Entre huertos y horarios
Los trabajadores de las viviendas sociales de El Poblet no hacen vida en com¨²n
![Mar¨ªa Fabra](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Ff32ea01f-8a17-4642-b59c-6f7d5689ddd4.png?auth=08bb75c1c2441b902e44c0965c98cd4542b2cc362c9bffd1b3a3ee4a64390915&width=100&height=100&smart=true)
"Bienvenido territorio comanche" advierte una pintada cuando se llega al grupo de viviendas 1? de Mayo, convertidas en el barrio El Poblet por la carretera que va desde La Vilavella a Nules. Cinco edificios con un centenar de pisos conforman el n¨²cleo de esta barriada del noroeste de la poblaci¨®n. Cuando se construyeron, en el a?o 1970 y bajo el nombre del ministro franquista Jos¨¦ Sol¨ªs Ruiz, las casas quedaron ya alejadas del casco urbano. "Estaban muy bien, no eran grandes, pero estaban bien", recuerda Mar¨ªa Jim¨¦nez que, junto a su marido, fueron de los primeros pobladores de El Poblet. "Algunos llegamos cuando incluso no hab¨ªa luz", recuerda. "Esto eran todo huertos y los caminos se fueron haciendo de tanto pasar la gente por el mismo sitio", a?ade Pilar Moreno, propietaria del ¨²nico local comercial del barrio.
Los edificios se ven deteriorados, pero apenas hay viviendas vac¨ªas
"Algunos llegamos cuando incluso no hab¨ªa luz", recuerda Mar¨ªa Jim¨¦nez
"Hay dos farolas que hace tiempo que no funcionan", se?ala otra vecina
Hoy los edificios se ven deteriorados. Nacieron como viviendas sociales y ha sido gente trabajadora la que ha seguido viviendo en este grupo, al que tambi¨¦n lleg¨® alguna familia marginal. Pero apenas hay viviendas vac¨ªas. Sin embargo, los cables cuelgan por las fachadas, el servicio de limpieza municipal apenas pasa por las calles que lo conforman, la farmacia m¨¢s cercana est¨¢ a varias manzanas de distancia y para ir al centro de salud han de coger un autob¨²s. "Pero el autob¨²s s¨ª para aqu¨ª mismo y el colegio est¨¢ cerca", indican algunas vecinas a las que no se les ocurre m¨¢s reivindicaci¨®n al Ayuntamiento que la de que limpien los solares junto al barrio. Estos terrenos se han convertido en algo parecido a un vertedero, lleno de matorrales, con escombros y desperdicios, lo que conlleva falta de higiene y el peligro de un incendio, aseguran. "Hay dos farolas que hace tiempo que no funcionan", a?ade otra vecina. "La verdad es que el Ayuntamiento no nos apoya mucho", alegan, pero en el mismo tono sigiloso que inunda el barrio y que lo hace, eso s¨ª, un lugar "muy tranquilo".
Como dise?ada con cuadr¨ªcula, la barriada se levant¨® con tres edificios en medio y otros dos, en las puntas y perpendiculares a los centrales. As¨ª, conforman una austera plaza en la que se vaticina una vida en com¨²n por parte de los vecinos. Sin embargo, no es as¨ª y nunca lo ha sido, tal como explica Jim¨¦nez. "Nunca hemos hecho vida de barrio. Cada uno sal¨ªa y sale de casa para ir a su trabajo y lleva su vida".
De hecho, El Poblet no tiene asociaci¨®n de vecinos, ni organizan fiestas, ni dispone de un local en el que reunirse. El ¨²nico colectivo que funciona es el creado por varias mujeres que, en el a?o 1996, se unieron y reunieron para construir una hornacina dedicada a Santa Rita, patrona de los imposibles. "Porque nos gustaba esta santa", asegura Pilar. Luego, otro p¨¢rroco se empe?¨® en que la veneraci¨®n fuera tambi¨¦n para la Virgen de los Desamparados y anexa a uno de los edificios hay hoy una peque?a capilla con las dos im¨¢genes.
El cambio de nombre de Jos¨¦ Sol¨ªs Ruiz a 1? de Mayo lleg¨® con un gobierno municipal socialista. Y, realmente, este ¨²ltimo hace honor a sus habitantes. El campo y las f¨¢bricas, pero tambi¨¦n las cocinas de locales de restauraci¨®n o de viviendas de gente pudiente han sido los lugares de trabajo de sus habitantes, que cumplen con sus horarios y regresan a sus casas por unas calles en las que no existe ning¨²n problema de aparcamiento y en las que siempre hay alguna ventana con la colada tendida.
En cualquier caso, el nombre que m¨¢s se utiliza para hacer referencia al lugar es El Poblet. Y no en vano, sus vecinos viven bastante ajenos al resto del pueblo. De hecho, hablan de "ir a Nules", como si ellos mismos no formaran parte del municipio.
Pero en Nules hay otro poblet. As¨ª se denomina tambi¨¦n al grupo In¨¦s Alc¨¢zar, situado a pocos metros del primero pero en el camino al mar, junto a la v¨ªa del tren. Tal como atestigua el cronista oficial de Nules, Vicent Felip Sampere, estas viviendas sociales fueron adjudicadas en el a?o 1986. En este caso, la plaza no es m¨¢s que la zona com¨²n de un cuadrante de edificios rojizos algo menos deteriorados y un poco m¨¢s integrados en la trama urbana.
Un n¨²cleo con servicios limitados
- En 1972, el Ayuntamiento de Nules adjudic¨® 104 viviendas sociales en el barrio Jos¨¦ Sol¨ªs Ruiz, posteriormente denominado 1? de Mayo y conocido como El Poblet.
- En 1981 se proyectan otras 100 viviendas de protecci¨®n social que se adjudican en el a?o 1986 y se denominan Grupo In¨¦s Alc¨¢zar, en homenaje a esta mujer nulense, que destac¨® en el pueblo por su labor social, aunque actualmente tambi¨¦n es conocido como El Poblet.
- El suelo del primer grupo fue adquirido por el Ayuntamiento, mientras que el segundo fue donado por los herederos de la mujer que dio nombre al grupo de viviendas.
- Los dos poblets mantienen la mayor parte de sus viviendas ocupadas por familias trabajadoras y la distancia, f¨ªsica y social que los separa del casco urbano limita los servicios de los que disponen.
- El barrio no cuenta con asociaci¨®n de vecinos o colectivo que a¨²ne y reivindique las necesidades de sus habitantes.
- En ambos casos, el sistema de baremaci¨®n para la adjudicaci¨®n de viviendas tuvo en cuenta la escasez de recursos de los aspirantes a su ocupaci¨®n.
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