"Siento que hay un avatar de Bibiana"
Bibiana A¨ªdo (Alcal¨¢ de los Gazules, C¨¢diz, 1977) lleg¨® en 2008 a un Ministerio de Igualdad que se deb¨ªa inventar y, dos a?os despu¨¦s, suma alg¨²n objetivo cumplido (ley del aborto) y otros en marcha (prostituci¨®n). Sometida al acoso medi¨¢tico diario de la derecha, el asunto parece resbalarle por completo: "Que ladren".
Pregunta. Zapatero ha anunciado su intenci¨®n de acabar con los anuncios de prostituci¨®n en la prensa. ?Los prohibir¨¢n?
Respuesta. Hemos encargado un informe al Consejo de Estado para estudiar las alternativas, pero agotaremos todas las v¨ªas de di¨¢logo con los editores. En la mayor¨ªa de los pa¨ªses la prensa no contiene este tipo de anuncios, se ha hecho por la v¨ªa de la autorregulaci¨®n y esto tendr¨ªa que servir de ejemplo a nuestro pa¨ªs. Este es un objetivo irrenunciable para el Ministerio de Igualdad. Estos anuncios pueden esconder actividades delictivas como la trata de mujeres. Adem¨¢s, no parece l¨®gico que se anuncie en unas p¨¢ginas lo que se denuncia en otras. Este tipo de publicidad atenta contra la dignidad de las personas y banaliza la prostituci¨®n. Al estar en la prensa generalista, los anuncios est¨¢n al acceso masivo de los menores, a quienes debemos proteger.
"La prensa no puede anunciar en unas p¨¢ginas lo que denuncia en otras"
"Prohibir el 'burka' es un error. Eso puede cambiar el velo por las paredes"
"Espero que el Constitucional act¨²e en clave jur¨ªdica y no pol¨ªtica"
"No soportan que una mujer joven y de pueblo llegue a ser ministra"
P. Y si no funciona el di¨¢logo, ?intentar¨¢n la prohibici¨®n?
R. Esperamos tener el informe del Consejo de Estado en oto?o. Evidentemente, si hubiera tenido claro las f¨®rmulas exactas para eliminarlos las hubiera tomado sin m¨¢s. Hay ejemplos de publicidad prohibida, como la del tabaco y el alcohol, sin que su consumo est¨¦ prohibido; pero esperamos que no sea necesario prohibir sino que la propia prensa sea sensible porque los motivos ¨¦ticos, los derechos humanos, tienen que estar por encima del dinero.
P. ?Por qu¨¦ prohibir los anuncios y no la prostituci¨®n?
R. Tenemos un plan de lucha contra la trata. Hemos estado durante demasiado tiempo con un debate de prostituci¨®n s¨ª o no y nos hemos olvidado de las esclavas. Y ahora contamos por primera vez con una herramienta integral de lucha contra la explotaci¨®n sexual y hay que atender en primer lugar el grueso del problema, ese 90% de las prostitutas que est¨¢n esclavizadas.
P. ?Seguir¨¢, entonces la prostituta en ese limbo legal?
R. Est¨¢ penado el proxenetismo, no la persona que de manera voluntaria decide el ejercicio de la prostituci¨®n, y para nosotros no es prioritario porque es absolutamente minoritario.
P. Dice que el 90% de prostitutas es v¨ªctima de las redes de trata pero la ONU habla de una de cada siete. ?C¨®mo explica esa disparidad de cifras?
R. Porque no hay datos concretos. La propia ONU reconoce que es muy dif¨ªcil cuantificar. Sus datos, igual que los nuestros, no son 100% fiables. Son estimaciones. Ahora que llevamos un a?o trabajando en ello comenzamos a manejar cifras m¨¢s contundentes.
P. Pero aunque sean pocas ?no merecer¨ªan las prostitutas voluntarias regular su situaci¨®n?
R. Todos los temas merecen una respuesta, pero el establecimiento de prioridades es necesario en cualquier responsable pol¨ªtico. Y mi prioridad absoluta ahora son las esclavas.
