Espa?a, un modelo a imitar
Una semana despu¨¦s de finalizado el Mundial y una vez que la selecci¨®n espa?ola haya conseguido el mayor ¨¦xito de su historia ha ocurrido lo previsible: el sol sigue saliendo por el Este y poni¨¦ndose por el Oeste. La vida contin¨²a y, tras las celebraciones, uno tiene que levantarse e ir a trabajar. Eso s¨ª, con mejor o peor cara dependiendo de c¨®mo le haya ido la fiesta sudafricana.
Si algo tienen los grandes acontecimientos deportivos es que los ganadores crean escuela. La amplificaci¨®n medi¨¢tica que trasciende a cualquier cita mundialista hace que lo que antes se subestimaba, ahora se convierta en moda, debido al ¨¦xito conseguido. Espa?a es ahora un modelo a imitar, una referencia mundial a nivel futbol¨ªstico, mucho m¨¢s despu¨¦s de conseguir la Eurocopa y ayudado tambi¨¦n por el hambre del Bar?a en 2009 al conseguir cualquier t¨ªtulo que se le pusiera por delante. Ganar te garantiza el reconocimiento. La admiraci¨®n solo se consigue con el juego, con el esp¨ªritu de equipo, con la superaci¨®n, y el grupo de Del Bosque ha conseguido que todos, salvo los holandeses, se sientan felices por el resultado final. Porque en este caso ha ganado el combinado que m¨¢s admiraci¨®n ha despertado en los aficionados.
Se ha impuesto el jugador al servicio del equipo. El f¨²tbol como deporte colectivo ha salido ganando
En cualquier caso Sud¨¢frica parece que ha dejado la sensaci¨®n general de que las selecciones que se han comportado m¨¢s como equipo son las que se han llevado el gato al agua, Alemania y Espa?a por encima de las dem¨¢s. La estructura de juego ha triunfado por encima del individualismo. Quiz¨¢ en otro tiempo era posible construir un grupo alrededor de un jugador que con su impronta pudiera decidir despu¨¦s los encuentros decisivos. En este Mundial las selecciones que han adolecido de falta de un centro del campo estructurado para defender (Argentina) o atacar (Brasil e Inglaterra) han fracasado. De hecho, el papel de bastantes futbolistas ilustres ha sido decepcionante y finalmente se ha impuesto el modelo de jugador al servicio del equipo. En ese sentido, el f¨²tbol como deporte colectivo ha salido ganando.
Quiz¨¢s sea una coincidencia, pero los entrenadores de las cuatro selecciones clasificadas en primer lugar comparten un mismo perfil [Del Bosque, Van Marwijk, L?w y T¨¢barez]. Son de esa clase de tipos que cuando hay un incendio llevan el agua para apagarlo. La gasolina la dejan en otro sitio. Y generalmente en los Mundiales, con la expectaci¨®n con la que acude cada pa¨ªs a la cita y con el mont¨®n de selecciones candidatas a ganar, hay tiempo para muchos incendios y muchos pir¨®manos. Del Bosque es el ejemplo de entrenador que siempre da la impresi¨®n de estar por encima de las cr¨ªticas, los elogios y de cualquier cosa que se le presente por delante, y hay que recordar que nada ha sido f¨¢cil para ¨¦l en este Mundial. Tras perder ante Suiza, de soslayo le empezaron a caer las cr¨ªticas, y ahora las empresas de alto standing le consideran como ejemplo de liderazgo para dirigir grupos de todo tipo.
Un apartado espinoso del Mundial han sido los errores arbitrales. Siempre los ha habido, pero en los tiempos que corren los ¨¢rbitros se dan cuenta de que han metido la pata segundos despu¨¦s de haberlo hecho. Es m¨¢s, se lo repiten en los videomarcadores a c¨¢mara lenta. La FIFA tuvo suerte de que el partido entre Alemania e Inglaterra fue demasiado claro a favor de los germanos. Si el famoso no gol de Lampard hubiese sido una jugada decisiva y con un marcador ajustado el esc¨¢ndalo, todav¨ªa estar¨ªa dando que hablar.
Hoy por hoy las c¨¢maras lo registran todo. Hasta la autodestrucci¨®n de un equipo como si fuera Gran Hermano. El declive de Francia fue la telenovela de Sud¨¢frica. Se clasificaron bajo sospecha con una sonrojante mano de Henry ante Irlanda, y ya antes del Mundial todos los franceses, jugadores, ex jugadores, pol¨ªticos, etc, criticaban a su t¨¦cnico, Domenech, sin ning¨²n pudor, Y pas¨® lo que ten¨ªa que pasar. Todo se fue a la merde y adem¨¢s televisado en directo para todo el planeta. Henry, que apenas jug¨® unos pocos minutos en la fase de grupos, quiso tener una reuni¨®n explicativa con el presidente de la rep¨²blica y ?Sarkozy le recibi¨®! En los pubs de Dubl¨ªn todav¨ªa se est¨¢n partiendo de risa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.