Keita espera su ¨²ltimo viaje
Nadie asume la repatriaci¨®n del cad¨¢ver de un inmigrante africano que se ahog¨® en Manises por intentar salvar a un ni?o
Desde hace 12 d¨ªas Mamadou Yacouba Keita espera su ¨²ltimo viaje a su Mal¨ª natal. El cuerpo sin vida de este africano de 26 a?os yace en el tanatorio municipal de Valencia por intentar salvar a un ni?o de 8 a?os, hijo de unos amigos espa?oles, mientras se ba?aba en la presa de Manises en el Parque Natural del Turia, el pasado d¨ªa 9. El ni?o estuvo a punto de ahogarse y Keita se zambull¨®. "Ni siquiera sab¨ªa nadar", aseguran sus allegados, "pero como no cubr¨ªa y adoraba a los ni?os", la emoci¨®n se impuso a la raz¨®n con un desenlace fatal. El ni?o se salv¨®, pero las aguas engulleron a Keita. Seg¨²n el atestado de la Guardia Civil "no hab¨ªa ning¨²n cartel en esta zona recreativa que indicara que est¨¢ prohibido el ba?o".
La Consejer¨ªa de Solidaridad dice que carece de presupuesto
"Ni siquiera sab¨ªa nadar", aseguran sus allegados
Pese a las m¨²ltiples gestiones, sus familiares no han conseguido reunir los 4.000 euros que cuesta repatriar su cuerpo. Tras la reuni¨®n mantenida ayer con la Consejer¨ªa de Solidaridad y Ciudadan¨ªa les comunicaron que carecen de presupuesto para estos casos, aunque estudiar¨¢n otras colaboraciones. Similar respuesta recibieron de los servicios sociales de Xirivella, localidad donde resid¨ªa el joven. Tambi¨¦n han contactado con sus hom¨®logos de Manises, sindicatos, C¨¢ritas y, como Keita era musulm¨¢n, hasta con la Comunidad Isl¨¢mica de Valencia, que ha trasladado el asunto hasta la Embajada de Mal¨ª. Despu¨¦s de 12 d¨ªas, Keita sigue esperando.
Hasta Valencia ha venido expresamente su hermano Djime, el emisario de una familia destrozada que espera el cuerpo de su hijo muerto.
De ojos grandes y expresivos, Djime explica que el pasaje le ha costado 500 euros, el sueldo de un a?o en Mal¨ª. No sabe de d¨®nde sacar¨¢ el dinero para volver, pero la prioridad es que sus padres recuperen al tercero de sus 10 hijos: "Como estaba en situaci¨®n irregular, no pod¨ªa volver, as¨ª que llevaba tres a?os sin visitarnos. Cuando vine a Valencia, me dijo que quer¨ªa volver. No podemos dejarlo aqu¨ª". Aunque Djime vive en Mal¨ª, balbucea algo de espa?ol y es ayudado, como todos los familiares, por una amiga, Rosa Forner.
El primo de la v¨ªctima, Mady Keita, tambi¨¦n ha venido desde Madrid para acompa?ar a los suyos. Con cara cariacontecida aunque sereno, se refiere a su primo como su hermano, una muestra m¨¢s de que la familia est¨¢ considerada en el vecino continente como un valor muy preciado.
Junto a ¨¦l, el cu?ado de Keita, Diane Magadougou y un amigo, Boune Coulibaly, intentan cada d¨ªa que Keita por fin cruce los m¨¢s de 5.000 kil¨®metros que lo separan de los suyos. Todos est¨¢n desempleados y en situaci¨®n irregular, por lo que no pueden aportar ingresos. Despu¨¦s de 12 d¨ªas, los familiares y amigos de Keita persiguen cumplir con el deseo de un regreso, el m¨¢s amargo, pero no culminarlo constituir¨ªa la mayor insatisfacci¨®n.

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