P. ?Y penalizar al cliente?
R. En este momento no. Estamos centrados en la trata y el balance es bastante positivo.
P. En Espa?a hay mayor tolerancia hacia la prostituci¨®n. ?A qu¨¦ se debe?
R. Est¨¢ demasiado normalizado y a m¨ª me sorprende, pero nuestro objetivo es que aquellos hombres que defienden los derechos humanos se planteen cuando consuman prostituci¨®n que quiz¨¢ esas mujeres no est¨¢n ah¨ª porque quieren. Con eso me dar¨ªa por satisfecha.
P. ?Teme que el Tribunal Constitucional tumbe la ley del aborto?
R. Espero del Constitucional lo que creo que espera la ciudadan¨ªa: que la sentencia sea en clave jur¨ªdica y no en clave pol¨ªtica. Estamos plenamente convencidos de la constitucionalidad de la ley. Hemos sido extremadamente rigurosos en que est¨¦ dentro de los m¨¢rgenes establecidos por la sentencia de 1985. Por lo tanto no tengo temor.
P. El debate ser¨¢ duro.
R. Este es un debate que no es f¨¢cil. Pero los componentes morales, los debates ideol¨®gicos no pueden estar por encima de los elementos jur¨ªdicos. Y la realidad es que la mayor¨ªa de las leyes de nuestro entorno son parecidas a la nuestra; y que esta norma establece mayores garant¨ªas jur¨ªdicas y seguridad para las mujeres y los profesionales.
P. ?C¨®mo van a hacer cumplir la ley a las comunidades?
R. La ley es de obligado cumplimiento para todos y en todas las comunidades. El Gobierno velar¨¢ por ellos a trav¨¦s del Ministerio de Sanidad. Ya est¨¢ bien de buscar subterfugios para no cumplir. Esta ley la hemos debatido mucho durante dos a?os. Ahora lo que toca es cumplir la ley, no volver a debatir desde cero, que esto parece el d¨ªa de la marmota.
P. ?Y no teme que con actitudes como la de Valencia se genere un efecto disuasorio, vuelva el s¨ªndrome de irse a Londres?
R. No, porque de lo que estoy segura es de que ninguna mujer podr¨¢ acabar con su expediente en un juzgado por abortar, algo que pas¨® hace no demasiado tiempo en este pa¨ªs. Y tenemos que centrarnos en la prevenci¨®n. Llevamos m¨¢s de una d¨¦cada sin que paren de crecer los embarazos no deseados y los abortos. Y no podemos olvidar la cantidad que se produjo en la ¨¦poca que gobern¨® el PP, cuando no pararon de crecer con ellos mirando hacia otro lado. Valencia busca de manera permanente poner trabas a esta ley. Y m¨¢s llamativo me resulta la incorporaci¨®n de im¨¢genes de fetos en los sobres que se le entrega a la mujer cuando pide informaci¨®n para un aborto. No vamos a permitir que se incumpla la ley, porque en este punto tambi¨¦n est¨¢ perfectamente clara. La informaci¨®n que debe contener el sobre ha de ser clara, comprensible y objetiva. Y esa objetividad est¨¢ totalmente re?ida con cualquier informaci¨®n coercitiva o de presi¨®n para las mujeres.
P. ?Y las fotos lo son?
R. S¨ª, y adem¨¢s la ley dice que la informaci¨®n del sobre es relativa a las prestaciones y ayudas a la maternidad. No s¨¦ que tiene que ver eso con fotograf¨ªas de un feto.
P. ?Y c¨®mo van a parar esto?
R. Se usar¨¢n para ello todos los mecanismos jur¨ªdicos necesarios, pero tambi¨¦n hay que tener en cuenta que hay unos meses para la adaptaci¨®n de las comunidades. ?Qu¨¦ hace un partido como el PP llamando a la insumisi¨®n de las leyes?
