Rey de la selva en Mercedes
?ngel Fenoll, af¨ªn al PP, es el patr¨®n de La Vega Baja
El gorila Paco preside, enjaulado, desde su atalaya en La Murada, el buque insignia de un imperio econ¨®mico. Pero el reinado del primate Paco es un espejismo, el aut¨¦ntico rey de la jungla pol¨ªtico-empresarial de La Vega Baja es el industrial af¨ªn al PP ?ngel Fenoll (Santomera, 1953). Fenoll ha pasado en dos d¨¦cadas de humilde chatarrero a pasearse a bordo de su Mercedes 500 plateado como aut¨¦ntico patr¨®n de la comarca. Sus gestos calcan el perfil de un cacique, aunque s¨®lo en el plano econ¨®mico. Su poder pol¨ªtico se limita a quitar y poner alcaldes desde la sombra, que no es poco.
Fenoll lig¨® desde el principio su actividad empresarial a las contratas municipales de la recogida de la basura. Abri¨® la persiana de su negocio en 1991, con la recogida de la basura de la playa de Orihuela. Desde esa fecha ha coronado un holding empresarial cuya firma matriz es la mercantil Colsur, que en la actualidad incluye el servicio de recogida de basuras de los municipios de La Vega Baja de Redov¨¢n Rojales, San Miguel de Salinas, Cox, San Isidro, Benferri, y el de Calp, en La Marina Alta. Un dato que advierte de las mareantes cifras de sus negocios se refleja en las cuentas de Colsur en 2000: en ese a?o, los ingresos de explotaci¨®n de la firma (m¨¢s de 4,5 millones de euros) crecieron un 49% respecto al a?o anterior, en ese ejercicio los beneficios pasaron de 60.300 euros a 240.000. El industrial ha completado el negocio de la basura con el audiovisual. Es el propietario de la emisora comarcal, Televis¨®n Vega Baja.
"Se confiere a s¨ª mismo cierta patente de corso", dijo un juez
Combina gestos exc¨¦ntricos con un car¨¢cter afable y a la vez en¨¦rgico
Da todo por su clan familiar y su ideario pol¨ªtico, siempre con el PP
Fenoll no ha hecho ascos a la hora de usar esos ping¨¹es beneficios de sus negocios para repartir a diestro y siniestro. A fuerza de talonario ha doblegado voluntades, o al menos lo ha intentado. Y siempre en favor de dos clanes: el familiar y el pol¨ªtico. Toda su prole y su familia directa est¨¢ colocado en sus empresas. Y siempre ha estado presto a socorrer al PP oriolano.
De aparente trato cordial, sus allegados destacan su firme voluntad e intransigencia: o con ¨¦l contra ¨¦l. Su entramado empresarial, con la planta de basuras de La Murada como punta de lanza, siempre ha bordeado la ilegalidad. De este dato se percat¨® un juez que en una sentencia contraria al industrial cuestion¨® sus m¨¦todos y asever¨®: "Se confiere a s¨ª mismo cierta patente de corso".
Fenoll es el paradigma del buscavidas de la modernidad, con gran capacidad para adaptarse a los nuevos tiempos e importantes dosis de estrategia. El primer rasgo queda patente en su habilidad para usar los medios de grabaci¨®n para tender emboscadas a sus enemigos. Con motivo de su arresto por el caso Brugal, en julio de 2007, los agentes se incautaron de centenares de grabaciones de ese tenor. Y cuando se ve ante el precipicio de la justicia, el fuego surge a sus espaldas. As¨ª pas¨® con las facturas falsas del caso de las monjas y un accidente laboral que cost¨® la vida a un operario en la planta de La Murada. Un incendio arras¨® la oficina donde supuestamente se falsificaron las facturas y otro fuego arras¨® la zona del vertedero al d¨ªa siguiente de la muerte del trabajador.
El industrial se ha afanado en labrarse fama de benefactor, aunque sea a base de gestos de trazo grueso. "Venimos a repartir mantas en nombre de Fenoll". Esta fue la tarjeta de presentaci¨®n de una caravana que las navidades pasadas recorri¨® las casas de la humilde barriada oriolana de La Aparecida.
En este empe?o permanente por el control econ¨®mico y pol¨ªtico de la comarca, el exc¨¦ntrico empresario no se ha olvidado de s¨ª mismo. Tiene dinero, y la salud es lo primero. En agosto de 2006 protagoniz¨® en el hospital San Carlos de Murcia una operaci¨®n pionera con c¨¦lulas madre para regenerar su maltrecho f¨¦mur.
El rey de la jungla pol¨ªtico-empresarial en la que ha derivado La Vega Baja se ha liberado de la perenne compa?¨ªa del bast¨®n, pero la espada de Damocles de la justicia cada vez est¨¢ m¨¢s pr¨®xima a su cabeza. Su condici¨®n de cabecilla de la trama del caso Brugal puede ser su punto final.
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