Elvis Costello que est¨¢s en las praderas

Ves a Elvis Costello encima del escenario y te entran unas ganas horribles de anular la cita con la cl¨ªnica l¨¢ser. Nunca se tuvo noticia de un icono tan perfecto para los gafapastas, jam¨¢s la miop¨ªa se erigi¨® as¨ª en met¨¢fora de la m¨¢s deslumbrante sagacidad. Enciclopedia b¨ªpeda de la m¨²sica popular, el amigo Declan MacManus se ha propuesto ahora traducir su repertorio al bluegrass, ese subg¨¦nero del country que se alimenta de violines, acordeones, contrabajos y dobros, especie de guitarra vaquera. Y por lo visto anoche, el brit¨¢nico es muy capaz de popularizar el g¨¦nero como hasta ahora solo hab¨ªa logrado la banda sonora de O brother!

Nuestro querido gafotas londinense ejerce de culo inquieto compulsivo. Sus veintimuchos discos pueden dividirse en dos grandes grupos. La serie A es la del rock como sublimaci¨®n de la inteligencia visceral, ese Costello que, solo o en compa?¨ªa de otros (The Attractions, The Imposters), demuestra lo excitante que a¨²n resulta estrujar las cuerdas de una guitarra el¨¦ctrica. La serie B comprende las salidas de gui¨®n: m¨²sica sinf¨®nica, jazz contempor¨¢neo, cuartetos de cuerda, coqueteos con una soprano. Era todav¨ªa un veintea?ero cuando grab¨® Almost blue, un ¨¢lbum de country. En los ochenta se le sigui¨® viendo el plumero con King of America. Ahora, a los casi 56 a?os, se nos ha vuelto definitivamente m¨¢s campestre que los campos de trigo. Y para celebrarlo, el cielo de la Casa de Campo se nos puso anoche algodonoso. Este Gallard¨®n est¨¢ en todo.

La banda vaquera de Costello, The Sugarcanes, debut¨® el curso pasado con un trabajo solo mediano, Secret, profane & sugarcane, del que por fortuna apenas se rescatan tres composiciones. Lo verdaderamente excitante de la presente gira es comprobar c¨®mo resultan los temas cl¨¢sicos cuando pasan por las manos de un sexteto de gal¨¢cticos del bluegrass,. El diagn¨®stico solo puede ser contundente: suenan a gloria. A esa sensaci¨®n de plenitud contribuye un repertorio casi tan imbatible desde el principio como el novio de Sara Carbonero. El debut de Costello, My aim is true, acumula 33 temporadas a sus espaldas, pero anoche a¨²n desfilaron tres de sus piezas -Blame it on Cain, Angels wanna wear my red shoes, la inmarchitable Alison- por el escenario de Puerta del ?ngel.

Hubo aportaciones a¨²n m¨¢s excitantes durante la velada. Otro cl¨¢sico, New Amsterdam, acab¨® entremezcl¨¢ndose con You've got to hide your love away, de los Beatles, cual primos hermanos. Y un tema tan asombroso como Everyday I write the book es ahora un prodigio de las armon¨ªas vocales. A?adan una versi¨®n de Friend of the devil, de Grateful Dead, y alg¨²n in¨¦dito fabuloso (Jimmie standing in the rain) y extraigan conclusiones: dif¨ªcil mejorar el men¨².

Costello no se ha desprendido de sus molduras negras, pero ahora ha incorporado al uniforme un traje oscuro, corbata estampada y un sombrero color crema, como quien se protege de la solanera en las plantaciones. 1.800 personas fueron testigos de la transformaci¨®n: ha nacido una estrella del pop buc¨®lico.