P. El tema de las menores al final no ha quedado al gusto de nadie.
R. Desde luego no era nuestra propuesta, pero fue objeto de un gran debate y as¨ª logramos llegar a un consenso.
P. ?Qu¨¦ est¨¢ fallando para que se haya vuelto a disparar la violencia machista?
R. Este a?o ha habido un incremento de mujeres muertas comparado con 2009, pero ese a?o fue en el que se produjo el mayor descenso de v¨ªctimas mortales. La violencia de g¨¦nero es muy compleja y hay que abordarla desde muchos ¨¢ngulos. No hay varitas m¨¢gicas. Las medidas tomadas este a?o son similares a las del anterior y hemos puesto nuevas en marcha, pero hay situaciones que est¨¢n fuera de control. Hay que poner especial ¨¦nfasis, por ejemplo, en las v¨ªctimas extranjeras; por eso hemos desarrollado un plan especial para la poblaci¨®n inmigrante. Nos enga?ar¨ªamos pensando que es un problema que se va a solucionar de la noche a la ma?ana.
P. ?Cree que hay un neomachismo o que el machismo est¨¢ en retroceso?
R. No, probablemente hay mayores resistencias. Cuanto m¨¢s avanzamos m¨¢s nos atacan. He escuchado muchas veces esa frase de "qu¨¦ m¨¢s quer¨¦is". Y luego hay un movimiento un tanto organizado de cr¨ªticas a las leyes de igualdad, a la ley contra la violencia de g¨¦nero, al Ministerio de Igualdad, a la ministra de Igualdad. Pero se basan en lo mismo, en no querer compartir espacio. Atacan las pol¨ªticas de igualdad porque cuestionan el orden establecido, y a la ministra de Igualdad la atacan porque no pueden soportar que una mujer joven y de pueblo pueda ocupar un sill¨®n en el Consejo de Ministros porque ellos consideran que el poder es algo que les pertenece.
P. Ha dicho campa?a organizada. ?Cree que hay un neomachismo organizado?
R. Creo que es una minor¨ªa. La mayor¨ªa de la sociedad espa?ola apuesta por una sociedad igualitaria. Pero el ataque permanente a las pol¨ªticas de igualdad, esa permanente ridiculizaci¨®n busca trasladar el mensaje de que estas pol¨ªticas no son importantes, que son un lujo prescindible. La limosna que se da cuando sobra. Todo lo contrario de lo que es realmente. Estamos hablando de pol¨ªticas necesarias para el progreso econ¨®mico. Los datos est¨¢n claros: aquellas empresas que incorporan a m¨¢s mujeres en los ¨¢mbitos de decisi¨®n, que apuestan por pol¨ªticas de conciliaci¨®n, horarios flexibles, son las m¨¢s productivas, las que tienen mejores resultados; y con los pa¨ªses lo mismo, los primeros en el ranking de competitividad son los primeros en el ranking de igualdad de g¨¦nero.
P. ?Cree que su ministerio es prescindible? ?C¨®mo se sentir¨ªa si lo eliminaran?
R. S¨¦ que mientras est¨¦ Zapatero de presidente del Gobierno las pol¨ªticas de igualdad siempre van a ocupar un lugar preeminente en la agenda pol¨ªtica. Resulta llamativo que de las pocas propuestas, casi la ¨²nica, que hace el PP para salir de la crisis sea la eliminaci¨®n del Ministerio de Igualdad. Saben que desde la perspectiva del ahorro es solo el 0,0029% de los Presupuestos Generales del Estado, 78 millones. El ahorro no es el argumento.
P. ?Cree que las cr¨ªticas vienen de hombres, o vienen de la derecha? ?Es una cuesti¨®n ideol¨®gica o de g¨¦nero?
R. Llegan desde la derecha. Aqu¨ª se da la uni¨®n de misoginia y gerontocracia, que puede ser una bomba letal. Pero todo es lo mismo: resistirse a compartir espacio, a que otros puedan ocupar lo que piensan que les corresponde de manera natural, que es suyo. Molesta que alguien como yo est¨¦ ocupando poder, un poder que me corresponde, que de manera natural es m¨ªo.
