Novedades en El Alc¨¢zar

Su apertura estaba prevista para 2004 y su presupuesto inicial era de 4.500 millones de pesetas (27 millones de euros), pero el traslado del Museo del Ej¨¦rcito desde el Palacio del Buen Retiro, en el coraz¨®n de Madrid, hasta El Alc¨¢zar de Toledo ha estado sujeto casi a tantas vicisitudes como el emblem¨¢tico edificio que le servir¨¢ de sede. Han pasado ya 14 a?os desde que, en julio de 1996, el Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar decidi¨® que se mudara con armas y bagajes a la ciudad del Tajo para hacer sitio a la ampliaci¨®n del Museo de Prado. En ese tiempo, el coste se ha disparado hasta los 101,4 millones de euros; 75,6 aportados por el Ministerio de Cultura y 25,8 por Defensa.

Las titulares de ambos departamentos, ?ngeles Gonz¨¢lez-Sinde y Carme Chac¨®n, y el presidente de Castilla-La Mancha, Jos¨¦ Mar¨ªa Barreda, acompa?ar¨¢n hoy al Pr¨ªncipe de Asturias en la inauguraci¨®n de las 21 salas y 8.000 metros cuadrados de exposici¨®n, que a partir de ma?ana estar¨¢n abiertos al p¨²blico.

El traslado ha costado 101 millones. Cultura ha pagado 75,6 y Defensa 25,8

La decisi¨®n de llevarse fuera de la capital uno de los museos nacionales con m¨¢s solera -se cre¨® en 1803- tuvo que superar la oposici¨®n de las instituciones madrile?as e incluso el recelo del entonces presidente castellano-manchego, Jos¨¦ Bono, que hab¨ªa instalado en El Alc¨¢zar la biblioteca regional. La ampliaci¨®n del hist¨®rico edificio sac¨® a la luz una sucesi¨®n de vestigios arqueol¨®gicos de origen romano, visigodo, ¨¢rabe o cristiano, que tambi¨¦n podr¨¢n contemplar los visitantes del museo.

No menos complejo fue el traslado a Toledo de las m¨¢s de 30.000 piezas de la colecci¨®n y su presentaci¨®n p¨²blica.

El general Antonio Izquierdo, director del museo desde hace solo dos meses, niega que se haya excluido a la Divisi¨®n Azul y subraya que 30 objetos de la unidad que Franco env¨ªo a Rusia en apoyo a Hitler figuran en la sala dedicada a la II Guerra Mundial. No son muchas, pero es que solo se expondr¨¢n de manera permanente 6.500 piezas, seg¨²n una concepci¨®n muse¨ªstica moderna que prima la ilustraci¨®n del relato hist¨®rico sobre la mera acumulaci¨®n de vestigios.

Finalmente, Defensa ha decidido mantener abierto al p¨²blico, fuera del itinerario oficial, el despacho del coronel Moscard¨®, que dirigi¨® la defensa numantina de El Alc¨¢zar en el verano de 1936. Eso s¨ª, ha suprimido la reconstrucci¨®n dramatizada, de dudoso rigor hist¨®rico, de la conversaci¨®n telef¨®nica entre el coronel y sus sitiadores, quienes le amenazaban con matar a su hijo.

Pero el Museo del Ej¨¦rcito no solo ha cambiado de sede. Tambi¨¦n de naturaleza. Ya no es un organismo del Ej¨¦rcito de Tierra, sino un "museo de titularidad y gesti¨®n estatal y categor¨ªa nacional", a cuyo frente figura un patronato en el que se sientan, entre otros, el presidente de Castilla-La Mancha y el alcalde de Toledo. El director seguir¨¢ siendo un general, pero ¨¦ste contar¨¢ con un director t¨¦cnico, funcionario del cuerpo facultativo de conservadores de museos.

El traslado no ha sido f¨¢cil. Franco y Primo de Rivera lo intentaron sin ¨¦xito. Si se cumple el pron¨®stico de que 700.000 personas lo visiten cada a?o, habr¨¢ valido la pena.