Cuentas pendientes
Nueve veces se han atacado Contador y Schleck en las monta?as del Tour los dos ¨²ltimos a?os: Andy solo sac¨® 10s
La historia de todos los duelos es tambi¨¦n una historia de peque?as revanchas, cuentas pendientes, que se acumulan entre dos personas a lo largo del tiempo. Hoy, dos ciclistas -un espa?ol moreno, un luxemburgu¨¦s rubio, como mandan los clich¨¦s-, dos escaladores puros con dos estilos diferentes -el espa?ol, dotado de una capacidad explosiva imponente para cortos trayectos, el luxemburgu¨¦s, capaz de mover mayores desarrollos para aceleraciones m¨¢s largas aun menos intensas- dar¨¢n sentido al Tour 2010 mano a mano en la cima del Tourmalet. No ser¨¢ la primera vez: en los dos ¨²ltimos Tours, donde estaba uno no muy lejos andaba el otro. Nueve veces han intentado dejarse uno al otro en las monta?as, solo cinco lo consiguieron. La diferencia nunca fue mayor de 43s, solo una vez gan¨® el luxemburgu¨¦s, hace 10 d¨ªas en Avoriaz: 10s.
Adem¨¢s de sobre el asfalto, la carrera ha vivido peque?os duelos psicol¨®gicos
Antes incluso de que Alberto Contador y Andy Schleck se convirtieran en amigos irreconciliables, en los primeros d¨ªas del Tour de 2009, antes, por tanto, del episodio de la cadena de Bal¨¨s, ya hubo un caso de mal entendimiento entre los dos mejores ciclistas del momento. Ocurri¨® en Ordino Arcal¨ªs, en los Pirineos andorranos, la primera llegada en alto del Tour. Entonces, Andy, al que ya aventajaba en 1m 22s gracias a las contrarreloj, no era la principal preocupaci¨®n de Contador, sino Lance Armstrong, que le sacaba 19s en la general gracias al abanico de La Grande Motte, al que est¨¢ deseando distanciar desde el primer d¨ªa para dejar clara la cuesti¨®n del liderazgo del equipo. Sin embargo, cuando muy tarde, a falta de menos dos kil¨®metros, Contador, desoyendo a su director, Bruyneel, ataca en una curva cerrada, el ¨²nico que intenta coger su rueda, es el luxemburgu¨¦s, quien llega a la meta con 21s de retraso y acusa a Contador de haberse aprovechado del rebufo de las motos para atacar. En el siguiente cara a cara, sin embargo, ya no hay ni pol¨¦mica ni ambig¨¹edad ni color. El primer d¨ªa de los Alpes, en Verbier, Contador ataca desde lejos, a m¨¢s de cinco kil¨®metros para la cima, y solo Andy se le acerca ligeramente, pero pierde 43 segundos.
A partir de ah¨ª, combates nulos. En la etapa del Grand Bornand, Andy, ayudado por su hermano Fr?nk, ataca en el col de Romme buscando desbancar a Armstrong del podio. Kl?den y Contador se van con ellos y aguantan todos los tirones. Incluso, crecido, en La Colombi¨¨re, Contador ataca, pero cuando comprueba que el ¨²nico que sufre es su compa?ero Kl?den se frena. En el Ventoux, el chico de Pinto se conforma con contrarrestar los ataques de los hermanos para defender el tercer puesto de Armstrong.
En 2010 la cuenta pendiente se crea el d¨ªa en que Andy Schleck se mete en el bolsillo de Cancellara, que atac¨® cerca de Arenberg, sobre el pav¨¦s de la Roubaix, aprovechando que Contador se ha quedado cortado, y con la bici da?ada, por la ca¨ªda del hermano Fr?nk. Aquel d¨ªa el chico de Pinto perdi¨® 1m 13s, la mayor diferencia que nunca le ha sacado Andy. El resto del Tour, con el luxemburgu¨¦s de l¨ªder gracias a esa circunstancia, se ha dedicado a peque?os duelos psicol¨®gicos, exceptuando la maniobra de limpieza conjunta emprendida por ambos en La Madeleine, donde el mano a mano virtual se convirti¨® en mano a mano efectivo.
Duros de tragar psicol¨®gicamente para Contador los 10s perdidos en Avoriaz despu¨¦s de haber puesto a todo el equipo, a Navarro sobre todos, a rodar para dar su estocada habitual en los primeros puertos del Tour, pero contrarrestados d¨ªas despu¨¦s en la peque?a ascensi¨®n de Mende. Despu¨¦s, surplace el primer d¨ªa de los Pirineos y ataque de Contador en Bal¨¨s que, m¨¢s bajando y rodando gracias al empuje de Menchov y Samuel, que subiendo, logr¨® 39s, la segunda mayor ventaja que nunca hab¨ªa conseguido sobre el ni?o rubio de Luxemburgo.
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