P. ?C¨®mo lo ha vivido en persona. Ha sido duro?
R. Con resistencia, y siendo consciente de que cuando se cae permanentemente en el insulto y la descalificaci¨®n los primeros que se descalifican son ellos. Frente a los insultos y la demagogia hay que seguir la senda recta de los principios, los compromisos y el trabajo.
P. ?No ha tenido la tentaci¨®n de tirar la toalla?
R. Nunca. Al contrario, me da m¨¢s fuerza. Cuando escucho las barbaridades que dicen, pienso que si las cosas se interpretan as¨ª, si todo es tan manipulable, nos queda un largo camino por recorrer. A veces siento que hay un avatar de Bibiana A¨ªdo que dice cosas que yo no he dicho nunca y que hace cosas que yo no he hecho nunca.
P. Por ejemplo el asunto de que hab¨ªa encargado un mapa del cl¨ªtoris.
R. Por ejemplo. Un tema que sali¨® de una ayuda que dio el Instituto de la Mujer a un proyecto de investigaci¨®n de la Universidad Complutense y la Rockefeller para la reconstrucci¨®n de cl¨ªtoris en el caso de mutilaci¨®n genital. Y sin embargo, se quedan con la parte del t¨ªtulo que m¨¢s conviene para construir una noticia en funci¨®n de sus intereses. Me pasa muchas veces, los cuentos infantiles, se lleg¨® a decir que yo quer¨ªa prohibir los cuentos infantiles, cuando he sido una voraz lectora de ellos.
P. ?No quiere cambiar Blancanieves?
R. Prohibir¨ªa muchas cosas antes que los cuentos infantiles, la misoginia, la gerontocracia, la mentira, la manipulaci¨®n permanente. Nunca me he pronunciado acerca de los cuentos infantiles. Se ponen en mi boca palabras que yo no he pronunciado nunca.
P. Tambi¨¦n hay un riesgo de que, al recibir tantas cr¨ªticas, desde otro sector se le perdone todo.
R. No creo, a m¨ª no se me ha perdonado. No se me ha otorgado ni el beneficio de la duda. De momento hay un posicionamiento muy cr¨ªtico. El objetivo es hacer da?o a las pol¨ªticas de igualdad. El mensaje es "f¨ªjate en qu¨¦ tonter¨ªas est¨¢ esta gente mientras el pa¨ªs est¨¢ pasando por una crisis tremenda". Falso. Eso no tiene nada que ver con nuestras prioridades. Estoy convencida del trabajo que hacemos, por tanto, que ladren.
P. ?Prohibir¨ªa el burka?
R. Me parece que es un error prohibirlo. El caso de Francia, donde se penaliza por ejemplo con c¨¢rcel y sanciones econ¨®micas, puede significar condenar doblemente a las mujeres. No me gusta el burka, ni el burka ni ning¨²n velo. He sido muy criticada por eso, pero hay que buscar f¨®rmulas para avanzar en la erradicaci¨®n que pasan por un trabajo con las comunidades musulmanas que vamos a intensificar; y desde luego la prohibici¨®n general, en la calle, con la sanci¨®n correspondiente a la mujer, como es el caso de Francia, significa penalizar y victimizar doblemente a las mujeres. Estoy m¨¢s en l¨ªnea con el informe del Consejo de Europa, porque puede darse el caso que se sustituya el velo por las paredes. En Espa?a hoy por hoy no hay un problema real, porque no hay una cifra significativa. Pero eso no significa que podamos debatirlo con sosiego.
P. ?No se ha debatido con sosiego?
R. No, se ha estado debatiendo desde el oportunismo absoluto y la demagogia.
P. Custodia compartida. ?Cree que hay que avanzar hacia ello?
R. Estoy a favor de la custodia compartida como f¨®rmula para garantizar la corresponsabilidad, pero no con la custodia compartida impuesta, que puede generar muchos m¨¢s problemas de los que pretende resolver.
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