Otros mundiales pendientes

Corri¨® por Espa?a entera la ilusi¨®n y el coraje que La Roja meti¨® en las venas de todo el pa¨ªs. Al equipo juvenil, entusiasta y cohesionado, lo empuj¨® toda Espa?a. El gol contra Holanda explosion¨® todos los sentimientos y fue el instante m¨¢s gratificante de la victoria.

Hay otros goles, otras copas que merecer¨ªan nuestra apuesta y coraje colectivos. Formamos parte de ese gran equipo de la humanidad, con m¨¢s de 6.000 millones de socios. Y hay otros mundiales que nos esperan para lograr el primer gol mundial contra la explotaci¨®n, el hambre, el analfabetismo, la violencia terrorista, el armamentismo, la guerra, la degradaci¨®n del planeta. Goles que podremos celebrar con nuestras banderas en las calles y fuentes de nuestras ciudades, en ruedas de m¨²sica y fraternidad. Juntos podemos. ?A por ellos!

Nos lo ha dicho bien fuerte ?frica. Por all¨ª nos paseamos -televisivamente- y por unas semanas la vistieron de fiesta. Llegaron reinas, pr¨ªncipes, euf¨®ricos visitantes de todas partes. Pero para todos nosotros pasaron al ocultamiento los 2.000.000 de ni?os hu¨¦rfanos, los 300.000 chicos presos del VIH, miles y miles de ni?os que por mala nutrici¨®n, falta de atenci¨®n sanitaria, enfermedades evitables, abuso y violencia sexual mueren diariamente antes de llegar a los cinco a?os. No hab¨ªa en Sud¨¢frica 1.500 millones de d¨®lares para combatir el VIH-sida. S¨ª hubo 4.000 millones para montar el gran Mundial.

Enmudecieron las vuvuzelas. Se apagaron las luces fulminantes de la parafernalia de la FIFA, se desmontaron los restaurantes, se fueron los alegres visitantes dejando tiradas las migajas y llev¨¢ndose el lamento aturdidor de las vuvuzelas, monocorde sonido de un continente sojuzgado. ?Son otros mundiales los que nos esperan.