, se le devolver¨¢ su importe, sin ning¨²n gasto.
Los humoristas ya se est¨¢n cebando con los problemas de la empresa
Se trata de un utensilio de lujo que cuesta entre 154 y 231 euros
"Nos encantan nuestros clientes, nos gusta sorprenderles y agasajarles", declar¨® Jobs, que para probarlo recurri¨® a un vulgarismo y asegur¨® que se dejaban "el culo" trabajando para ellos. "El problema es que los tel¨¦fonos inteligentes dan problemas", reconoci¨® Jobs. "Pero las cifras confirman que el iPhone 4 es el mejor tel¨¦fono inteligente del mundo y el problema se solucionar¨¢ si logramos ense?ar a la gente c¨®mo sujetar el tel¨¦fono sin cubrir la antena".
Lo cierto es que la soluci¨®n aportada por Jobs resulta, cuando menos, pedestre para un utensilio de lujo que cuesta cerca de la mitad del salario m¨ªnimo interprofesional en Espa?a (154 euros para el modelo de 16 GB y 231 euros para el de 32 GB). Los remedios que Apple anunci¨® ayer al mundo para contrarrestar las cr¨ªticas fueron todos de ese calado. No hubo anuncio de retirada del producto. Jobs solo concedi¨®, porque los clientes parece ser que as¨ª lo reclamaban -dijo el presidente-, que su compa?¨ªa regalar¨¢ la funda (29 d¨®lares) con la que se puede cubrir el aparato y minimizar el problema de p¨¦rdida de recepci¨®n. Si usted ya la ha comprado, una vez m¨¢s, le devolver¨¢n el importe.
Acostumbrada a triunfar, la compa?¨ªa no enton¨® ayer ning¨²n mea culpa. Jobs estaba irritado aunque su voz no lo demostrase. ?C¨®mo puede ser que les demos el mejor producto y se quejen?, parec¨ªa preguntarse al ser forzado a convocar una rueda de prensa en Cupertino (California) -y abandonar unas vacaciones que disfrutaba en Hawai- para controlar las malas notas de prensa y su ca¨ªda en bolsa de los ¨²ltimos d¨ªas.
Recurriendo a los datos para probar que el asunto de la antena "se hab¨ªa magnificado" porque los periodistas est¨¢n necesitados de buenas historias, Jobs inform¨® de que desde su puesta en venta, el pasado 24 de junio, se hab¨ªan vendido m¨¢s de tres millones de unidades y solo un 1% de los clientes hab¨ªa llamado al servicio t¨¦cnico.
La imagen de Apple est¨¢ herida, aunque sin duda, no de muerte. Desde luego, el informe aportado por la bien documentada asociaci¨®n de defensa de los consumidores Consumer Reports supone un ara?azo en la inmaculada firma que hace unos meses superaba en valor a la empresa que parec¨ªa imbatible: Microsoft. Con sus iPod, iPhone y iPad, Apple ha obligado un cambio de guardia en el ranking de Wall Street y ha desbancado a la casa de Bill Gates.
Consumer Reports ha certificado que el iPhone 4 tiene un problema de antena. A esa afirmaci¨®n, la semana pasada Apple declaraba que "casi todos los tel¨¦fonos m¨®viles" pierden la recepci¨®n cuando se sujetan de "una manera determinada".
Hubo un momento durante la comparecencia de Jobs que parec¨ªa que pudiera hacerse cierto la broma de los ¨²ltimos d¨ªas: Apple va a regalar cinta aislante para cubrir el lugar de la antena. O en palabras del humorista David Letterman en su lista de "los diez puntos que prueban que has comprado un mal iPhone: solo acepta llamadas de Mel Gibson". Una empresa sabe que tiene un problema cuando su producto ha sido catapultado a las bromas de los programas nocturnos.
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