Hay otros caladeros para pescar ahorros
Por la amable acogida de EL PA?S renuevo una vieja idea que se plasm¨® en los a?os sesenta y setenta en Cuadernos para el Di¨¢logo de una colaboraci¨®n habitual que entonces denomin¨¦ Acotaciones ingenuas a la realidad que nos rodea. Eran comentarios sencillos, ir¨®nicos y c¨¢usticos sobre temas del momento. Espero que esta recuperaci¨®n no sea ef¨ªmera y tenga una acogida positiva entre los lectores.
- Las universidades tienen poco dinero en Madrid, apenas lo suficiente para subsistir. Por mi experiencia personal como rector durante 18 a?os, y por lo que sigo percibiendo, hoy ya no hay ni entusiasmo ni inter¨¦s en el tema desde el Gobierno de la se?ora Aguirre. Recuerdo con agradecimiento los comportamientos tan positivos de los Gobiernos de Espa?a en los primeros a?os, cuando era a¨²n tema de competencia estatal, y luego igualmente cuando gobernaron en la Comunidad Aut¨®noma Leguina y Gallard¨®n. Las cosas han cambiado mucho y para do?a Esperanza, antes de la crisis, en la crisis y seguro que cuando salgamos de la crisis, la universidad p¨²blica es la ¨²ltima de sus preocupaciones y de sus prioridades. Recuerdo que cuando era ministra de Educaci¨®n y Cultura, cuando visit¨® la Universidad Carlos III en Getafe, un grupo de estudiantes exhibieron un cartel que dec¨ªa: "La cultura me persigue pero yo soy m¨¢s r¨¢pida. Esperanza Aguirre". No se puede plasmar mejor una aproximaci¨®n a la personalidad, poco interesada y poco ilustrada por los temas del pensamiento. Se le podr¨¢ aplicar aquel lema de la Universidad de Cervera en el siglo XIX: "Lejos de nosotros la funesta man¨ªa de pensar".
El esfuerzo que pide el Gobierno no roza a los sectores m¨¢s pudientes y poderosos
- Las medidas de respuesta a la crisis del Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero no tienen en cuenta los pr¨®ximos encuentros electorales, solo el inter¨¦s de Espa?a, ha dicho el presidente. Es una respuesta pensando en el bien com¨²n, lo que, a mi juicio, no garantiza ni acredita ni su acierto, ni su moralidad. La intenci¨®n es limpia pero desequilibrada. Se pide un esfuerzo que va a pesar en las clases medias de los funcionarios y de los pensionistas, pero que no roza a los sectores m¨¢s pudientes y poderosos. De nuevo la excusa de siempre: es dif¨ªcil identificarles. Pero no se ponen ni inter¨¦s ni medios para hacerlo. Tienen raz¨®n los que dicen que existen otros caladeros para pescar ahorros. No es coherente afirmar que estamos ante una pol¨ªtica de solidaridad, como siempre ha practicado el PSOE. En este caso, al menos, hace falta mucha imaginaci¨®n para considerar solidaria esta respuesta. Por m¨¢s que lo repitamos, es dif¨ªcil creer en su veracidad.
- La t¨¦cnica de Rajoy es la de Don Tancredo, en aquel espect¨¢culo de las plazas de toros donde el personaje se quedaba inm¨®vil ante el toro, como si aquello no fuera con ¨¦l. Pase lo que pase en su partido, se mantiene impasible, impert¨¦rrito y sin reaccionar. Piensa que el inmovilismo es su mejor baza, con una actitud de ra¨ªz loyoliana de "no hacer mudanza en momentos de tribulaci¨®n". Sacar ventaja del quietismo es arriesgado porque se puede pensar que es un incapaz y un irresoluto. Traga con todo, soporta "carros y carretas", es indiferente, con una frialdad de "v¨ªbora al acecho", a lo que ocurre a su alrededor. Contabiliza como aciertos los errores ajenos y tambi¨¦n su falta de acci¨®n. Es una esfinge silenciosa, una estatua de sal, un inmovilista cr¨®nico, el durmiente que solo se anima para criticar al PSOE y gozarse con las cat¨¢strofes y las desgracias. ?l siempre ajeno al mal, solo se prepara para ser presidente del Gobierno de Espa?a, aunque su inacci¨®n puede ser responsable y puede precipitar su naufragio. El tiempo dir¨¢.
Gregorio Peces-Barba Mart¨ªnez es catedr¨¢tico de Filosof¨ªa del Derecho de la Universidad Carlos III de Madrid.
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